Antigua capital del imperio austrohúngaro y una de las ciudades más especiales de Europa: Budapest. Una joya a la orilla del río Danubio con más de 40 imprescindibles que visitar, historias que conocer y una riquísima gastronomía a degustar.

Describir esta ciudad en pocas palabras es prácticamente imposible una vez la descubres. Quizás sea por lo maravilloso de volver de un viaje con balneario con aguas termales incluido. 

A diferencia de otras ciudades, Budapest no es ostentosa ni excesivamente cara. Te permite descubrirla con un presupuesto ajustado y te enamora con cada paso y ocaso. Por lo que si estás buscando un destino para tu primera escapada… Budapest, te espera. ¡Toma nota!

Tu próximo destino favorito empieza en Buda y acaba en Pest

Budapest es una ciudad con el corazón dividido, pero perfectamente conectado desde 1849. Con la construcción del Puente de las Cadenas, la zona de Buda y la de Pest pasarían a formar una. 

¡Y vaya fusión más bonita! Es casi imposible compararlas. Mientras que Buda tiene una arquitectura clásica y elegante, su hermana Pest es más vanguardista y versátil. Ambas poseen un encanto y una esencia que no encontrarás en ningún otro rincón de Europa.

De hecho, es muy probable que te sorprenda por eso mismo: no tiene comparación. A pesar de haber pertenecido al mismo imperio que la ciudad de Viena durante muchísimo tiempo, solo guardan en común gastronomía y recuerdos.

Un paseo en barco al atardecer por los cuatro puentes que conectan Budapest

Dar un paseo en barco por el Danubio es una experiencia obligatoria. Te permite ver la ciudad con otros ojos y comprender por qué ostenta el título de ser considerada la joya del Danubio. Existen recorridos tanto diurnos como nocturnos, siendo el atardecer el mejor momento sin lugar a dudas. 

Durante una hora, como mínimo, navegaremos a través de los cuatro puentes que conectan las dos partes de Budapest. Cada uno con su historia y todos igual de importantes para esta ciudad dividida, pero profundamente entrelazada. 

El primero es el de la Libertad, encargado de conectar el Mercado Central con la Colina Gellert; el segundo, el Puente de las Cadenas, con unas impresionantes vistas al Parlamento de Budapest; el tercero es en honor a la reina de Hungría, Elisabeth de Austria y, por último, el Puente Margarita que nos conecta con un islote con el mismo nombre ubicado en medio del río Danubio.

Un pasado histórico demoledor 

Budapest es una de las ciudades europeas que mejor ha sabido conmemorar su pasado histórico demoledor con un presente y futuro esperanzador lleno de oportunidades. Sin olvidar, pero tampoco con ánimo de lucro, los homenajes a las víctimas del Holocausto nazi están por toda la ciudad.

Según datos oficiales, una de cada diez víctimas del Holocausto era húngara. No obstante, aquí el rechazo al pueblo judío comenzó a ser visible desde 1938, cuando se les privó de algunos de sus derechos.

La comunidad judía en Hungría era muy importante y, es por este motivo, que el nacismo dejó una cicatriz imborrable. En recuerdo a los cientos de miles de personas fallecidas, existen diferentes localizaciones que debes conocer.

El Monumento de los Zapatos, en recuerdo a los 250.000 judios ejecutados por el genocidio nazi a las orillas del río Danubio; el Museo del Holocausto, un espacio dedicado a conocer cómo se vivió la Segunda Guerra Mundial en el país; la Casa del Terror, se dice que antaño fue una sala de torturas… y, por último, la Gran Sinagoga. 

Conocer su pasado es muy importante para entender su presente.

El Parlamento, la Basílica de San Esteban y los Baños Szechenyi: qué ver en Buda

¿Sabías que Budapest cuenta con más de 40 localizaciones turísticas que visitar? Muchas de ellas se encuentran en la zona de Buda, la más comercial. 

Empezamos nuestra recomendaciones por el edificio más emblemático: El Parlamento. Con tarifas especiales para adultos europeos y estudiantes, dispone de diferentes horarios con guía en español incluida. Podrás consultarlos todos, así como realizar la inscripción, a través de su página web.

Próximo al Parlamento, se encuentra la Basílica de San Esteban, la más grande de Hungría. Si bien acceder al interior es completamente gratuito y recomendado, para subir a las torres es necesario pagar un pequeño donativo. 

Pasando por la Ópera Nacional y el Budapest Eye, llegaremos a la Gran Sinagoga. ¿Sabías que es la segunda más grande del mundo y la primera en Europa? Aquí la entrada no es gratuita y el acceso tiene ciertas restricciones, pero merece la pena. En uno de los jardines encontramos el Árbol de la vida, una obra que homenajea a las víctimas del nazismo. 

Por último, atravesando la comercial avenida Andrássy, llegamos hasta la famosa Plaza de los Héroes. Un homenaje a los 7 fundadores de Hungría y uno de los centros neurálgicos de la ciudad.

Si nos adentramos en la plaza, veremos el Castillo de Vajdahunyad, inspirado en el de Transilvania, y los Baños Szechenyi. Una de las mejores experiencias que ofrece Budapest con la que volverás a casa con las pilas cargadas. En concreto, Szechenyi es uno de los balnearios más antiguos, emblemáticos y grandes de la ciudad.  

Pest y sus maravillosas vistas hacia la zona de Buda

Al otro lado del río, nos esperan las mejores vistas a la zona de Buda desde tres localizaciones que no te puedes perder: la Citadella, el Castillo de Buda y el Bastión de los Pescadores. 

Para acceder a estos tres rincones debes de saber que, a diferencia de Buda, la parte de Pest es muy inclinada y con abundantes pendientes. De hecho, el primer punto, la Citadella, se encuentra en lo alto de una colina llamada Gèllert, en cuyo interior se encuentra escondida una iglesia.

El principal atractivo de la Citadella son sus vistas a toda la ciudad y sus puentes. También la impresionante Estatua de la Libertad y el Monumento a San Esteban. Diferentes esculturas que rinden homenaje a personajes muy importantes en el país. 

Si avanzamos, o bien si cruzamos desde el Puente de las Cadenas llegaremos hasta la siguiente colina. Aquí nos espera el Castillo de Buda, accesible a pie o en funicular. Se trata de un edificio de estilo clásico, enorme y majestuoso reconvertido recientemente en la Galería Nacional Húngara y el Museo de Historia de Budapest. 

Por último, el Bastión de los Pescadores y la Iglesia de San Matías. Tras dos décadas en construcción, sus 7 torres simbolizan a cada una de las tribus que fundaron Hungría. El mejor atardecer con unas increíbles vistas al Parlamento las obtendrás desde aquí.

Budapest, te hará vibrar

Pocas ciudades europeas tienen ese aire fresco y vanguardista que tiene Budapest. Sin pretenderlo, te sorprende con rincones inesperados, puestas de sol inolvidables y una riqueza cultural e histórica muy importante.

Budapest, te hará vibrar y sentir lo bonito que es descubrir un lugar dejándote sorprender y queriendo formar parte de él de alguna forma especial. Por sus calles, no encontrarás grandes lujos ni excesos, más bien una mirada humilde y honesta.

Para conocer cada uno de sus atractivos (conocidos y secretos), te harán falta, al menos, cuatro días con sus noches, por que sí… cuando el sol cae en Budapest, la ciudad no solo luce aún más bonita sino que sus bares se llenan de vida. Especialmente los denominados Ruins Bars siendo el Szimpla Kert, el bar ruina más famoso. Un concepto de ocio nocturno vanguardista que no te dejará indiferente.

Porque si algo tiene la joya del Danubio es personalidad. Una muy particular que disparará tus ganas de querer descubrirla siempre un poquito más. En pocas palabras, querer volver.

Devo López