Mi historia en Australia comenzó en 2015, cuando se me acabó el dinero en mi viaje en Bali y me encontré entre la duda de regresar a España a trabajar o trabajar en Australia. Opté por la segunda opción, siempre puedo volver a casa cada vez que puedo.
“Aterricé” en Byron Bay, un lugar espectacular por lo creativo de sus habitantes, y tres días después de estar allí conocí a Darío… ¡qué cosas!
Comencé trabajando en un fish&chips y con el tiempo empecé a trabajar para la marca RVCA, a partir de ahí llegó el tiempo de lanzarme como creadora de contenidos.
La flora y la fauna es muy variada, se parece mucho a la de Canarias, aunque había cosas que la hacían diferenciarse rápidamente como, por ejemplo, que cada vez que salía a correr me encontraba con acompañantes algo singulares para mí pero de lo más normal para el australiano, me acompañaba koalas, serpientes y canguros por, prácticamente, todo el camino. También había una diferencia abismal a la hora de hacer la compra en los mercadillos locales encontrándote con el mismísimo “Thor” y su mujer, Elsa Pataky.
Australia es un lugar muy acogedor y a la par muy moderno, la cultura allí es muy diferente a la española, allí el tiempo de ocio lo quieren para compartir en familia y la moda es el apoyo al comercio local. Es un país muy adelantado en lo sostenible, la moda y todo. ¡Sus sueldos son altísimos! ¡Sus precios también! ¡Todo en equilibrio!
Con el tiempo nos dio por comprar una furgoneta camperizada, con cama, y nos dedicamos a hacer kilómetros y documentarlos en Internet. De ahí “la influencer”.
La gente me decía que vendía un sueño y que hacía soñar a los demás. ¡Me gustaba! ¡Me gusta!
¿Lo que más me gusta o me ha gustado de Australia? El surf en Byron Bay, haber podido surfear con delfines y nadar junto al tiburón ballena.
Hablar de Australia me pone la piel de gallina, ¡tengo tantas ganas de volver!
Shantal_indo