Si bien el propio Mercury se cansó de decir hasta la saciedad que sus letras no escondían ningún significado especial, dejándolas a la interpretación de quienes las escucharan, algunas de las canciones de Queen sí que son un poco más “poderosas” que el resto precisamente por su significado y contexto.

Dale a play, disfruta de las curiosidades más sorprendentes de tus canciones favoritas y descubre canciones que seguro no te habías parado a analizar:

KEEP YOURSELF ALIVE (1973, Queen)

El primer single oficial de Queen. Con él abrían su primer álbum, el homónimo Queen. Fue acompañado con una “exagerada” campaña de publicidad que logró todo lo contrario a lo esperado ya que tanto en Gran Bretaña como en EEUU fue “magistralmente” ignorada. Fue rechazado hasta cinco veces por los compiladores de listas de emisión hasta que el Dj Allan Freeman lo puso por primera vez en la radio. 

A partir de ahí EMI envió una copia de “etiqueta blanca” (un LP con una etiqueta en blanco metido en una funda de papel que iba sin el nombre del grupo porque el responsable de la promoción se había olvidado escribirlo) al programa de televisión de culto de la BBC, Old Grew Whistle Test

Al recibirlo, nadie tenía idea de qué grupo se trataba pero aún así el responsable del programa decidió emitirlo sin saber que era una de las primeras copias del primer álbum de la banda de rock.

Mike Appleton, productor del programa, pretendía preguntar a la audiencia la semana siguiente a la emisión si reconocían al grupo, pero una llamada de EMI y una avalancha de mensajes de los ya seguidores de Queen le habían dado la respuesta. 

Mantenerse vivo hasta ese momento supuso un golpe de suerte que cambiaría el rumbo de uno de los grupos musicales más grandes de todos los tiempos.

DEATH ON TWO LEGS (1975, A night at the opera).

El primer apellido de esta canción es, oficialmente, “Dedicated to…”. Fue escrita por Freddie Mercury e incluida en el albúm “A night at the opera” de 1975. Su segundo apellido no es oficial pero sí, claramente, oficioso. Freddie, cual literato inspirado por su musa, utilizó para componerla la rabia y el odio que sentía hacia el manager oficial de la banda, Norman Sheffield

Según Freddie, “la canción es tan vengativa que hasta Brian se sentía mal al cantarla”. Algo que no les frenó ni echó atrás ya que estuvieron disfrutando de ella en los escenarios desde 1977 hasta 1982.

Tras la carta de odio, Sheffield, claramente aludido, demandó tanto a la banda como a la discográfica convirtiéndose así en el oficioso acompañante del primer apellido, “Dedicated to…” .  El conflicto se resolvió de forma extrajudicial cuando ya no importaban las formas pues Freddie había logrado, con sus atrevidas declaraciones en forma de versos, señalar a quien los llevó muy cerca de la bancarrota. 

En 2013, Shefield editó un libro autobiográfico titulado “Life on two legs” en el que niega haber maltratado a la banda adjuntando los contratos que vinculaban a ambas partes. Sin duda, una canción potente y con fuerza que recomendamos como PERFECTA para aquellos días en los que desearíamos “mandar a algunos a paseo”.

ANOTHER ONE BITES THE DUST (1980, The Game)

Es cierto que quizá fue John Deacon el miembro menos reconocido de la banda pero no hay que olvidar su generosa contribución a ella. Temas como éste, “Otro que muerde el polvo”, o la favorita de Freddie y su madre Jer, Somebody to Love fueron fruto de la genialidad que también se escondía en el cuarto miembro.

En esta canción no solo la inspiración, el riff y la letra son obra de Deacy, el bajista tocaba la mayoría de los instrumentos que aparecían en ella: el bajo, el piano, las guitarras rítmica y solista (por aquel entonces no existía sintetizador). Roger añadió un poco de percusión y Brian algo de guitarra y segundas voces. “Freddie la cantó hasta que le sangró la garaganta”, decía Brian a la revista Mojo. “Le encantaba. Quería hacer que esa canción fuera especial”. Y lo logró, pues consiguió ser el single más vendido de Queen con más de siete millones de copias.

A tener en cuenta: la canción no pensaban incluirla en el álbum, hasta que Michael Jackson les dijo que estaban o que estarían locos si no lo hacían. De hecho, la canción fue escrita para ser cantada con Jackson, cosa que, finalmente, no pasó por cuestiones de agenda.

UNDER PRESSURE (1982, Hot Space)

Muchas anécdotas y curiosidades se esconden tras ésta espectacular obra maestra. La única colaboración de la banda en su conjunto con otro artista, ¡y qué artista!

Todo surgió fruto de la casualidad. Queen había adquirido los estudios de Montreux y Bowie residía allí de forma esporádica. Un día coincidieron en el estudio con la idea de que Bowie contribuyera con los coros de Cool Cat, algo que finalmente se desechó por no llegar a un consenso final entra ambas partes. Pero… de una segunda oportunidad y de una forma totalmente improvisada nació una de las mejores colaboraciones de la historia del rock, People on Street, o como finalmente la conocimos, Under pressure.

David Bowie y Freddie Mercury en el festival Live AID.

Un brainstorming de ideas cuyo riff de apertura estuvo en serio peligro tras un parón para algunos trozos de pizza y algo de vino. John Deacon, artífice de, quizá, una de las líneas de bajo más reconocidas de la historia a nivel internacional, olvidó aquello que había ideado antes de la cena y fue David Bowie quien le ayudó a recordar. ¡Gracias David! 

La fama de este punteo fue también alimentada por la controversia pues el rapero Vanilla Ice “lo tomó prestado” sin apenas ruborizarse para su hit Ice Ice Baby. Fue tan evidente que la sombra de la denuncia por parte de los autores lo llevó a pagar sus derechos antes de enfrentarse a un juez por ellos.

Según Brian, trabajar en Under Pressure “fue una experiencia difícil” que enfrentaba a cinco grandes divos de la música, por lo que se hizo a un lado en varias ocasiones en aras del proyecto y por lo que, tanto Freddie como Bowie, grabaron sus partes por separado. Algo que, sin duda, favoreció al resultado final. Así que plantearse un videoclip en conjunto, a pesar de la estrecha amistad entre varios de sus integrantes, avecinaba una batalla de egos a la que no quisieron enfrentarse. De ahí, la idea de un vídeo compuesto por imágenes de archivo que aludían a esa presión social que ponía de manifiesto el título. David Mallet hizo posible un videoclip a la altura de la colaboración con imágenes de películas como Battleship Potemkin, el silencioso Dr. Jekyll y Mr. Hyde o Nosferatu, entre otras.

Paola Bonilla