He descubierto, investigando nutricionalmente en varias fuentes distintas cuál sería el primer queso que podrían tomar los bebés antes incluso que el yogur.

Es decir, el primer lácteo después de la leche materna o de fórmula. Se llama queso cottage… El queso cottage está elaborado a base de leche de vaca que no se somete a procesos de deshidratación, maduración ni compresión. Ésta es la razón por la que tiene una textura cremosa, suave y fresca, características que lo hacen perfecto para cualquier tipo de receta, inclusive para postres.

¡Receta válida desde los 8 meses de edad hasta los 100 años o más!

Respecto a su valor nutricional, el queso cottage contiene 12 g de proteína por cada 100 g de producto, es muy bajo en grasa, en calorías y contiene muchas vitaminas y minerales como el fósforo, sodio, vitamina B12, selenio, vitamina B1, B2, B6, vitamina A, hierro, zinc, potasio, magnesio y calcio. Sus proteínas son de absorción lenta y favorecen la producción de masa muscular. Además, el 80% de éste es caseína y el 20% suero de leche, que aportan sensación de saciedad y evitan la pérdida de músculo. 

Un queso ideal para todos en casa, desde los más pequeños hasta los adultos. Para estos últimos resulta ideal en la cenas, combinado con alguna fruta o en una tostada integral.

La receta que te propongo no tiene ninguna ciencia (cantidades a demanda):
1) Mezclar el queso cottage con arándanos enteros. Si finalmente usas la receta para tu bebé y practicas Baby Led Weaning, estalla los arándanos para que queden planos. Si le trituras la comida, puedes triturar los arándanos por separado con unas gotas de zumo de manzana bio.
2) Mezclar con el queso manualmente o triturar todo junto con la batidora y hacerlo en textura yogur, quedando un postre proteico delicioso y sano.
3) Si necesitas endulzar puedes añadir finalmente por encima un toque de sirope de arroz para bebés o de agave para adultos.

HECHO EN 2 MIN

Lucía Corominas