El estilo Mid Century es un ejemplo de cómo lo clásico y lo moderno pueden convivir en perfecta armonía, creando espacios elegantes, sofisticados y atemporales. Nació como una respuesta innovadora al modernismo, buscando crear espacios más funcionales, estéticos y accesibles.
Además, es una tendencia que no pasa de moda, y que se adapta perfectamente a cualquier tipo de ambiente y personalidad. Representa el modernismo pero manteniendo un toque clásico que agrada y sigue vigente en todas sus variantes.
Solo hay que prestar atención a sus puntos claves para conseguirlo sin reformas ni excesiva inversión. Si quieres saber más, te enseñamos cómo lograr este equilibrio, cuáles son sus orígenes y características y las piezas icónicas de un estilo que ha marcado la historia del diseño.
Nació en la postguerra
Cuando concluyó la 2ª Guerra Mundial, un nuevo estilo arquitectónico comenzó a ponerse de moda en las edificaciones que se construyeron entre los años 50 y 70 para las familias de los soldados: el ‘Mid Century’. De ahí su nombre.
Tanto en Europa como en Estados Unidos, este estilo se caracterizaba por la búsqueda de la funcionalidad, la ergonomía, el confort, la simplicidad y la elegancia en el mobiliario y la arquitectura. Además, rompió con las estructuras de varias plantas para centrarse en viviendas de una única planta con espacios diáfanos.
En países como Dinamarca o Noruega tuvo una enorme influencia en su decoración, de ahí que el estilo Mid Century y el nórdico o danés guarden tantas similitudes. También podemos ver elementos del industrial, pues era lo que predominaba en aquella época de postguerra
Espacios diáfanos, formas geométricas y colores neutros y vibrantes
Ya te hemos mencionado algunas características del estilo Mid Century, pero vamos a profundizar en las más importantes: los espacios diáfanos, el uso de materiales naturales como la madera, las formas geométricas y orgánicas y la combinación de colores neutros y vibrantes.
Una característica clave del estilo Mid Century es la integración de los ambientes con espacios diáfanos. Una cualidad que te resultará familiar, pues hoy en día la tendencia de quitar tabiques para crear estancias más amplias sigue muy presente.
Continuamos con un material que tampoco puede faltar en otros estilos como el nórdico: la madera. En el Mid Century suele emplearse, sobre todo, en el mobiliario (sillas, cómodas, mesas…) y, a menudo, poseen diseños orgánicos inspirados en la propia naturaleza.
También ligado a sus muebles y tejidos (cojines, alfombras, tapizados…) están las formas geométricas y las líneas rectas. Ambos son imprescindibles en el estilo Mid Century. Con esto se busca darle ese toque más desenfadado y vanguardista que rompa con lo clásico pero sin excederse.
Concluimos con los colores, por lo general predominarán los tonos neutros como el gris o el blanco (más ligados a lo clásico) y, a través de la decoración, aparecerán los colores más vibrantes con los que llamar la atención sin saturar el espacio. Más bien, realzarlo.
Piezas icónicas del estilo Mid Century
No podíamos concluir este artículo sin hablarte de las piezas icónicas del estilo Mid Century. Además de definir un nuevo modelo de viviendas, también influyó e inspiró a grandes diseñadores de la época como Arne Jacobsen, Eero Saarinen, George Nelson y Hans Wegner.
Quizás sus nombres no te resulten muy familiares, pero seguro que sus diseños sí.
El arquitecto danés Jacobsen creó la butaca Egg en 1958, mientras que la silla con la forma de la flor del tulipán de Eeero Saarinen surgiría tres años antes. También es del Mid Century, el escritorio y la lámpara burbuja de George Nelson y la silla Wishbone de Wegner que tan presente está en hoy en los salones de los amantes de la arquitectura y el diseño.
Si quieres instaurar el estilo Mid Century en tu casa, sin duda, debes contar con alguna de estas piezas o, al menos, con una que sea similar.