Greta Thunberg, de tan solo 16 años, es una de las caras más visibles del activismo en Europa. Desde que a finales de agosto de 2018 decidiera no asistir a su escuela hasta las elecciones generales de Suecia, celebradas el 9 de septiembre, para protestar a las afueras del Palacio del Parlamento (Riksdag) para que el gobierno redujera las emisiones de carbono, su popularidad no ha hecho más que aumentar, inspirando a estudiantes de todo el mundo.
Tal es así que desde diciembre del mismo año más de 20.000 escolares de más de 270 ciudades han participado en huelgas estudiantiles para pedir medidas efectivas que detengan el cambio climático.
Desde su intervención a las puertas del Riksdag, Thunberg ha participado en toda clase de manifestaciones y charlas en favor de su lucha; Rise for Climate, la Cumbre del Clima de las Naciones Unidas, la Asamblea Anual del Foro Económico Mundial y, el pasado mes de marzo, en la Marcha Mundial 15-M Contra el Cambio Climático.
“Huelga escolar por el clima”, reza su cartel.
Esta semana también intervino en la Eurocámara del Parlamento Europeo. «Ayer el mundo vio con desesperanza y tristeza cómo Notre Dame ardía. Algunos edificios son más que simples edificios, pero Notre Dame será reconstruido porque sus cimientos son fuertes. Ojalá nuestros cimientos fueran todavía más sólidos, pero temo que no sea así«, declaró.
La activista también protagonizó un momento muy emocionante que hizo que la audiencia la apoyara con un prolongado aplauso al afirmar que «unas 200 especies desaparecen cada día. La erosión del suelo fértil y la deforestación de nuestros grandes bosques, la contaminación del aire, la pérdida de insectos y vida salvaje, la acidificación de nuestros océanos, son desastres que se están acelerando por nuestra forma de vida«.
Su lucha en favor de un mundo mejor la ha llevado, además, a hacerse con diversos premios y condecoraciones, como convertirse en la Mujer del Año en Suecia para los tabloides suecos Aftonbladet y Expressen. También, en marzo, tres políticos noruegos propusieron postular a Thunberg al Premio Nobel de la Paz gracias a su lucha, que no solo ha movilizado a millones de personas, “sino que sería también esencial para evitar futuros conflictos bélicos ante la falta de recursos naturales”.
Ally Souza