Fue tras una insaciable búsqueda cómo descubrimos el Valle de Arán o Val d’Aran. La suiza española escondida entre montañas de infarto y nieve, mucha nieve. Reúne todo lo que podría esperarse de un destino soñado por Navidad. Casi salida de un cuento de Disney, esta pequeña localidad se encuentra en pleno Pirineo catalán.
Durante siglos, sus habitantes vivieron prácticamente aislados a causa de la caprichosa orografía pero gracias a la construcción del túnel de Vielha en 1949 pudimos conocer los tesoros de este increíble valle con el corazón y su historia dividida entre España y Francia (limita con Aragón y el sur francés).
Paisajes montañosos y alpinos cubiertos de un blanco impoluto, pequeños pueblos con una arquitectura aragonesa intacta bordeados por riachuelos, una gastronomía exquisita y la mejor estación de esquí de España.
¿Quieres descubrir algunos de sus secretos? Nos adentramos en el Valle de Arán por Navidad, ¡Felices fiestas!
Poco más de 10.000 personas repartidas en 33 pueblos
El Valle de Arán está formado por 33 pueblos que nos recuerdan a los mismísimos Alpes suizos. Las casas, los restaurantes, las pequeñas tiendas locales y las iglesias están construidas y revestidas con piedra natural, madera y pizarra. Las formas y las tradiciones han pasado de generación en generación durante cientos de años. Ahora poco más de 10.000 personas viven aquí.
¿Sabías que el 30% del territorio está por encima de los 2.000 metros de altitud? El patrimonio histórico, cultural y natural que esconden es único. Visitarlo es imprescindible, como también lo es disponer de un coche para poder hacerlo.
Conducir por su serpenteante carretera rodeados de escarpadas montañas nevadas es una experiencia inolvidable. Si bien es difícil poder conocerlos todos, existen 5 que son parada obligatoria, ¡más aún si vamos en Navidad!
Viella, Bossost, Les, Bausen y Baqueira
Partimos a orillas del río Garona para conocer Vielha, la capital del valle. Una interesante localidad donde podemos descubrir cómo vivían antiguamente sus habitantes gracias al Museo del Valle o patinar en un Palacio de Hielo.
Siguiendo la carretera principal, nos toparemos como Bossost. Este idílico pueblo es el paraíso para los senderistas por la cantidad de rutas que parten desde aquí. Si por el contrario, eres amante del arte románico, te encantará visitar la iglesia de Santa María de la Purificación o el Castillo Soala de Casteràs que data del medievo.
Si continuamos, Les y Bausen son pueblos de parada obligatoria, de los más bonitos del valle que nos encontraremos. Les, por su parte, es muy famoso por los históricos baños termales que se remontan a la época romana. Por otro lado, Bausen es el último territorio español, si avanzamos ya estaremos en la zona francesa. Es un clásico pueblo aranés con tejados de pizarra de color negro. Las vistas desde aquí de todo el valle son maravillosas.
Por último, Pla de Beret es un pequeño puerto de montaña ubicado a más de 1.800 metros sobre el nivel del mar. En él nace el río Garona, que desemboca en Francia, y el río Noguera Pallaresa, famoso por sus aguas bravas. La belleza y atractivos de Beret nada tienen que envidiar al resto.
Nieve y adrenalina en una de las mejores estaciones de esquí de España: Baqueira Beret
Precisamente en nuestra última parada se encuentra uno de los atractivos más famosos de esta zona del Pirineo catalán: Baqueira Beret.
Entre las muchas maravillas por las que el Valle de Arán es conocido, Baqueira es la más internacional. Se trata de una de las estaciones de esquí más importantes de Europa y la más grande de España. Para hacernos una idea, abarca 160 kilómetros y cuenta con más de 100 pistas para esquiar: negras (16), rojas (39), azules (46) y verdes (6).
A lo largo de toda la estación hay 34 remontes que interconectan las diferentes áreas de Baqueira, Beret y Bonaigua. Asimismo disponen de un estadio de slalom, dos snowpark y 25 escuelas de esquí para que niños y mayores puedan aprender y disfrutar este emocionante deporte.
Una deliciosa gastronomía como cena de Navidad
¿Qué es la Navidad sino la época más deliciosa de todo el año? Celebrar la cena de Nochebuena con el sabor de una exquisita gastronomía como la de Valle de Arán, un privilegio.
Comenzamos degustando una verdadera olla aranesa que nos ayudará a entrar en calor. Continuamos con un confit de pavo o un civet de senglar (jabalí), dos platos tradicionales igual de sabrosos pero no apto para todos los paladares. Para finalizar, unos riquísimos tronquets, un dulce muy parecido a los rosquetes.
Bueno… ¡y que no se te olvide brindar con su sidra tradicional! Además de estar buenísima, la fabrican allí mismo desde hace varios siglos. Otra recomendación es ir al pueblo de Salardú y parar en Restaurant Braseria Er Amic.
Alojamientos de ensueño: ¿Casa rural u hotel de 5 estrellas?
En Val d’Aran, desde que te despiertas hasta que te duermes aprendes a disfrutar de los pequeños placeres de la vida, como leer al calor de una chimenea mientras fuera hay una tormenta de nieve, escuchar el silencio o, simplemente, (des)conectar. Para garantizar una experiencia vital reconfortante, la oferta alojativa del valle es de lo más diversa.
Si buscas una oferta alojativa premium existen desde apartamentos hasta complejos hoteleros de ensueño. Si viajas con un grupo de 8 personas, la empresa FeelFree Rentals cuenta con varios apartamentos de lujo por todo el valle.
Por el contrario, si vas con tu pareja, el Eira Ski Lodge o el Hotel AC Baqueira Ski Resort en Baqueira-Beret, son perfectos. ¡Tienen acceso directo a pistas de esquí, saunas, spa y restaurantes! Todo para garantizarte unas navidades maravillosas.
¿Prefieres una opción más rural y local? Entonces, te recomendamos Casa Rural Picó Russell. Una preciosa casona reformada con más de 200 años de historia. Techos de madera, chimenea de leña, mecedoras…¡No puede ser más hogareña! También, el Hotel Blue Arán con vistas a las montañas y una relación calidad-precio inigualable.
En el Valle de Arán, te darás cuenta de que existen opciones para todos los tipos de viajes, presupuestos y personas.
El mejor destino para vivir la Navidad
El Valle de Arán nos parece el mejor destino para vivir la Navidad y despedir el año. Rodeados de su intensa naturaleza de bosques caducifolios y de coníferas, alternados con prados alpinos y subalpinos, y bellos tramos fluviales. Un paisaje que se te queda grabado en el corazón.
Aquí tu única preocupación será… ¡Ninguna! Convierte estas fiestas en memorables en un lugar único rodeado de las personas que quieres. Al final, eso es lo que cuenta: la compañía y los momentos que creamos con ella. ¡Haz que sean inolvidables!
Devo López