Seguramente has oído hablar de la reserva ovárica de una mujer, pero ¿realmente sabes lo que es? La RESERVA OVÁRICA es la dotación de ovocitos de una mujer en un momento concreto de su vida.
Para poder entenderlo mejor, decir que en cada ciclo menstrual de una mujer sale un número determinado de ovocitos, desde el “almacén” ovárico, a competir por cuál va a ser el que ovule y, por tanto, podrá ser fecundado mientras el resto sufre un proceso de degeneración. Así cada mes, sale una nueva tanda de estas células a “competir”. Esa tanda que sale cada mes constituye la reserva ovárica de una mujer en un momento determinado de su vida.
Al nacer, cada mujer cuenta con cerca de 1 millón de ovocitos
En el momento del nacimiento, la mujer cuenta con aproximadamente 1 millón de ovocitos; cuando alcanzamos la primera regla ya sólo queda la mitad; y la menopausia se sucede cuando estas células femeninas se han agotado.
Debe entenderse la reserva ovárica, por tanto, como un proceso dinámico, que cambia en función de la edad de la paciente, disminuyendo cada año. Lo que determina nuestra reserva, fundamentalmente, son los factores genéticos.
Si a nuestra madre la edad de menopausia le sucedió a los 48 años, seguramente nuestra reserva ovárica también finalice con esa edad. Sin embargo, existen también otros factores externos que pueden influir negativamente, como puede ser la radioterapia, endometriosis o el tabaco.
¿Qué importancia tiene la reserva ovárica?
Como explicaba anteriormente, la importancia reside en que estos ovocitos constituyen el origen de un posible embrión al ser fecundado por un espermatozoide, es decir, un embarazo.
Aunque la reserva ovárica es importantísima para la probabilidad de embarazo, lo es más aún la edad de la mujer.
Conforme aumenta la edad, la reserva ovárica disminuye, pero también lo hace la calidad de los ovocitos.
Esto se explica porque son células que tienen nuestra misma edad. Este hecho es fundamental y nos distingue del sexo masculino, ya que los varones a pesar de cumplir años, siguen originando espermatozoides nuevos cada 75 días aproximadamente. Por este motivo no debemos compararnos hombres y mujeres de una misma edad.
¿Cómo podemos conocer nuestra reserva ovárica?
Los métodos más fiables son el recuento de folículos antrales y la determinación sanguínea de los niveles de hormona antimülleriana.
El primero de ellos se realiza mediante una ecografía transvaginal en la consulta del ginecólogo especializado. Se lleva a cabo contando el número de folículos al principio del ciclo menstrual. Estos folículos son los ovocitos que salen cada mes del ovario en la competición por ovular. Un contaje mayor a 15 folículos entre ambos ovarios se considera una muy buena reserva ovárica. Hablaríamos de baja reserva ovárica cuando este número sea menor a 8.
¿Y si cuento 10 folículos, quiere decir entonces que me quedan sólo 10 reglas? ¡No! Tranquilidad, lo que quiere decir es que, cada mes, del almacén salen unos 10 ovocitos; lo esperable es que el año siguiente esta cifra disminuya entre 1-2 folículos. Por ejemplo, una mujer de 35 años que cuenta con 10 folículos, lo esperable es que a los 36 años sean 8-9 folículos, a los 37 años 7-8… y así sucesivamente.
El otro método mencionado consiste en una sencilla analítica que se puede llevar a cabo en cualquier momento del ciclo menstrual. Según los valores obtenidos se hablará de buena o baja reserva. Los valores de la hormona antimülleriana (AMH) menores a 1 determinan una baja reserva.
Ojalá todas las mujeres puedan tener esta información en una revisión ginecológica con un especialista y así obtener la mejor orientación para que ellas puedan decidir en qué momento buscar un embarazo o valorar la criopreservación de ovocitos (congelación de ovocitos).
Alejandra García Montes de Oca, Ginecología y Obstetricia en H. Rambla