En los últimos años, descubrir las ciudades desde otra perspectiva se está convirtiendo en una práctica cada vez más atractiva para los viajeros. Recorridos culturales, espectáculos visuales, safaris nocturnos o cielos estrellados, son los secretos que guarda la noche para aquellos viajeros más curiosos.
Cuando el sol desaparece y se encienden las luces de la noche, esta nueva forma de explorar los destinos turísticos cobra vida.
El turismo nocturno se ha convertido en tendencia, ofreciendo experiencias inolvidables que van más allá de la tradicional vida nocturna que ofrecían bares y discotecas. Las actividades nocturnas que brindan las ciudades hoy en día permiten a los turistas obtener una perspectiva única de los destinos y vivir experiencias que no están disponibles durante el día. De esta forma, el aumento de eventos, mercados y espectáculos por la noche, ha enriquecido la calidad del turismo atrayendo a viajeros interesados en la cultura y fomentando puestos de trabajo.
Cuando la luna está en lo alto, algunas ciudades se transforman, ofreciendo escenarios perfectos para la fotografía. Lugares como la Torre Eiffel, Times Square, los templos de Kioto, son algunos ejemplos de cómo puede llegar a realzar la belleza de los destinos la iluminación nocturna. Los mercados nocturnos de Bangkok, Tailandia donde los viajeros pueden disfrutar de la comida callejera tailandesa.

Cada vez más, se ofrecen actividades llenas de misterio como tours de fantasmas en Edimburgo o Nueva Orleans que relatan la historia y leyendas de cada lugar, combinando la narración de sucesos paranormales con la arquitectura histórica de las ciudades.
Vivir la noche en la naturaleza.
El atractivo de la noche para los viajeros no solo se queda en las ciudades. Para aquellos que buscan una conexión con la naturaleza, también hay destinos impresionantes en los que disfrutar de momentos inolvidables. Contemplar auroras boreales en Noruega, Islandia o Canadá es una de las experiencias más demandadas, el cielo nocturno se llena de luces de multitud de colores creando un espectáculo natural. El turismo astronómico en destinos como el desierto de Atacama en Chile, es otra de las actividades mágicas gracias a su cielo despejado y libre de contaminación lumínica que lo convierte en uno de los mejores lugares del mundo para admirar el universo.
Tranquilidad y calma en la experiencia nocturna.
Los safaris nocturnos en Sudáfrica y Kenia permiten admirar especies que son más activas después del anochecer y observar la vida salvaje de una forma distinta. La navegación por ríos bioluminiscentes en Puerto Rico y México, en los que el agua brilla con un resplandor azul verdoso al moverse creando una sensación de ensueño.

Una de las principales razones por las que cada vez hay más personas realizando esta tendencia es la mayor intimidad y exclusividad que ofrece, ya que es posible disfrutar de un ambiente más tranquilo, sin filas multitudinarias y calles abarrotadas de gente. Es el momento ideal para recorrer monumentos históricos como el Coliseo de Roma iluminado, las pirámides de Giza en Egipto, la Alhambra en Granada, el Louvre en París o el MET en Nueva York que ofrecen horarios nocturnos para el disfrute de una visita más tranquila y sin aglomeraciones.

El turismo nocturno ha llegado como una tendencia y, sin embargo, se está estableciendo de forma habitual como manera de explorar las curiosidades de las ciudades, la magia de la naturaleza y el patrimonio cultural y vivir experiencias desde una perspectiva completamente nueva.
Silvia C. Rodríguez