Han pasado apenas 24 horas del estreno de la segunda temporada de And Just Like That en HBOMax y nuestras redes se han inundado de fotos de sus protagonistas correteando tanto por las calles de Nueva York como por las playas de Los Ángeles.

La plataforma nos ha dado algo más que un primer capítulo (algo a lo que nos tiene acostumbrados ya que en HBOMax al contrario que en otras plataformas como Netflix mantienen el ritmo con el que se veían las series «antaño», ¡capítulo por semana!). La MET y yo y The Real Deal son los episodios de los que ya puedes disfrutar. A partir de ahí, uno por semana.

Que conste que me considero una auténtica apasionada de las historias de Carrie, Charlote, Miranda y Samantha ya sea en la versión Sexo en Nueva York o And Just Like That pero… a los directores de esta secuela les insistiría en aquella máxima del arquitecto germano-estadounidense, Mies Van der Rohe, de «Menos es más«. O si lo prefieren en aquella mítica frase de Coco Chanel, «Antes de salir de casa, mírate en el espejo y quítate un accesorio».

¡Demasiados valores sociales en tan solo 45 minutos!

El racismo, el machismo, el abuso de la tecnología, la libertad de género, el ecologismo o, incluso, la gestación subrogada están a debate en cada minuto de estos 45. Y no se trata de que no utilicen una plataforma tan potente como lo es cualquiera que lidere nuestra Carrie Bradshaw sino de que gestionen bien los tiempos. ¡Señores, si quieren tratar estos temas trátenlos! Pero, por favor, háganlo de una forma más natural. Y, si tienen que rodar más capítulos… ¡Nosotres encantades!, como diría Che.

Miranda y Che Díaz en su casa de Los Ángeles.

Los primeros minutos fueron apasionantes. Un repaso por la vida de nuestras protagonistas, que ya no son tres (al no contar con Samantha) sino seis. Mejor dicho, un repaso de sus vestidores y su vida sexual. ¿Se puede pedir más?

De resto, estantes amarillos en el cabecero de la cama de Carrie que dudo sean cómodos en la vida real. Faldas pareo, turbantes y estampados fantásticos (dejamos a un lado el bolso paloma). Taburetes para los bolsos en los restaurantes. Bolsos a modo de barrera. Bodies de ensueño…

Charlotte y Carrie en The Real Deal.

Hablemos del doblaje… ¿fogones? ¿En serio? Con lo bien que lo tradujeron en los subtítulos del trailer… ¡HORNO! Hablemos de arneses… en fin, creo que para un primer capítulo… ¿quizá fue demasiado? Hablemos de Stanford… sí, en el primer episodio nuestra Carrie lleva un kimono fantástico dentro de casa que le había mandado Stanford Blatch desde Japón (donde se encontraría actualmente). Un gesto precioso por parte del equipo hacia la memoria del actor Willie Garson, quien fallecía a los 57 años a consecuencia de un cáncer de páncreas mientras se rodaba la primera temporada. Hablemos de…

Hablemos de Vivienne Westwood. Y es que, ATENCIÓN SPOILER, Carrie rescata de su vestidor el vestidazo que lució para la fatídica no boda con nuestro Big que pretendía celebrarse en la Biblioteca Pública de Nueva York. ¡Nos encanta!

Carrie Bradshaw con el vestido de novia de Vivienne Westwood en And Just Like That y Sexo en Nueva York.

A modo de resumen, un 7 para el primer capítulo, un 5 para el segundo pero… ¡ansiosa por ver qué nos depara el resto de la temporada! ¿Y tú? ¿Ya has visto esta primera hora y media de And Just Like That?

Paola Bonilla