Un lugar en el mundo en el que la Navidad se celebra los 365 días del año y en el que cada 24 de diciembre se vive como en ningún otro: Rovaniemi. ¿El motivo? Se trata de la ciudad natal y oficial en la que reside Papá Noel junto a su esposa, Mamá Noel, sus ayudantes los elfos y los majestuosos renos.
Te podrás entonces imaginar cómo es visitar Rovaniemi en el mes de diciembre: una experiencia tan extraordinaria como navideña. En ningún otro rincón del mundo sentirás la magia que desprende esta aldea ubicada en el mismísimo Círculo Polar Ártico. ¿No te lo crees? ¡Sigue leyendo!
Grandes y pequeños, elfos y grinchs… ¡Sean bienvenidos todos a Rovaniemi, el hogar de Papá Noel en la Laponia finesa!
La visita de Eleanor Roosevelt: el comienzo de todo
Es posible que te preguntes el porqué, y sí, todo comenzó con la visita de la esposa del Presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt. Lo cierto es que ella, Eleanor Roosevelt, fue el motivo por el que se construyó la primera edificación en el Pueblo de Papá Noel.
Todo empezó cuando, en 1950, Eleanor anunció que viajaría hasta Rovaniemi para ser testigo en primera persona del proceso de reconstrucción de la ciudad tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.
Por supuesto, la señora Roosevelt quería visitar el Círculo Polar Ártico así que, nada más recibir la noticia, los gobernantes de Rovaniemi se pusieron manos a la obra. Como la ciudad aún no estaba lista para recibir a la Primera Dama, decidieron construirle una cabaña ocho kilómetros al norte. Esto no solo fue todo un éxito, sino que acabó siendo la semilla con la nacería el Pueblo de Papá Noel.
A día de hoy todavía se conserva en pie junto a la Oficina de Correos Central de Santa Claus.
66°33′45.9 N
Existen varias formas de llegar al pueblo de Papá Noel (Santa Claus Village), aunque lo primero y más importante es saber en qué punto exacto de Finlandia se encuentra. Por sus coordenadas está situado 66°33′45.9″ al norte del Ecuador: en la línea del Círculo Polar Ártico.
A partir de este punto ya estamos en lo que se conoce como Laponia, pero, ¿sabías que en realidad esta región atraviesa tres países diferentes? Noruega, Suecia y Finlandia. De hecho, aquí vive una de las pocas poblaciones indígenas que existen en Europa: los samis. Se calcula que son alrededor de ochenta mil personas las cuales se comunican en su propia lengua y poseen tradiciones ancestrales.
Si bien Laponia está dividida en tres, lo cierto es que la finesa es la más visitada… ¡Ya te imaginarás por qué!
Próxima parada: el Pueblo de Papá Noel
El Pueblo de Papá Noel es el principal motivo por el que miles de personas, sobre todo familias, deciden viajar a la Laponia finesa en Navidad. Se trata del pequeño parque temático en el que Papá Noel vive junto a Mamá Noel, sus ayudantes los elfos y una gran manada de renos.
Todo comenzó en 1985 cuando Joulupukki (Santa en finlandés) decidió trasladarse a este pequeño pueblo. Hasta ese año había vivido en las recónditas montañas de Korvatunturi, pero las dificultades para recibir allí las visitas de los niños y las niñas de todo el mundo le animaron a mudarse.
Desde entonces, el lugar por sí solo parece el escenario de un cuento de Navidad: cabañas de madera cubiertas por varias capas de nieve, trineos de todos los tamaños y colores, enormes abetos decorados con miles de lucecitas de colores y figuritas de navidad, duendes y elfos yendo de un lado para otro y la risa de Papá Noel resonando por cada esquina acompañada de su clásica campanita.
Para poder llegar hasta el Pueblo de Papá Noel puedes coger un vuelo directo. Eso sí, el coste de los billetes por persona puede rondar los mil euros saliendo desde Madrid. Otra opción, por la mitad de precio, es viajar a Helsinki (la capital del país) y luego tomar un vuelo local a Laponia o subirse al Santa Claus Express: un tren nocturno que te lleva a Rovaniemi en doce horas por unos cien euros.
Una vez en Rovaniemi bastará con que te subas en la línea de autobús nº 8 con destino… ¡El Pueblo de Papá Noel!
5 actividades imprescindibles en el Santa Claus Village
Visitar el Santa Claus Village es obligatorio si viajas con niños. Es una experiencia que jamás olvidarán. Además la entrada al parque es gratuita, solo pagarás por algunas actividades véase sacarte una foto con Papá Noel o enviar una carta.
¡Vamos con las imprescindibles!
- La línea del Círculo Polar Ártico. Como su propio nombre indica, se trata de una línea trazada en el suelo que simboliza este punto geográfico de la Tierra. Cuando lo cruzas, no solo puedes recibir un diploma que lo acredite, sino que, a partir de aquí, hay al menos una noche que dura 24 horas en invierno.
- La Oficina de Papá Noel. Sin duda es la atracción más visitada, pero vale la pena la espera. No todos los días puedes hablar con Santa, pedirle en persona qué quieres estas Navidades y sacarte una foto con él… Por cierto, ¡habla español!
- La casa de Mamá Noel. ¿Te imaginas cocinar galletas de jengibre junto a Mamá Noel? Solo tienes que visitar su casa. Una experiencia inolvidable a través de la cual conocerás las mejores historias y tradiciones de Laponia, así como anécdotas curiosas sobre Papá Noel.
- La Oficina de Correos de Papá Noel. Desde 1985, hasta aquí han llegado 18 millones de cartas procedentes de 199 países. ¿Te gustaría enviarle a un ser querido una carta con el matasellos oficial y exclusivo del Círculo Polar Ártico? No solo podrás hacerlo sino también especificar cuándo quieres que se reciba. ¡Los elfos se encargarán de todo!
- La cabaña de la Señora Roosevelt. Muy próximo a la Oficina de Correos, se encuentra la primera edificación del pueblo que, como te comentábamos al principio, impulsó este gran proyecto. Además, Eleanor Roosevelt fue también la primera turista de la región.
Alojamientos de ensueño en un enclave mágico
Al tratarse de un lugar tan excepcional como remoto, la oferta alojativa es muy exclusiva. Por ello, te recomendamos reservar mínimo con un año de antelación. ¡Valdrá la pena!
Algunos de los hoteles más destacados en el Pueblo de Papá Noel son los siguientes: las cabañas Glass Resort, el hotel Nova Skyland y el Santa Claus Holiday Village. Eso sí, no son para todos los presupuestos: el precio medio por persona de una noche en temporada alta ronda los 500 euros.
También es posible – y más asequible – alojarse en Rovaniemi, pues la ciudad dispone de hoteles, viviendas vacacionales, B&B y hostales.
No te puedes ir de Rovaniemi sin probar su gastronomía
Visitar Finlandia y no probar su gastronomía local es como ir a Rovaniemi y no ver a Papá Noel. En la cocina tradicional de este país, el salmón ahumado a la caja es el plato estrella. Lo podrás probar en el Santa’s Salmon Place ubicado en el Pueblo de Papá Noel.
Si quieres probar el estofado de oso o la carne de reno, el Restaurante Nili es tu lugar. ¿O prefieres cenar dentro de un iglú? Entonces, haz tu reserva en Snowman World.
Observar las auroras boreales o ir de safari en moto de nieve
Si ir a la Oficina de Papá Noel es un imprescindible en este viaje, las actividades deportivas de invierno son otro “must” de Rovaniemi que no te puedes perder. Las que te proponemos a continuación tienen un coste que oscila entre los 90 y los 200 euros cada una.
En pocos lugares del mundo podrás, por ejemplo, visitar una granja de renos, flotar en el hielo con un traje especial, hacer un safari en moto de nieve o en un trineo tirado por huskies, dar un paseo en fatbike por la nieve, pescar en el hielo o, por supuesto, ¡observar las auroras boreales!
La ubicación de Rovaniemi en el Círculo Polar Ártico la convierte en una localización perfecta para cazar las luces del norte. Aunque hay que tener paciencia y suerte, pues depende de si hay actividad o no y de si los cielos están despejados, pero vale la pena intentarlo.
¡Después de la Navidad no hay nada más mágico que las auroras boreales!
«Jou, jou, jou»… ¡Feliz Navidad!
Vivir la Navidad en la Laponia finesa con los más pequeños es una experiencia tan bonita, especial y emotiva que es hasta difícil de describir con palabras.
Lo que diferencia a Rovaniemi de otros destinos navideños es que aquí el objetivo no es recrear un show digno de la mejor película de Hollywood, sino emocionarnos y recordarnos el verdadero significado de estas fiestas: un motivo para rodearnos de las personas que más queremos y agradecer, celebrar y coleccionar momentos juntos.
«Jou, jou, jou»… ¡Feliz Navidad!
Devo López