Un año más superado… Pese a todo, parece que los que quedamos vamos a tener la suerte de sobrevivir al 2020 y de qué forma…
Esta carta se ha escrito, se ha borrado y se ha vuelto a escribir tantas veces… No se trata del síndrome de la hoja en blanco, al contrario pasan tantas cosas en tan solo días, se mueven tantos datos… Dependiendo del día y del momento estamos o no esperanzados, nos sentimos o no afortunados, estamos o no decepcionados. Parece que lo vamos a superar pero, cuánto hemos dejado atrás. Hemos dejado atrás a familiares y amigos en el peor de los casos y, en el mejor, una larga lista de besos y abrazos por dar.
Decíamos allá por marzo que de ésta saldríamos mejores. ¿Somos mejores? ¿Lo hemos hecho bien? ¿Lo estamos haciendo bien? Con la autocrítica por bandera queremos dejar nuestra opinión y pesar, en referencia a los meses que hemos vivido y estamos viviendo, a un lado. Difícil, ¿verdad?
Desde le punto de vista profesional ha sido un año duro, muy duro. Seguro que casi igual de duro que el que has pasado tú. Pero The Pocket Magazine parece que también sobrevivirá al 2020 y en este caso parece que sí, que saldremos mejores y reforzados. Ha sido un año de hacer piña sin miramientos. De hacer piña y hacer familia porque en esta revista cada día que pasa nos parecemos más a una. Nuestros redactores han hecho un esfuerzo por alimentar nuestra web más de lo que hasta ahora lo habíamos hecho logrando así triplicar el contenido y triplicar también nuestras visitas. Nuestro diseñador gráfico nos sorprende en este número con el mejor de los diseños de los que hemos disfrutado hasta ahora. La redacción ha trabajado a fondo por elaborar una temática atractiva. Los colaboradores se han esforzado por darnos aún más y mejor. Nuestros clientes “se han remangado” para mantenerse fieles a nuestros soportes papel y digital. Nuestros lectores… ¿qué decir de nuestros lectores? Han permanecido ahí presentes. Presentes en sus likes y comentarios en redes, presentes en las visitas a la web, presentes en las cifras de ventas en los quioscos. “Presentes” que desde el principio se convirtieron en un regalo, en pequeñas dosis de felicidad y “gasolina” que nos daban la fuerza necesaria para realizar el más difícil todavía y parece que lo vamos a conseguir, ¡ESTAMOS AQUÍ!
La coyuntura socioeconómica que afrontamos ha tocado de lleno nuestro sector y muchos han caído después de muchos esfuerzos. Se le hizo un jaque nuevamente al papel pero la mayoría seguimos adelante. Es momento de unir fuerzas y pedir ayuda, porque necesitarla nunca fue una debilidad. Las distribuidoras, quiosqueros y medios necesitan/necesitamos más que nunca el apoyo de sus/nuestros lectores. Necesitamos que, entre todos, los mejores momentos del domingo sigan siendo aquellos que acompañamos con café y una buena lectura.
¡Fuerza, ánimo y, pese a todo, felices fiestas!
Paola Bonilla