“La ciudad de la sal”, “la cuna de Mozart”, “el escenario de ‘Sonrisas y lágrimas’”, no cabe duda de que a Salzburgo le sobran títulos tanto como a ti motivos para visitarla tras leer este artículo.
A poco más de 1h30’ de Múnich y de 2 horas en tren desde Viena, la ciudad de Salzburgo es una parada obligatoria si viajas a Austria. Con permiso de su capital, esta región posee una importancia histórica y cultural que no puede ser ignorada ni comparada. Sobre todo, si tenemos en cuenta su reducido tamaño.
Ubicada en el punto más estrecho del valle del río Salzach y protegida por las colosales cumbres alpinas de Mönchsberg, Festungsberg y del Kapuzinerberg, Salzburgo aguarda un sinfín de curiosidades que debes conocer antes de visitarla.
Empezando por su nombre… ¿Sabes por qué la apodan “la Ciudad de la Sal? Te lo contamos a continuación.
Una fortaleza de sal infranqueable
No había rincón de Europa en el que no se reconociera el nombre de “Salzburgo” pues, como él mismo indica, era una “fortaleza de sal”. Un juego de palabras alemanas, pues por un lado, “Salz” significa “sal”, mientras que “burg” viene a decir “fortaleza”.
La ubicación de Salzburgo en el sinuoso valle del río Salzach favoreció que esta región de Austria se convirtiera en la principal exportadora de sal del país. Durante varios siglos, gracias a este comercio, la ciudad pudo desarrollarse muy rápido.
De hecho, a día de hoy, todavía el comercio de la sal sigue formando parte del motor económico de la ciudad, aunque en menor medida.
Epicentro religioso
Llama la atención, el número de iglesias y monasterios que posee Salzburgo. Especialmente, si tenemos en cuenta que su casco histórico solo tiene un kilómetro y medio cuadrado. No obstante, sus arquitectos se las ingeniaron para construir hasta 22 iglesias, a cada cual más singular.
Desde seculares hasta eclesiásticas, Salzburgo tiene una cantidad considerable de edificaciones de gran calidad entre las que destacan las siguientes: la Catedral de Salzburgo, la abadía de San Pedro, la Iglesia de los Franciscanos, el Dom Quartier, la Iglesia de San Blasius y la Iglesia de Sebastian. En esta última está enterrado el padre de Mozart.
El mejor punto para obtener una visión global y panorámica de todas es desde el mirador Kapuzinerberg, el más bonito de Salzburgo.
La cuna de Mozart
El 27 de enero de 1756 nacía en Salzburgo un genio de la música conocido, estudiado y escuchado hasta nuestros días: Wolfgang Amadeus Mozart.
Con solo cuatro años, el pequeño Amadeus ya era capaz de tocar instrumentos y con cinco llegó a componer su primera obra musical. Sin duda, era un niño prodigio. Sin embargo, su talento no era bien visto por las altas esferas, tampoco su carácter.
Por lo que quizás te sorprenda saber que, a pesar de que hoy Salzburgo es conocida por ser la ciudad natal de Mozart, lo cierto es que lo echaron. De ahí que, en 1781, se fuera a vivir a Viena donde finalmente alcanzó su fama internacional.
En la actualidad, el músico posee una plaza con su nombre, así como una estatua que honra su memoria. También es posible visitar la casa en la que vivió.
El restaurante más antiguo de Europa
Cuando te decimos que Salzburgo era una ciudad de muchos títulos, no exageramos. A parte de los ya mencionados, la ciudad austriaca presume de albergar el restaurante más antiguo de Europa…¡Y del mundo!
Se trata del restaurante Stiftskeller St. Peter y según constatan varios archivos históricos, fue fundado hace mil doscientos años. En concreto, abrió sus puertas en 803, tras los muros del monasterio de St. Peter’s.
Más allá de su historia, también merece una visita (y reserva) por lo que se cocina en sus fogones. Platos variados, innovadores y de alto nivel que le han hecho merecedor de formar parte de la Guía MICHELIN de Austria.
Te recomendamos leer: Antes de viajar a Hallstatt hay 6 cosas que debes saber
Setecientos años horneando el mejor pan
Parece broma, pero no, aparte del restaurante más antiguo, Salzburgo también asegura poseer la panadería más longeva. Desde hace 700 años, la Stiftsbäckerei St. Peter, muy próxima a Stiftskeller y la catedral de Salzburgo.
En el siglo XII, el túnel que proveía de agua a la ciudad estaba siendo cavado bajo la montaña de Mönchsberg. Para aprovechar la fuerza del agua, a la salida de este canal, la abadía construyó un molino y también una panadería, que hoy todavía se mantiene en el mismo lugar.
Aquí se cocina con levadura pura el tradicional «pan de horno de madera” capaz de mantenerse en perfecto estado durante días. Es delicioso con mantequilla, mermelada, jamón o queso.
El escenario de rodaje de “Sonrisas y Lágrimas”
Cada año, Salzburgo recibe la visita de muchos amantes del cine clásico, y es que aquí se rodó una de las películas más célebres de la historia del cine: “Sonrisas y lágrimas”.
Ganadora de 5 Premios Oscar, entre ellos, ‘Mejor Película”, el filme fue rodado en 1965 y versaba sobre las vicisitudes de la Familia Von Trapp a través de los ojos de la institutriz María, figura que en la ficción encarnó Julie Andrews.
El auge del turismo en Salzburgo se vio tan beneficiado por la película que, de hecho, existe una ruta que recorre los principales escenarios de la misma: la terraza del monte Mönchesberg, la plaza de la Residenz y su fuente, el Convento de Nonnberg, el Palacio Leopoldskron o el Monte Unterberg.
Te puede interesar: Turismo seriéfilo, escenarios al alcance de todos
El Festival de Salzburgo
En una ciudad donde la música, la cultura y el arte tienen tanto peso es de esperar que posea un festival a la altura que le rinda homenaje.
Es por ello que el Festival de Salzburgo, que se viene celebrando desde 1920, es uno de los más importantes de Europa. Si te gustaría asistir debes saber que se celebra del 19 de julio al 31 de agosto. Por lo que asegúrate de reservar cuanto antes pues cada año acuden miles de personas.
La oferta de ocio del Festival de Salzburgo es extraordinaria. Cada día tiene lugar algún concierto, exposición u obra de teatro, tanto a puertas cerradas como en las principales plazas de la ciudad. ¡Es maravilloso!
Y hasta aquí nuestro repaso por las curiosidades sobre Salzburgo, la ciudad de la Sal y la música. ¿Y tú, cuando planeas visitarla?