Acabo de llegar de sacar a pasear a Golfo. Está siendo una mañana de domingo algo atípica. Me he levantado más temprano de lo que acostumbro a despertar un domingo, no he dormido demasiado bien, la tardía entrada del otoño en Canarias está haciendo estragos.
Cogí el móvil para ver la hora, tenía la sensación de que era temprano pero aun así me fijé antes en que tenía un par de mensajes que en la hora. ¿Un par de mensajes un domingo a las 7 de la mañana? Era Noah, mi hermano. No me alerté porque sé que es de los que madrugan pero sí que me generó curiosidad: «Se murió Matthew Perry».
Leí un par de veces antes de caer en la cuenta de que me hablaba del actor que interpretó durante 10 temporadas al personaje de Chandler Bing en la serie más vista en la historia de la televisión norteamericana, «Friends».
No conocí a Matthew, tampoco a Chandler, pero lo cierto es que 10 años en pantalla dan para mucho y, quizá sí que conocimos a Chandler, de ahí la enorme pérdida.
Yo no seguí la serie. Consumía capítulos sueltos a la par que me repetía «en algún momento quiero verla entera desde el principio», también me dije «me gustaría verla en inglés para refrescar»… el otro día vi de casualidad el último capítulo y, sin saber muy bien por qué, me emocioné. ¡La magia de «Friends»!
Lo mismo me pasó hoy. No conocí a Matthew pero creo que conocí algo a Chandler, que conocimos algo a Chandler, y enterarme de su pérdida fue un auténtico jarro de agua fría. Lo primero que hice fue «contrastar» en Google. Después de varias páginas en diarios españoles y algunas otras de digitales americanos no había margen de error. Los informes policiales daban detalles y todo.
The Pocket Magazine es una revista de estilo de vida en la que nos gusta hablar sobre tendencias e imprescindibles que hagan soñar despiertos a nuestros lectores pero hay obituarios que buscan su sitio a codazos y patadas. El de Tina Turner fue uno, también el de Olivia Newton-John y éste, de Matthew, era indiscutible. Tanto, que mi compañera Devo y yo pensamos lo mismo y, sin contar la una con la otra, publicamos con un minuto de diferencia. Somos un equipo pequeño, no tenemos a gente de guardia, aunque prácticamente estamos de guardia todos en todo momento… así que tocó borrar una publicación.
Pero antes de publicar tocaba buscar una fotografía, estaba claro que sería en blanco y negro. Repasar sus fotos me hizo caer en la cuenta de eso que decía mi abuela «no somos nadie». Da igual quién seas, las reglas del juego son las mismas para todos. Sabemos cuándo empieza el juego pero no cuándo acabará. Matthew salía sonriendo en todas. Un hombre joven, apenas 54 años. Tocaba publicar la foto de un hombre joven y sonriente en su obituario. Aproveché también para ver si alguno de sus compañeros de reparto, hoy amigos, se habían pronunciado públicamente. Evidentemente no, ni Courtney ni Jennifer ni Lisa ni Mat ni David. No pude evitar pasar por el perfil de instagram de Perry. ¿Última publicación? Hace 6 días. En ella aparecía con unos cascos en un jacuzzi, no sabemos si era el de su casa o no, solo podemos ver a un hombre relajado en medio de la noche bajo la luz de la luna con un pie de foto que reza «Oh, ¿así que el agua tibia dando vueltas te hace sentir bien? Soy Mattman».
Matthew publicaba en 2022 sus memorias. Las tituló «Friends, Lovers and The Big Terrible Things» y es que lo cierto es que la vida del actor tuvo muchísimos clarososcuros. Según respondía no hace mucho a The New York Times, «Su adicción (al alcohol y a las drogas) lo llevó a una odisea médica en 2018 que incluyó neumonía, una explosión de colon, un breve período con soporte vital, dos semanas en coma, nueve meses con una bolsa de colostomía, más de una docena de cirugías de estómago y la comprensión de que, con 49 años, había pasado más de la mitad de su vida en centros de tratamiento o centros de vida sobria».
Según él mismo relataba, ahora estaba bien y con sus memorias lo que pretendía era hacer público algo por lo que pasan anónimamente millones de personas para así poder servir de ayuda, «cada vez que me topaba con algo que realmente no quería compartir, pensaba en las personas a las que ayudaría y eso me ayudaba a seguir adelante».
Una entrevista, la de The New York Times, que hoy cobra una fuerza inmesurable.
Gracias Matthew por tanta generosidad, tanto en la vida real… como en la pantalla.
Y como canturreaba mi abuela… «La vida sigue…» El domingo sigue…
Paola Bonilla