Jamás imaginé que un portero del prestigio y la trayectoria de Iker Casillas podría encajar tantos goles como los que está encajando el de Móstoles en las redes sociales. Tampoco pensé que un portero podía quedarse en fuera de juego. No es lo habitual. Salvo para Casillas. Ni el VAR le salva del órsay. Instagram, twitter, tik-tok… da igual desde donde chute que a Iker se le vuelve en contra y es incapaz de pararlo. 

Iker, tan seguro con el balón en las manos, ha demostrado que con el móvil tiene zarpas. Se la cuelan en todas sus intervenciones.

Del Iker héroe, el del beso a Sara Carbonero tras ganar el mundial de Sudáfrica, hemos pasado al Iker villano atrapado en las redes. ¿Qué necesidad tiene Iker Casillas de querer ser gracioso en el social media? ¿No puede ser simplemente Casillas? Para cubrir la cuota de futbolista con chispa ya tenemos a Joaquín. Y Joaquín no tiene rival…

Iker ha conseguido sacarnos de nuestras casillas saliéndose de las suyas. 

Federico de Juan

Una de sus últimas “hazañas”, digna de ganar el Torpón de Oro, fue poner este tuit: “Espero que me respeten. Soy gay”.

Desde el primer minuto a Iker le empezaron a rematar por todos lados. Imposible atajar tanto balón envenenado. Para colmo, Puyol, ex jugador del Barça, se sumó a la fiesta respondiendo con otro tuit: “Es hora de contar lo nuestro Iker”. Una respuesta que no tiene defensa ni para el que fue uno de los mejores en esa posición.

Luego vinieron las excusas. Lo que fue peor aún. Casillas dijo que le habían hackeado la cuenta y pidió disculpas a la comunidad LGTBIQ+. Todo mal. No lo arregló ni en el tiempo de descuento. El debate fútbol y homofobia estaba servido.

Todos hemos metido la pata alguna vez en redes sociales. El problema de Iker es que la mete CADA VEZ.

Aprovechando que estamos en Navidad y que vendrán los Reyes Magos yo propongo que le traigan a Casillas un móvil nuevo. Uno de esos que solo sirven para llamar. Un móvil que le saque del fuera de juego y le permita empezar de cero para seguir siendo el número uno que un día fue y no el “cuñao” en el que se ha convertido.

Espero que en 2023 además de encontrar una novia que le ayude a sentar la cabeza, encuentre ese nuevo móvil. El que no tiene conexión a internet. Ése.

Un móvil que nos devuelva a Iker a la “casillas” de salida.

Federico de Juan (@Fede_dejuan)