Conocemos a esta autora/artista y la seguimos muy de cerca desde sus inicios, en parte por eso de ser canaria y en parte por cómo nos gusta su forma de trabajar. La seguimos de cerca en redes sociales por su forma de reivindicar ciertos aspectos de nuestra sociedad. Reivindicaciones, muchas, con las que nos podemos sentir identificados. Y este año, justo el año en el que el Día del Libro se cambia de fecha y nos impide disfrutar  del calor y la cercanía de las firmas a las que hasta ahora hemos estado acostumbrados, ella nos sorprende con su primer libro.

Y decimos “su primer libro” y no simplemente “su libro” porque después de leerlo auguramos a la para que esperamos que vengan muchos más.

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“El ocaso del mono que arañaba la pared”, editado por Martínez Roca Ediciones, fundada en Barcelona en 1965 y parte de Grupo Planeta desde 1992, cumple perfectamente el fin de la editorial con esta novela: “ofrecer respuestas, entretenimiento y diversión al lector”. Y es que la primera obra literaria de esta joven canaria es algo rocambolesca sí, y además extremadamente divertida. De esos libros que enganchan y no necesariamente por la inquietud por resolver el final sino por lo bien que lo pasas capítulo tras capítulo.

Capítulos cortos que hacen de tu lectura una lectura amena y rápida y que enganchan unos con otros casi sin que te des cuenta. Sin duda, en la gran pantalla estaríamos hablando de “comedia romántica”. Aunque la de Sara, al contrario que el grueso de éstas, te sorprenderá con su final.

Una novela escrita por una madre durante su primer embarazo y un personaje principal que se encuentra en la misma situación llenan sus 240 páginas de detalles que hacen que no sea nada difícil empatizar con ella(s). Además, “El ocaso del mono que arañaba la pared”, se trata de un libro actual con “problemas” reales de la sociedad en la que vivimos como lo son el exceso de información o la falta de tiempo que nos aleja en muchas ocasiones de familiares y amigos sin que nos demos cuenta.

Paola Bonilla