El pasado mes de julio, en la décima edición del 4L Festival, la marca presentaba un prototipo del que sería la versión moderna de uno de los modelos más longevos de Renault. El Renault e-Plain Air se convertiría en la opción eléctrica del mítico 4latas en el remoto caso de que la compañía quisiera sacarlo al mercado…
Son pocos los que creen que este prototipo pueda pasar de eso, un mero prototipo, a un vehículo más en nuestras carreteras pero muchos los que demandan una edición limitada para coleccionistas del mismo.
El e-Plain Air es una colaboración en exclusiva de Renault Classic, Renault Design y Melun Rétro Passion y vendría a ser la versión más moderna del 4L descapotable del que entre 1968 y 1970 apenas se fabricaron 50 unidades. Pero son sus datos técnicos los que nos hacen ser realistas y pensar en que se tratará tan solo de una “anécdota”, ya que la máxima de Pierre Dreylus, presidente de la compañía, en 1956 fue la de que debían fabricar un coche económico y útil, características imposibles en la actualidad con este curioso y coqueto turismo que tan solo alcanzaría una velocidad máxima de 45 km/h.
El fabricante francés no ha facilitado más detalles, y es que quizá no los haya, pero sí informó de que el Renault e-Plain Air había tomado prestado el tren motriz del Twizy, el eléctrico más pequeño de la gama Renault y de que su batería de 6,1 kWh ofrecería un alcance de 100 kilómetros de autonomía.
HISTORIA
Cabe recordar que el Renault 4 salía al mercado en 1962 como competidor directo del Citroën 2 Cv consiguiendo una cifra de ventas durante su período de fabricación (1962-1994) de más de 8 millones de unidades y que solo en España tenemos aproximadamente el 10% de la fabricación de este mito en nuestras calles y garajes. Y es que hablar del 4latas es hablar de uno
de los grandes iconos dentro del mundo del motor, a la altura de grandes como lo fueron el Escarabajo o, el mismísimo, Ford T.
Hablamos del primer coche con tracción delantera de la marca, un coche que ofrecía un amplio interior y la posibilidad de transportar objetos voluminosos gracias a su bastidor plano y sus techos altos, además de una distancia considerable entre la carrocería y el asfalto que lo llevó a ser considerado uno de los precursores del “todoterreno” y a ser demandado por las fuerzas y cuerpos de seguridad tanto en España como en Francia.
Pero si bien su accesibilidad a terrenos rurales era motivo de demanda, ésta se vio limitada en algunos casos por su velocidad media, quedando “fuera de juego” en posibles casos de fuga.
Aun así las características predefinidas por el presidente de la marca se respetaron siempre, y es que el Renault 4 logró ser un boom de ventas ya que fue fabricado para suplir las necesidades de la clase media de la época, las familias.
LA PELÍCULA
El 1 de marzo se estrenaba en los cines españoles la película de Gerardo Olivares que lleva el nombre por el que se conoció a este clásico en nuestro país. En ella un moderno 4latas con propulsor de combustible altamente ecológico se adelantaba, de casualidad, a la idea presentada en julio en el 4L Festival de crear una versión mejorada y eco de este vehículo.
La película, protagonizada por Jean Reno, Hovik Keuchkerian, Susana Abaitua y Quique San Francisco, y rodada entre dunas (Gran Canaria, Fuerteventura, Senegal y Marruecos) que nos llevaban en un apasionante road trip por el Sahara tenía como eje central el 4L de toda la vida.
Una divertida road movie que en su cabecera se vendía con un sugerente… “En el desierto no pasa nada, pero en un 4 latas pasa de todo”.
Paola Bonilla