¿Sabías que la multitarea no te hace ser más productivo? De hecho, varios estudios defienden que el famoso “multitasking” reduce en un 40% la productividad y la concentración dando pie a la procrastinación.

De hecho, la psiquiatra Marián Rojas habla sobre esta cuestión en su nuevo libro “Recupera tu mente, reconquista tu vida”. Para la investigadora, este mundo hiperconectado, lleno de quehaceres y repleto de estímulos hace flaco favor a nuestro cerebro. 

Huímos del aburrimiento llenando nuestra agenda de compromisos y tareas que, lejos de hacernos las personas más productivas del mundo, nos convierten en un caos andante. ¿Y cómo podemos corregir esto? Existen muchas formas, aunque en este artículo vamos a hablarte sobre el “timeboxing”, la técnica que utiliza Michelle Obama. 

Una técnica para aplacar tus tareas

La técnica de timeboxing consiste en organizar las tareas, asignarles un periodo de tiempo fijo y anular cualquier tipo de distracción. Es una estrategia de gestión del tiempo que ha demostrado mejorar la productividad y evitar la procrastinación al establecer límites claros de cuánto tiempo dedicar a cada tarea. 

Olvídate de estar “apagando varios fuegos”, con eso no solo corres el riesgo de quemarte, sino que el resultado será peor. Por eso, hay varios puntos sobre el timeboxing que debes tener en cuenta:

  • Marca metas claras con un tiempo específico y realista.
  • Combina bloque de tiempo rígido con flexible. Habrá algunas tareas que requieran tu atención plena y absoluta, mientras que otras puedan permitir cierta adaptación si es necesario. Por ejemplo, responder mails y atender una llamada.
  • Planifica con anticipación tu día y, sobre todo, el tiempo que te llevará finalizar una tarea o actividad. Sé honesto en esta cuestión para evitar frustrarte si no lo consigues. ¡No seas optimista del tiempo!

Si lo aplicas correctamente te darás cuenta que tu productividad mejorará y la procrastinación será menor. Además, la puedes aplicar tanto en tu trabajo como fuera de este, en tu día a día.

Cómo poner en práctica el timeboxing

timeboxing

Lo ideal es que a principio de semana dediques unos minutos para organizar todo lo que debes y quieres hacer, inclusive los descansos de 15 minutos entre tareas. Esto es fundamental para ayudar a nuestro cerebro a prepararse para el siguiente “reto”. 

Para llevar a cabo el timeboxing de manera efectiva, puedes seguir estos pasos:

  1. Identifica la tarea
  2. Establece un objetivo claro. Esto puede ser completar una tarea, alcanzar un hito específico o simplemente trabajar en algo durante un período de tiempo determinado.
  3. Determina la duración. Puede ser cualquier cantidad de tiempo, pero debe ser suficiente para hacer un progreso significativo y realista para completar la tarea.
  4. Usa un calendario o una aplicación de gestión del tiempo para programar el timebox. 
  5. Antes de que comience el timebox, prepara todo lo que necesitarás para completar la tarea. Esto puede incluir herramientas, información o cualquier otro recurso necesario.
  6. Cuando comience el timebox, trabaja exclusivamente en la tarea asignada. Evita distracciones y mantén el enfoque en el objetivo.
  7. Una vez haya acabado el tiempo asignado, detén lo que estás haciendo. 

Si no has terminado, puedes evaluar si necesitas otro timebox para completar la tarea. Aunque parezca una técnica muy cuadriculada, el timeboxing es una herramienta flexible. 

Ejemplos prácticos del día a día

timeboxing

Como te decíamos, el timeboxing tiene muchas utilidades, no solo te puede servir para el trabajo. A continuación, te damos algunos ejemplos prácticos para el día a día.

  • Tareas del hogar. Si la labor de limpiar u ordenar tu casa se te resiste, Marie Kondo recomienda distribuirlo a lo largo de la semana. Cada día puedes dedicar el tiempo que consideres oportuno a alguna tarea.
  • Ejercicio. ¡Cuántas veces no habrás dejado de hacer deporte o postergado apuntarte al gimnasio por falta de tiempo! Sin embargo, ¿de verdad no tienes 30 minutos para una sesión rápida? Integrar la actividad deportiva en tu agenda con timeboxing puede serte de gran utilidad. 
  • Proyectos creativos. Similar al punto anterior, dedicar un mínimo de minutos al día para escribir, pintar o dibujar sin la presión de terminarlas en ese preciso momento, vale más que no hacer nada.
  • Redes sociales. Si te cuesta desconectar o sientes que pierdes mucho tiempo mirando Instagram, TikTok o Twitter (X), te recomendamos marcarte un tiempo determinado para esto, ¡y luego a otra cosa!
  • Descansos. Tan importante es ser productivo como descansar y aburrirte. De hecho, la psiquiatra Marián Rojas nos recomienda en su nuevo libro practicar 15 minutos diarios de aburrimiento. Al principio, seguro te sentirás incómodo/a, pero con la práctica le cogerás el gusto.
timeboxing

Y hasta aquí nuestro repaso sobre la técnica de Michelle Obama para no procrastinar. Déjanos por redes sociales qué te ha parecido y comparte con amigas, compañeras o familiares que puedan necesitarlo.

Suscríbete a nuestra newsletter.