Perfeccionista, reservado, innovador y apasionado de la moda, Cristóbal Balenciaga es uno de los diseñadores más importantes de la historia. Admirado por compañeros, rivales y cualquiera que tuviera la oportunidad de coincidir con él, revolucionó la moda y llegó a vestir a la alta sociedad dentro y fuera de España.
Nació el 21 de enero de 1895 en el pueblo costero de Guetaria. Allí vivió durante muchos años con su madre, Martina Eizaguirre y sus hermanos: Agustina, Marcelina, Lucía y Juan. Desafortunadamente, era huérfano de padre. José Balenciaga era pescador y falleció cuando Cristóbal apenas era un niño.
A pesar de que no se sabe mucho de su vida privada, hay una frase célebre que él mismo dijo y que refleja por qué era el arquitecto de la moda:
“Un modisto debe ser arquitecto para los planos, escultor para formas, pintor para el color, músico para la armonía y filósofo en el sentido de la medida”.
Si quieres saber más sobre Cristóbal Balenciaga, ¡sigue leyendo! A continuación te dejamos algunas curiosidades sobre la vida y obra del diseñador español más importante.
Aprendió a coser con 11 años
Cuando Martina Eizaguirre quedó viuda se vió en la tesitura de tener que sacar adelante a sus cuatro hijos casi sin ayuda. Afortunadamente, tenía un empleo como costurera de los Marqueses Casa Torres.
Fue así como el arte y los entresijos de las costuras llegó a las manos de Cristóbal Balenciaga. Le encantaba ayudar a su madre y, con solo 11 años, aprendió a coser.
Pero no solo eso, gracias a ella consiguió una oportunidad que cambiaría su vida: hacer un vestido para la marquesa Blanca Carrillo de Albornoz y Elio. De hecho, fue una réplica de uno que portaba Carrillo.
Tal fue la sorpresa y agrado de la aristócrata que se convirtió en su primera cliente y gran protectora. Le costeó sus estudios en San Sebastián y lo acercó hasta la alta sociedad.
Abrió su primera tienda en San Sebastián
Con 32 años, Cristóbal Balenciaga abrió su primera tienda junto a su hermana Agustina en San Sebastián. Corría el año 1917 y estaba ubicada en el número 2 de la calle Vergara. Por aquel entonces, Donostia era el lugar de moda de la alta sociedad española y su proximidad con Francia hizo que muchas casas de costura parisinas se establecieran allí.
Esto, lejos de intimidar al modisto, le dio motivos para dar lo mejor de sí. Fue así como logró que toda la familia real española se convirtiera en su clientela más habitual. A este primer gran éxito, le siguieron otros. Junto a su socio parisino, Wladzio d’Attainville, abrió una nueva tienda en la Avenida de la Libertad.
También, creó otra línea llamada Eisa (en homenaje a su apellido materno) con boutiques en San Sebastián, Madrid y Barcelona. Era más asequible y llevadera, capaz de satisfacer las necesidades de una nueva clientela.
No había rincón en el que no se hablara de sus diseños.
Balenciaga Paris
¿Y cómo llegó Balenciaga a París? Realmente no fue por ambiciones propias, más bien casi se trató de una obligación. En 1936, con el estallido de la Guerra Civil Española, el modisto tuvo que emigrar, aunque no lo hizo solo.
De la mano de su fiel socio, Wladzio d’Attainville y de Nicolás Bizcarrondo, la casa de costuras “Balenciaga París” abrió sus puertas en el número 10 de la Avenida George V de París en agosto de 1937. Un año después de abandonar España.
Cabe destacar que las tiendas de la línea Eisa se quedaron bajo la supervisión de su hermano Juan.
Con perfeccionismo e innovación revolucionó la moda
Quien tuvo el placer de conocerlo o portar alguno de sus diseños hechos a medida, asegura que Cristóbal Balenciaga era perfeccionista y meticuloso a niveles inimaginables. Para que nos hagamos una idea, era capaz de rehacer un vestido entero si una costura no le gustaba.
A este nivel de precisión, hay que sumarle la calidad de sus tejidos. Se los conocía todos y trabajaba con los mejores proveedores. Además, sus patrones eran complejos y únicos, de ahí que muchos lo apodaran “el arquitecto de la moda”.
Se alejaba de lo convencional, le gustaba sorprender y diferenciarse.
Balenciaga remodeló la figura de la mujer con sus formas
Si hay dos características que son el sello de identidad de Cristóbal Balenciaga son los hombros anchos y las formas cuadradas y ovaladas que remodelaban la figura de la mujer. Eran diseños modernistas pero femeninos.
Para que nos hagamos una idea del furor que causaban sus diseños, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, había personas que viajaban hasta París solo para conseguir un Balenciaga. Por aquel entonces, el abrigo cuadrado fue su prenda más icónica.
Con la posguerra llegaron también algunos de sus diseños más célebres e innovadores como el vestido túnica (1955), la chaqueta globo esférica (1953), el vestido babydoll de cintura alta (1957), el abrigo capullo (1957), la falda globo (1957) y el vestido de saco (1957).
Además, también era llamado por la alta sociedad para la confección de los vestidos de novia, como el de Fabiola de Mora y Aragón cuando se casó con el Rey Balduino de Bélgica.
Maestro de maestros
Cuando Christian Dior dijo que Cristóbal Balenciaga era “el maestro de todos nosotros”, no se equivocaba. Literalmente varios diseñadores reconocidos en la actualidad se formaron trabajando con él.
Algunos de los más célebres son Oscar de la Renta, Emanuel Ungaro, Mila Schön, Hubert de Givenchy, Paco Rabanne y André Courrèges.
Fue muy reservado con su propia imagen y vida
Sabemos mucho sobre Balenciaga, pero apenas se conocen detalles acerca de Cristóbal. El modisto siempre fue muy reservado con su propia imagen y vida privada. A tal punto que, por un lado, nunca realizó la reverencia al final de sus desfiles. No le gustaba ser el centro de atención.
“¿Por qué han de fotografiarme? No soy sabio ni un general virtuoso”, se justificó en una ocasión.
Tampoco concedió muchas entrevistas. Es más, en toda su carrera solo concedió dos entrevistas. La primera desde su casa de campo, el 10 de agosto de 1968, a la periodista Virginie Merlin de Paris Match en 1968 y a Prudence Glynn de The Times en 1971.
Władzio Jaworowski de Attainville: socio, inspiración y gran amor
Si Cristóbal Balenciaga era reservado con su vida, imagínate con la parte amorosa. Aún así, varios estudiosos de su vida afirman que el sombrerero franco-polaco Władzio Jaworowski de Attainville fue su gran amor. Desafortunadamente, murió en 1948 por causas que se desconocen.
Se retiró en el apogeo de la tendencia “prêt-à-porter”
Si bien la casa de costura y la propia marca de Balenciaga siguen en la actualidad, Cristóbal se retiró en 1968.
Aunque no se ha documentado los motivos específicos, todo apunta a que el prêt-à-porter (ropa lista para usar) fue lo que le empujó a tomar la decisión.
El rumbo hacia el que estaba caminando la industria de la moda no encajaba con sus valores ni forma de trabajar. Él era meticuloso y artesanal, al fin y al cabo, hacía alta costura.
Cada una de sus creaciones eran únicas y estaban adaptadas al cliente. Nada que ver a lo que proponía esta nueva tendencia en el que los diseños estandarizados eran la norma.
De hecho, empezó a rechazar que los periodistas y fotógrafos accedieran a sus desfiles, pues no quería que copiaran sus ideas.
Jávea, el retiro de Cristóbal Balenciaga frente al mar
Tras retirarse, Cristóbal Balenciaga eligió la ciudad costera de Jávea para vivir alejado de los focos mediáticos y las cámaras. Si bien no volvió a abrir las puertas de sus tiendas, sí que continuó haciendo pequeños encargos para compañeros, amigos y personas de la alta sociedad.
De esa época es el icónico vestido nupcial de la nieta de Franco, Carmen Martínez-Bordiú para su boda con Alfonso de Borbón y Dampierre (hijo del infante Jaime y nieto de los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg).
Fue el último trabajo que realizó.
Falleció a los 77 años
La mañana del 23 de marzo de 1972, Cristóbal Balenciaga fallecía por un fallo cardíaco en el Hospital La Sagrada Familia de Valencia. Había ingresado el día anterior por una dolencia cardíaca.
Con su muerte, la industria de la moda y, sobre todo, de la Alta Costura quedó huérfana. La prensa internacional se hizo eco de la noticia y hasta el entierro en su ciudad natal, Guetaria, acudieron personalidades de todo el mundo. “El rey ha muerto”, llegaron a titular muchos medios.
Y hasta aquí nuestro repaso sobre la vida y obra de Cristóbal Balenciaga, si quieres saber más sobre el maestro te invitamos a que visites el museo homónimo ubicado en Getaria. También puedes leer el libro “Cristóbal Balenciaga: la forja del Maestro” de la periodista Miren Arzalluz y veas la serie de Disney + sobre Balenciaga.
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