Si quieres que tu casa sea un remanso de paz y tranquilidad en el que desconectar tras un intenso día, con el estilo slow deco estás a solo un paso de conseguirlo. 

Se trata de un estilo de decoración que promueve la sencillez, la elegancia y la durabilidad. El enfoque principal del slow deco es la calidad sobre la cantidad. Es decir, se centra en la selección cuidadosa de materiales y en la creación de un ambiente tranquilo y acogedor.

Más allá de la decoración, es un movimiento a favor de la sostenibilidad y la ética en la producción y el consumo son muy importantes. Nos anima a dejar atrás hábitos de compra compulsivos y derrochadores.

¿Suena interesante, verdad? Si quieres saber cómo integrar la filosofía slow deco a tu casa y a tu vida, ¡sigue leyendo!

Principales características del slow deco

El slow deco guarda muchas características en común con otros estilos de decoración tales como el ‘Feng Shui’, ‘Wabi sabi’ o ‘Mindfulhome’. Todos buscan conseguir que una casa sea y se sienta cómoda, agradable y hogareña. 

A continuación, te dejamos algunas de las cualidades específicas del slow deco.

slow deco

Sencillez

El slow deco es primo hermano del minimalismo. La simplicidad en el diseño y la decoración es la clave para conseguir un ambiente despejado y ordenado. Cada objeto debe tener su propio espacio, significado y valor. Recuerda “calidad antes que cantidad”.

Materiales naturales y duraderos

Conectado con el anterior punto, los materiales utilizados en el slow deco son -y deben ser- principalmente naturales y de producción sostenible. Lo segundo sería lo deseable, aunque somos conscientes de que no siempre es fácil o asequible. En cualquier caso, en tu casa no pueden faltar  piezas y elementos decorativos de madera, mimbre, bambú, lino, algodón o cerámica.

Colores neutros o pasteles

Di adiós a los colores muy llamativos o recargados como el azul oscuro, el rojo, el amarillo, el naranja, el violeta… O limitarlos sólo en piezas o detalles que quieras destacar. En su lugar utiliza tonos neutros y pasteles que ayuden a crear un ambiente más relajado y luminoso. Es decir, pinta tus paredes de blanco, gris, beige, verde olivo, azul bebé y similares. 

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Iluminación natural

A veces es complicado, pues depende de muchos factores, pero sí puedes elegir vivir en una vivienda luminosa no lo dudes ni un segundo. En caso de que no lo sea, ayúdate de elementos que potencien la poca luz que pueda entrar. Utiliza cortinas ligeras y traslúcidas, evita la iluminación artificial intensa (mejor cálida como la luz de una vela), crea espacios abiertos y, como te decíamos en el punto anterior, decora con elementos en tonos blancos o muy claros.

Objetos con significado

Tanto si estás empezando a decorar tu casa desde cero como si quieres cambiar tu estilo actual, recuerda que en el slow deco cada objeto debe tener un por qué. En el primer caso, evita comprar por comprar, en el segundo, ¡haz limpieza!

Se trata de crear una conexión emocional con los objetos, más allá de que puedan decorar. Por eso te recomendamos utilizar piezas de herencia familiar, recuerdos de viajes o que hayas realizado con tus propias manos.

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Aromas naturales

La lavanda, la canela, el jazmín o el sándalo son aromas naturales que nos ayudan a relajarnos. Hoy en día existen un sinfín de velas y ambientadores con estos y muchos otros olores que evocan calma y confort. Procura que siempre te acompañen.

Elementos que te ayudarán

Una vez claras las bases del slow deco, vamos con algunos consejos extras que te ayudarán a tener una casa confortable y agradable.

Empezamos con las plantas, sinónimo de vida. No se trata de hacer de tu casa un jardín botánico, pero sí de tener un par de ellas distribuidas por el salón. Por ejemplo, la lengua de tigre, la ficus robusta o la monstera purifican el aire y reducen el estrés. 

¿Siempre has querido tener un rincón de lectura o meditación? Este es el momento. Analiza los recovecos de tu casa con el metro en la mano y búscale hueco, ¡seguro lo encuentras! Tampoco es que haga falta mucho espacio para un sillón de lectura, una lámpara de pie y unos cojines. 

Respecto a los cojines, si puedes que sean todos de algodón orgánico para darle ese toque sostenible, suave y cómodo a tu hogar. Evita, en la medida de lo posible, materiales sintéticos o de baja calidad.

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Si vas a colocar cuadros, mejor que sean minimalistas o con fotografías personales, de la naturaleza o que te transmitan emociones positivas. Le darán un toque personal y auténtico a tu hogar.

¿Te agobia tu casa o piso porque sientes que es pequeño? Si aún teniendo lo justo y necesario te satura, usa muebles multifuncionales. Por ejemplo, una mesa de centro que a su vez pueda ser utilizada como banco y baúl. 

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