Tal día como hoy, 9 de agosto de 2022, Whitney Houston cumpliría 59 años. Sin embargo, hace diez que nos dejó después de una larga lucha contra ella misma.

“El mayor demonio soy yo. Soy tanto mi mejor amiga como mi peor enemiga”, le decía la estrella pop a la periodista del ABC, Diane Sawyer, en el año 2002. Una prueba de que la cantante llevaba más de una década sobreviviendo a sus propios demonios y adicciones.

La vida de Whitney Houston estuvo marcada por luces y sombras desde muy pequeña, pero gracias a su talento natural e innato, en la música encontró una vía de escape hasta que su voz se apagó para siempre.

En el siguiente artículo profundizamos sobre algunos de esos acontecimientos que llevaron a Houston por encima de las estrellas para morir como una de ellas. 

De orígenes humildes y la menor de tres hermanos 

El 9 de agosto de 1963 nació en el seno de una familia de clase media de New Jersey la menor de tres hermanos: Whitney Elizabeth Houston o Nippy, como la apodó cariñosamente su padre, John Houston, nada más nacer.

La pequeña de los Houston creció en el gueto y fue testigo en primera persona de los conflictos raciales que tuvieron lugar a finales de los sesenta en Newark. Un tema que le marcaría de por vida y la impulsaría a protagonizar dos de los momentos más importantes de su carrera profesional. 

Sin ella saberlo, Whitney se convertiría desde muy joven en la principal estrella de esta familia de músicos y cantantes, empezando por su propia madre, la corista Cissy Houston, prima de Dionne y De Dee Warwick y ahijada de Aretha Franklin.

El primer episodio traumático de Whitney Houston

La música fue un bálsamo para Whitney Houston en muchas ocasiones, especialmente cuando sufrió abusos sexuales por parte de su prima mayor Dee Dee Warwick. Ella y sus hermanos tuvieron que pasar largas temporadas en casa de la hermana de Dionne Warwick debido a que, por aquel entonces, su madre se encontraba de gira por todo el mundo.

Los tres fueron víctimas de Dee Dee, aunque estos hechos, que marcaron la vida de Houston, no salieron a la luz hasta la publicación de un documental sobre la cantante.

Cantante como su madre, la corista de gospel Cissy Houston

¿Y tú qué quieres ser de mayor? Y ella respondía: ¡Cantante! 

Sí, cantante como su madre, la corista de gospel Cissy Houston cuya voz se pudo escuchar acompañando a artistas de la talla de Elvis Presley. 

Whitney Houston empezó su andadura en la música desde muy pequeña. Concretamente en el coro de la iglesia Bautista Nueva Esperanza de Newmark donde su madre era la directora musical. 

Durante la adolescencia, Whitney formó parte de Chaka Khan como corista para la canción “I’m Every Woman” la cual volvería a grabar en 1992 convirtiéndolo en uno de sus número uno.

No obstante, fue en el legendario club de jazz Mikell’s ubicado en Manhattan donde Clive Davis, propietario de Arista Records, le lanzaría una oferta que cambiaría su vida para siempre con solo 17 años.

El nacimiento de una superestrella

Cuando Clive David escuchó por primera vez la voz de Whitney Houston en 1983 vio en ella la superestrella en la que se convertiría en menos de una década. En ese mismo momento le ofreció un contrato que ella no pudo rechazar.

A los dos años, la joven lanzó su álbum debut llamado “Whitney Houston”, una carta de presentación que rompería todos los récords y dejaría a la crítica sin palabras. De hecho, la revista Rolling Stone la describió como “una de las voces nuevas más emocionantes en años”. Para el Times, su voz era “incomparable”.

Clavis Davis y Whitney Houston firmando el contrato
Imagen: Ebet Roberts / Redferns

Fue así como se produjo el nacimiento de esta superestrella que inspiraría e influenciaría a otras tantas como Mariah Carey.

“Sus notas llegaron a lugares que la mayoría de cantantes apenas sueña con alcanzar”, dijo la mismísima Cristina Aguilera.

Criticada por la comunidad negra hasta la histórica actuación de la Super Bowl

How Will I Know, Saving All My Love For You, I Wanna Dance With Somebody y The Greatest Love Of All fueron las canciones más escuchadas en la década de los ochenta. Todas eran de Whitney Houston.

Sin embargo, sus éxitos profesionales chocaban con su vida personal. Por aquel entonces, la comunidad afroamericana la criticaba por hacer “canciones de blancos”, pues en sus singles apenas habían guiños al jazz, el soul o el góspel.

Pero el 27 de enero de 1991 todo cambiaría. En plena guerra del Golfo Pérsico, Whitney Houston fue invitada para cantar el himno The Star Spangled Banner en la Super Bowl XXV. La superestrella aprovechó esta ocasión para hacer una serie de retoques a la partitura convirtiéndola en una de 4×4, típica en las canciones jazz y góspel.

¿El resultado? Se convirtió en una actuación histórica con una audiencia récord de 79 millones. De hecho, más adelante se lanzó como un sencillo y alcanzó el Top 20 de la lista Billboard.

Con el cover de I Will Always Love You ganó el Grammy a la ‘Mejor canción del año’

Al triunfo musical de la Super Bowl, le siguió el cover I Will Always Love You de Dolly Parton para la película “El Guardaespaldas” en el que Whitney Houston hizo su primer debut actoral.

A pesar de que la película no tuvo muy buenas críticas, sí fue un gran éxito a nivel profesional y personal. Respecto a lo primero, la canción vendió más de 10 millones de copias y ganó dos premios Grammy: “Mejor grabación del año” y “Mejor interpretación vocal femenina”.

Pero más allá de las estatuillas, Whitney Houston consiguió con su interpretación junto con Kevin Costner visibilizar una relación de amor interracial entre dos protagonistas. Pues, si bien, tradicionalmente, el papel se le hubiese dado a una actriz blanca, en este caso no fue así. 

La relación adictiva y autodestructiva con Bobby Brown

Cuando parecía que la vida de Whitney Houston tenía más luces que sombras, la relación con Booby Brown catapultó cualquier rayo de luz. Adictiva, tóxica y autodestructiva, así describían la unión de estas dos figuras de la música negra.

Fue a partir de este momento cuando Houston empezó a dedicar más horas al consumo de marihuana, cocaína y alcohol que a la música o que, incluso, al cuidado de su hija. 

La voz de la cantante comenzó a apagarse y con ella los éxitos, los focos y los reconocimientos que la habían llevado a la cima y por encima de las estrellas.

Whitney Houston y Bobby Brown, con la hija de Bobbi Kristina, en 1998.
Crédito: LUCY NICHOLSON / AFP

La víctima directa de la relación entre Houston y Bobbie: Kristina, la hija de ambos

Como te comentábamos, la víctima directa de la relación entre la cantante Whitney Houston y el rapero Bobbie Brown era la hija que ambos tenían en común: Bobbie Kristina. 

A pesar de que su madre intentó protegerla de sí misma y de lo que ella había sufrido de pequeña, Kristina vivió mucho tiempo rodeada de las drogas, las agresiones y la violencia. Finalmente, la joven terminó cayendo también en las adicciones.

De hecho, tres años después de la muerte de su madre, fue hallada inconsciente en una bañera y trasladada al hospital por sobredosis. Finalmente, tras seis meses en coma, la hija de Bobbie Brown y Whitney Houston falleció con solo 22 años. 

Whitney Houston con su hija Bobbie Kristina

Las drogas apagaron la voz y vida de Whitney Houston

Antes de que las drogas apagaran la vida de Whitney Houston, sus adicciones y relaciones tóxicas la llevaron a perder numerosos contratos y amistades. Entre ellas la que mantenía desde hacía mucho tiempo con su estilista y amiga Robyn Crawford.

De hecho, según fuentes directas, entre Houston y Crawford llegó a haber más que una amistad, aunque la familia hizo todo lo posible por evitarlo. Es por eso que, cuando esta le dio un ultimátum por su enfermiza relación con Brown, la cantante se hundió aún más.  

Houston fue a rehabilitación en dos ocasiones declarándose “completamente limpia” en 2010. Sin embargo, la gira por Australia de aquel año constató todo lo contrario. Definitivamente, Whitney Houston ese ángel celestial.

Whitney Houston
FOTO DE ARCHIVO: Whitney Houston se presenta durante los World Music Awards en el Thomas & Mack Center en Las Vegas, Nevada, como tributo al magnate de la música Clive Davis, quien recibió el Premio a la Contribución Destacada a la Industria de la Música, el 15 de septiembre de 2004. foto. REUTERS/Ethan Miller//Foto de archivo

Para intentar levantar su carrera e imagen, Houston participó en el remake de la película «Sparkle». No obstante, nunca llegó a verla concluida pues falleció antes de su estreno. Concretamente la noche en la que era la invitada de honor en la fiesta previa a los Grammy de su mentor Clive Davis.

Reabren el caso de la muerte de Whitney Houston: ¿y si fue un homicidio?

A pesar de que Whitney Houston había declarado en varias entrevistas que ya no consumía drogas, lo cierto es que el principal motivo de su fallecimiento fue precisamente ese: una sobredosis. El informe forense dictaminó que esa ingesta de drogas le habían producido un infarto.

Sin embargo, recientemente, se ha hablado sobre la posibilidad de reabrir el caso sobre su muerte. ¿Y si fue un homicidio? Hay investigadores señalan la posibilidad de que Whitney Houston no estuviera sola en el momento de su muerte, mucho menos que fuera accidental.

Sea como fuere, Whitney Houston pasó de icono pop a supernova superada por sus propios demonios y adicciones. Esos de los que ni siquiera la música fue capaz de salvarla.

¿Y tú, conocías la historia de una de las cantantes más premiadas de la historia de la música?

Devo López