¿Quién es Ian Suárez?

Ian es humano antes que otra cosa, persona que se trabaja a sí misma para aprender consigo mismo a través de sus propias emociones. Vulnerable que no débil con unas enormes ganas de generar en el mundo un lugar más consciente y mejor. Sensible ante la falta de humanidad por no llegar a comprender que tan solo hemos venido para ser en libertad.

¿Cuándo te diste cuenta de que algo no encajaba?

Desde que tengo uso de razón. Desde muy pequeño actuaba siendo niño porque así me sentía pero a medida que fui creciendo y me desarrollé empecé a darme cuenta de que algo en mí no estaba acorde a lo que sentía dentro. Como me desarrollé tarde, empecé a cuestionarme más tarde aún porque no estaba preparado para enfrentarme a mí mismo.

¿Qué sientes en ese momento y cómo lo afrontas?

A través de un vídeo en YouTube de Las Devermut vi un chico trans y algo dentro de mí se encendió. Poco después, decidí enfrentarme a lo que realmente llevaba muy dentro. En ese momento, empecé a buscar información, a ver todos los vídeos de chicos en mi misma situación y entender cómo funcionaba la transición. Recuerdo que la primera vez que vi la operación entendí y acepté que yo me sentía como ese chico que vi en el vídeo pero no había tenido la valentía de expresarlo.

¿Qué papel ha tenido la familia en tu transición?

Mi familia tuvo un papel primordial. Sin el apoyo de mi madre, mi hermana y mis dos padres, no hubiera sido igual. La seguridad que me dieron ellos fue la que hoy en día tengo y, por suerte o por desgracia, esto es lo que más nos afecta en el proceso. Muchos que no tienen este apoyo, se vuelven inseguros y llenos de miedos, e incluso limitan sus vidas sociales para no sentirse atacadxs.

¿Y los amigos?

Mi amiga de toda la vida, entendía cómo me sentía porque ella había visto toda mi evolución desde que jugaba al fútbol como un niño más hasta que decidí infiltrarme para no sentirme atacado por la sociedad. Ella “me enseñó a ser una mujer”. Sin ese disfraz de «Saray», no hubiera sido el hombre que soy. Los demás no eran amigxs, solo etapas, porque se creyeron ese disfraz.

¿Por qué «Ian»? ¿Lo tuviste claro desde el principio?

Cuando nació mi hermana, a quien le llevo 16 años, le puse el nombre yo y me di cuenta de que para mí no era importante el nombre, sino quién me lo pusiera. Así que le dije que eligiera un nombre para mí ya que normalmente lxs hermanxs pequeñxs no tienen la oportunidad de ponérselo al hermano mayor. Total que lo ha elegido ella (ríe).

En tus redes hablas de muchos temas que en principio se postulan como tabúes, ¿conocías de antemano tu faceta de comunicador? 

Curiosamente, cuando era pequeño tenía mucho miedo a exponerme. De hecho, en clase me daba pavor leer en alto. Pero a través de introspeccionar(me) y aprender a conocerme me di cuenta de que lo que más temía era a lo que más me tenía que trabajar porque en el fondo me encantaba. Aunque solo lo hacía en privado. Me grababa cantando o haciendo de presentador frente al espejo. Siempre escondí esa faceta.

¿Qué finalidad tiene?

La finalidad que tiene es informar, nos falta mucha información de todo tipo. Ya no solo sobre la transexualidad, sino incluso de nosotrxs mismxs. Entonces, compagino comunicar sobre mi experiencia y sobre cómo yo he aprendido a quererme sanamente desaprendiendo todo eso que nos intenta inculcar la sociedad, «el cómo debemos ser».

Te seguimos en redes y hemos visto que tampoco tus seguidores tienen pelos en la lengua a la hora de hacerte preguntas, ¿te molesta alguna?

Para nada. Creo que preguntando se puede llegar a la visibilidad, siempre y cuando pregunten para aprender y no para atacar.

Hemos visto que no te faltan «personas tóxicas» tampoco, ¿cómo afrontas los comentarios más hirientes?

No lo veo como mensajes hirientes, sinceramente. Lo veo como una falta de ignorancia. Al final, cuando aprendes a quererte a ti mismo, te das cuenta de que la ignorancia de las personas no es tu responsabilidad y, por lo tanto, no te afecta y mucho menos si son personas que no te conocen.

Sabemos también que has sacado un libro, «Diez tips para querernos sanamente», ¿qué podemos esperar de él?

Pues es algo que en la escuela me hubiera salvado la vida más de una vez cuando tuve contacto con el famoso bullying. Considero que es un libro que todxs debemos leer y que su contenido debería estar de alguna forma en nuestra educación para que lxs peques que no sigan la norma, no se sientan mal por ser diferentes.

Independientemente, nadie nos ha enseñado a querernos desde dentro. Nos enseñaron que el amor se mendiga o se busca fuera cuando solo es una falta de autoestima enorme. “Diez tips para querernos sanamente” está creado para tener una base de autoestima sólida, para empoderarnos, para saber gestionarnos y entender por qué pensamos lo que pensamos o por qué sentimos lo que sentimos sin sentirnos culpables por ello. Es aprender a descubrirnos desde nuestro interior porque ahí es donde se rige el amor verdadero. Ése que podemos dar sanamente a lo demás. Si antes no nos lo damos a nosotrxs mismxs cómo vamos a saber lo que queremos en nuestra vida.

¿Tus próximos proyectos?

Tengo dos libros más en proceso además de una marca de ropa. Por otro lado, soy actor y trabajo cada día haciendo castings. Y, hasta ahí puedo «leer» (sonríe).

Paola Bonilla