Cuántas veces hemos oído eso de “sé exactamente lo que tengo que hacer pero no consigo dar el paso, y cuanto más tiempo pasa peor y más culpable me siento”. ¿Te resuena? Hoy quiero escribir sobre por qué nos “autoboicoteamos” o «autosaboteamos» y qué hacer para ponerle freno. 

¿En qué consiste el autoboicot?

El autoboicot por Shantal

El autoboicot es ponernos impedimentos, ir en contra de nuestros propios deseos y necesidades evitándonos avanzar. 

Por ejemplo:

  • Quiero bajar de peso pero acabo dándome atracones de la ansiedad.
  • Quiero aprobar unas oposiciones pero procrastino.
  • Deseo comenzar una relación con alguien que me gusta pero acabo alejándome de esa persona.
  • Ansío cambiar de trabajo pero luego no voy a ninguna entrevista y no reparto cv.

Y la lista continúa…

Todo esto hace que nos autofustiguemos, que nuestra autoestima acabe por los suelos y que todo este autoboicot genere mucho sufrimiento.

¿Cómo dejar de autoboicotearnos?

  • Identifica el porqué: La importancia de identificar por qué te marcas esa meta es infalible a la hora de definir tus metas, tiene que estar alineado a tus valores y necesidades.
  • Fortalece buenos hábitos: Una vez conseguimos establecer buenos hábitos en nuestra vida ya no tenemos que depender de la motivación ni de la voluntad para hacer algo. Es un buen momento para apuntar por escrito todas las rutinas que nos ayudarán a avanzar.
  • Evita posibles “tentaciones” para tu instinto de autoboicot: Eliminando toda posible distracción se te facilitará el camino, por ejemplo, evita pasarte horas en redes sociales y tener la televisión encendida, se pierden innumerables horas y la procrastinación se adueña de ti. Si en tu caso estás intentando ponerte en forma, evita comprar alimentos que no sean saludables y en tu casa ya no tendrás esas tentaciones a evitar.
  • Trabaja tu diálogo interior: Para mi de las más importantes, podemos ser nuestros peores enemigos cuando queremos y sabemos perfectamente cómo sabotearnos. Analiza cómo te hablas, qué te dice tu yo “saboteador” e intenta decretar patrones o creencias irracionales y limitantes. Hazlo siempre por escrito.
  • Aprendamos a gestionar mejor nuestra inteligencia emocional: A través del autoconocimiento, el autocontrol y la empatía. Aquí entra siempre mi persona favorita, un psicólogo. A veces nos puede resultar complicado ser conscientes de nuestras trampas cognitivas. 

¿Sabías que hasta los psicólogos necesitan psicólogos? Quitarte el paradigma de que solo tienes que ir al psicólogo por algo en concreto te hará abrir la mente y descubrir el camino a trabajar nuestra inteligencia emocional.

Piensa cada día en hacer algo que te acerque al lugar en el que quieres estar mañana.

Con amor, 

Shantal