El color, igual que ocurre en la naturaleza, es un elemento clave en la arquitectura. La elección del color es uno de los aspectos más importantes y fundamentales a la hora de realizar un proyecto, ya que esta elección puede condicionar el estado de ánimo de sus usuarios o visitantes. 

Las sensaciones que producen los colores en las personas no son homogéneas, ya que éstas dependen en gran medida de los factores ambientales y culturales de sus usuarios, así como los prejuicios propios de cada uno de ellos.

Hay numerosos estudios sobre el color y su influencia, y es gracias a esto que hoy en día podemos saber científicamente cómo será percibido un espacio según el color utilizado, haciendo que un mismo lugar pueda parecer frío, cálido, pequeño, amplio, acogedor… dependiendo únicamente del color y la tonalidad utilizada en los elementos que compongan ese espacio.

Es por ello que el color, a la hora de proyectar en la arquitectura, se debe de pensar e incorporar en el desarrollo del proyecto desde el inicio del mismo. Estudiando exhaustivamente qué queremos transmitir al usuario final, cómo pretendemos influir en el paisaje (colores en fachadas y cubiertas), y hasta cómo queremos contribuir energéticamente en lo proyectado (una elección de color puede hacer que un espacio sea más luminoso y éste no necesite del uso de una iluminación artificial, contribuyendo así al ahorro energético del edificio).

En definitiva, la elección del color afectará tanto a la forma de entender el edificio como de sentirlo, para ello a la hora de usar el color en la arquitectura es importante conseguir el equilibrio perfecto entre el color y la luz.

A continuación, resumiremos cómo cada color influye de forma genérica sobre el espacio arquitectónico y sus usuarios.

Azul

El azul es un color que provoca serenidad (se asocia con el mar, el cielo, el agua…) creando espacios relajantes, se asocia con la productividad. En la arquitectura es utilizado en zonas comerciales, oficinas o zonas de estudios. 

Foto: Plataforma Arquitectura

Blanco

Es el color más popular en la arquitectura actual por sus connotaciones de limpieza y pureza, cumpliendo con el “menos es más”. Su uso en la arquitectura interior en techos y paredes ayudan a crear espacios más luminosos con sensación de amplitud, y en exteriores permite un juego de luces y sombras de los elementos de su entorno.

Rojo

El color rojo es de los colores más complicados a la hora de aplicarlo en la arquitectura. Si no se estudia bien su uso éste puede crear espacios agobiantes. En la arquitectura suele ser utilizado en comercios de restauración, principalmente de comida rápida para incitar al consumo, o bien en espacios neutros para atraer la atención a las personas sobre objetos específicos. 

Amarillo

Provoca alegría y optimismo. En la arquitectura se suele utilizar en centro comerciales o negocios de restauración para captar la atención de las personas, y no suele ser utilizado en espacios de estudio o bibliotecas ya que puede provocar fatiga ocular.

Verde

Éste al igual que el color rojo, es un color inusual en la arquitectura. El color verde provoca tranquilidad y se relaciona con la salud, es por ello que donde más se utiliza es en hospitales o clínicas, así como en edificios que sugieren sostenibilidad (centros científicos-tecnológicos, etc)

Negro

El color negro es la ausencia del color. Éste en la cultura occidental se relaciona con la muerte, el misterio, el duelo, pero a su vez representa poder, austeridad y elegancia. Cuando utilizamos el color negro en la arquitectura se debe pensar bien en la iluminación para crear espacios tanto interiores como exteriores, modernos y elegantes. Su aplicación principal es en espacios de restauración nocturna. 

Violeta

El color violeta o púrpura es de los colores más peculiares, ya que es un color bastante escaso en la naturaleza. Es por ello que en la historia de la arquitectura era casi que de uso exclusivo para la realeza o para la religión. En la actualidad es utilizado en locales nocturnos, salas en hoteles, o bien en iluminación en zonas comunes como pasillos.

Naranja

El color naranja se asocia a la diversión, juventud, seguridad… al coger propiedades de los colores de los que está formado (rojo+amarillo), pero de forma menos intensa. En la arquitectura se utiliza mucho en centros infantiles, salas de exposiciones, estructuras temporales (infobox), en salas de reuniones, en definitiva, en espacios enfocados a la creatividad. 

Un ejemplo sobre la manera de influir en las personas, es un experimento que realizó una empresa de pinturas donde grabaron las escaleras de un edificio y el paso de la gente, y posteriormente, pintaron una de las escaleras con una gama variada de colores y volvieron a grabar. ¿Podrías adivinar por dónde pasó más gente? ¡Descúbrelo en la versión digital de este artículo!

En definitiva, el color influye directamente en las personas, por lo que es importante estudiar previo a su elección en un proyecto qué público queremos atraer o para que estará destinado un espacio. 

Marta del Castillo (arquitecta)