El genial dúo humorístico Pantomima Full inventó para sus vídeos de Instagram un personaje al que bautizó como “El Canallita”. Representa el típico hombre con síndrome de Peter Pan que a pesar de cumplir años y acercarse a los cuarenta quiere seguir viviendo la noche como si siguiera teniendo veinte. El Canallita es el fiestero del grupo, el guasón, ese golfillo de frases gloriosas como “esta noche se sale” (siendo lunes) o “venga troncos, la penúltima y nos vamos” (sin que nunca haya una última). 

El Canallita es ese colega de la pandilla que se las sabe todas. El que la lía más gorda y nunca le pillan. Bueno… o casi nunca. Iñigo Onieva es El Canallita de moda pillado in fraganti hace unos meses y ahora, oh milagro, reconvertido en niño bueno de la noche a la mañana. Eso para quien se lo crea. 

Iñigo Onieva en el Burning Man
Iñigo Onieva en el Burning Man

Para quien viva alejado del papel couché, Iñigo Onieva es el prometido de Tamara Falcó, la actual reina de la prensa del corazón. De la prensa del corazón clásico, claro. De esa prensa que se hace un hueco entre Rosalía, Raw Alejandro, Piqué, Shakira, Clara Chía o la gestación sufragada de Ana Obregón.

La historia de Iñigo Onieva se resume en pocas líneas. En 2022, en el festival de los looks imposibles, Burning Man, Iñigo se besó con una mujer que no era Tamara Falcó. En la era de los smartphones la imagen corrió como la pólvora hasta llegar a Tamara. Ésta primero lo “oniega” todo. Luego duda. Más tarde afirma que, si el beso existe, aunque durara un nanosegundo en el metaverso dejaría a su novio. Fiel a su palabra… lo dejó.

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La revista Hola! empezó a echar humo. Tamara rompió con su prometido a pocos meses de la boda por unos cuernos confirmados. La Preysler, reina eterna del corazón, apoyó a su hija y dejó caer que nunca confío en Iñigo. Tamara pasó las navidades más tristes de su vida, en casa de mamá rodeada del servicio. 

España empieza a buscarle sustituto olvidando que los canallitas se las saben todas. Sorprendentemente, y a golpe de misa de gallo, Iñigo recupera a Tamara. Deja la noche, o eso dice. Se muestra cariñoso con ella en público y, de repente, es el más simpático con los reporteros y los paparazzis. Un giro de 180 grados. La boda se retoma, vacaciones idílicas de Semana Santa en Bali, nuevo anillo de pedida.

Iñigo Onieva y Tamara Falcó
Iñigo Onieva y Tamara Falcó en Bali

Es otro Iñigo. O no. Hoy los rumores se centran en que tendrá tres despedidas de soltero, en que sigue saliendo por la noche y en que la Preysler está pensando en colocarle una alarma como la de la Isla de las Tentaciones para ver si sobrepasa los límites.

España está dividida entre los que creen que Iñigo ha cambiado y los que aseguran que El Canallita está jugando al despiste. Y es que, con Iñigo, nunca “Onieva” a gusto de todos.

Continuará…

Federico de Juan (@Fede_dejuan)