“ADIÓS 2021”

Se nos va otro año. El año de la transición a eso que llaman “nueva normalidad”. Se acerca 2022 y con él una larga lista de deseos y propósitos. Mi primer deseo será aparcar del todo las mascarillas. Volver a respirar. Volver a ver la cara de quien comparte con nosotros un ascensor, una sala de espera, un vuelo, un lineal de supermercado. Volver a mirar más allá de los ojos. Dejar de imaginar cómo somos sin mascarilla y alejarnos por fin de la pesadilla que nos ha perseguido estos dos últimos años. Aparcar palabras como desescalada, rebrote, ola, incidencia acumulada, pcr… En definitiva, el primer deseo debería ser volver a recuperar la vida que teníamos. Renovada, sí, pero la que teníamos.

Mi segundo deseo será que nada más erupcione, que nada tiemble, que tengamos un año tranquilo, sin sobresaltos, piroclastos o coladas del averno. Que la Tierra nos de una tregua. Bandera blanca para hacer las paces con ella y comprometernos de una vez por todas a cuidarla de verdad. Ese debería ser un deseo y también nuestro primer propósito: cuidar el Planeta. Algo que va mucho más allá que saber tirar la basura en un contenedor de un color determinado.

Propósito: determinación firme de hacer algo. 

La última uva tras la última campanada va cargada de un sinfín de propósitos. Dejar de fumar, adelgazar, hacer más deporte, ahorrar, aprender otro idioma, viajar… Si vuelves a leerlos te darás cuenta de la cantidad de años que no los has cumplido y que vuelven a estar en tu lista. 

¿Y si por una vez, para este 2022, año del punto de inflexión post pandemia pensamos en un solo propósito? Un propósito que nos abarque a todos. Algo tan sencillo y complicado a la vez como el propósito de SER MEJOR PERSONA.

Puede parecer una estupidez pero es un propósito maravilloso. Ser mejor compañero de trabajo, ser mejor amigo, mejor marido, mejor hijo, mejor hermano, mejor vecino… ser mejores. Nunca es tarde para aprender a ser mejores. No pasemos por la vida como “capullos egoístas” mirando solo por lo nuestro. La vida puede ser un juego maravilloso si jugamos bien las cartas. No la convirtamos en una distopía donde nos destruyamos los unos a los otros para ser más, tener más, destacar más. No la convirtamos en un Juego del Calamar donde acabemos siendo solo un número. 

¡Feliz 2022! Mi deseo… ser mejor. Os deseo ser mejores.

Federico de Juan
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