Hablamos de viajar, de verano, de vacaciones… Echando la vista atrás, ¿con cuál de tus viajes te quedas?
San Francisco. Fui de vacaciones porque teníamos un familiar allí, me quedé enamorada de la ciudad y dije que volvería. De hecho en 2011 volví y me quedé tres meses viviendo allí.
¿Qué no puede faltar en tus viajes? ¿Qué es lo primero que metes en la maleta y lo primero que piensas “que no se me olvide”?
La cámara de fotos. Una, dos, tres, cuatro… las que quepan en la maleta y el bolso, por si fallan.
Y en cuanto a outfit, maquillaje… ¿Cuál es tu imprescindible?
Suelo coger siempre básicos, vaqueros, camisas blancas, camisetas de rayas… Prendas que se puedan mezclar unas con otras. Más o menos me hago el look del día, pero busco que después puedan combinarse entre ellas y así lograr un look diferente.
En un viaje tan largo como el de San Francisco, ¿recurres a compra local?
¡Sí! Sobre todo en Estados Unidos que está lleno de outlets. Llego con la maleta llena y regreso con la maleta más llena todavía. Si no recuerdo mal, trajimos una maleta adicional con ropa que habíamos comprado.
¿Prefieres la arena de la playa o la tumbona de la piscina?
La arena de la playa. Desde pequeña soy incondicional de Playa Jardín y Punta Brava (Puerto de la Cruz). Les tengo un cariño especial y me gusta ir. Allí me siento cómoda.
¿Cómo sería tu día de verano especial?
Si hace sol, playa. Es un plan que me encanta. Me gusta ir desde por la mañana, llevarme todo, comer allí, merendar allí… hasta que llegue el atardecer. Llegar los primeros e irnos los últimos. Para mí eso sería un día perfecto de verano. Y si no hace sol, aprovechar algún sitio de la isla para salir a pasear, hacer alguna excursión y conocer un poco de la isla. Creo que no tenemos esa cultura de salir a conocerla y yo por lo menos estoy implicándome en ello.
En ese día especial de verano, ¿qué te apetece comer?
Cositas muy nuestras como un pescadito con papas guisadas. Pero, lo que me apetece a todas horas y en cualquier lugar son los helados, podría estar comiéndolos todo el día. ¡Soy muy golosa!
¿Un consejo para tus seguidoras a la hora de viajar?
Menos es más. Que no se carguen de cosas de “por si acaso”. Que busquen básicos y que luego entre unos y otros puedan ir mezclando. Ése es el consejo más sabio que les puedo dar, porque en destino, si quieren comprar algo en negocios locales, es más fácil traértelo que irte con la maleta llena y llevarte otra maleta con más cosas, como me pasó a mí en San Francisco (ríe).
¿Tus viajes son más por trabajo o por placer? ¿Te llevas a tus hijos?
Fifty Fifty. Cuando viajamos de vacaciones sí nos vamos todos. Buscamos destinos a los que sabemos que podemos viajar con ellos. El primero con mi hijo Arturo fue a Nueva York y fue muy bien. Habíamos pensado que iba a ser un desastre y algo osado por nuestra parte, pero fue genial. A Italia fuimos con los dos y a otras islas como Fuerteventura y Lanzarote. Este año nos vamos todos a Portugal.
¿Qué recomiendas a las mamás en cuestión de viajes?
Paciencia y mente abierta, porque muchas veces cuando viajas tienes unos planes y unas cosas que hacer y, realmente, es muy probable que no salgan, sobre todo teniendo niños. Entonces que estuvieran abiertas a cambiar los planes por todo lo que pudiera pasar.
¿Destino que te gustaría visitar?
Soy una apasionada del mundo. África me llama mucho la atención. Sudáfrica, Kenia, Tahití. Con mi marido tengo pendiente el viaje a Hawai pero también queremos ir todos juntos. Si tuviese que quedarme con uno sería Hawai.
Paola Bonilla Francisco Fernández