Con una marcada sensibilidad y una visión clara de la mujer contemporánea, Sophia Villarroel asume la dirección creativa de Hannibal Laguna WHITE aportando frescura, equilibrio y propósito. En esta entrevista, nos habla de su primer reto al frente de la firma: reinterpretar el ADN de una casa histórica con una mirada moderna y cercana, donde el lujo y la feminidad conviven con naturalidad y emoción.
¿Cómo llega esta oportunidad a tu vida y qué significó asumir la dirección creativa de una firma como Hannibal Laguna WHITE?
Fue una propuesta que me llegó en un momento muy orgánico de mi carrera. Asumir la dirección creativa de WHITE ha sido un reto apasionante: partir de una hoja en blanco pero con el respaldo de una firma con tanta trayectoria y prestigio. Para mí, significó la oportunidad de crear una nueva voz dentro del universo Hannibal Laguna, con respeto, pero también con una visión nueva, muy conectada con la mujer contemporánea.
Poder desarrollar una colección con identidad propia dentro de una firma emblemática, aportando mi visión y sensibilidad al universo de la moda de ceremonia, pero con una lectura actual y adaptada al presente.
Hannibal Laguna tiene una herencia reconocida en el mundo de la moda española. ¿Cómo ha sido entrar en un universo con tanta identidad y aportar tu propio sello?

Es una marca con un ADN muy marcado: el dominio de los volúmenes, la feminidad escultural, la elegancia. Yo he querido conservar ese lenguaje, pero interpretarlo con una mirada más fresca, más actual. WHITE es un puente entre ese universo y una mujer que busca piezas especiales. Mi sello es esa mezcla entre belleza, pragmatismo y moda.
¿Cuál dirías que es tu visión de la feminidad, y cómo se traduce en las colecciones de WHITE?
Para mí, la feminidad es sinónimo de fuerza sutil. No creo en los estereotipos, sino en la autenticidad. Las prendas de WHITE están pensadas para mujeres que se cuidan, que tienen criterio, que buscan destacar sin estridencias. Las siluetas fluidas, los tejidos nobles y cortes impecables… todo está diseñado para acompañar, no para imponer.
¿En qué aspectos te sientes alineada con el legado de Hannibal Laguna y en cuáles quieres marcar un nuevo rumbo?
Me siento muy alineada con su amor absoluto por la calidad, por el detalle, por realzar la figura femenina. El nuevo rumbo que propongo pasa por introducir un lenguaje más versátil, más conectado con el día a día, sin perder su ADN histórico. Creo que eso es lo más contemporáneo que puede tener el lujo: ser deseable pero también llevable.
¿Qué referencias estéticas, culturales o personales han influido en tu primera colección para la marca?
Mi formación multicultural y mi pasión por el arte contemporáneo están muy presentes. Me inspiro en mujeres reales, en la arquitectura orgánica, en la pintura. Pero también en los gestos cotidianos: cómo se mueve una mujer al caminar por la ciudad, cómo combina una blusa con unos vaqueros y sigue siendo elegante. Esa naturalidad estudiada me inspira mucho.
WHITE se distingue por su elegancia atemporal. ¿Cómo mantienes ese equilibrio entre la sofisticación clásica y un lenguaje de moda contemporáneo?
Lo consigo trabajando mucho los materiales y los cortes. Es fácil caer en el exceso cuando se busca elegancia perfecta, pero lo verdaderamente redondo es lo medido. Apuesto por líneas puras, colores sobrios pero luminosos, detalles que solo se perciben de cerca. El resultado es una prenda que no pasa de moda, pero que se siente completamente actual.
Vivimos un momento de transición en la industria: sostenibilidad, diversidad, nuevas consumidoras… ¿Cómo abordas estos temas desde tu nueva responsabilidad creativa?
La sostenibilidad no es una tendencia, es una obligación. En WHITE trabajamos con proveedores responsables y buscamos producciones muy controladas, priorizando calidad sobre cantidad. También pensamos en mujeres diversas, no solo en términos físicos, sino de estilo de vida. Queremos vestir a mujeres que valoran el diseño, pero también el propósito detrás de cada prenda.


¿Cómo describirías a la mujer Hannibal Laguna WHITE?
Es elegante, segura de sí misma, con una sensibilidad estética muy afinada. Le gusta invertir en moda con intención. Es una mujer activa, que cuida su imagen, pero que no se disfraza. Busca prendas que le hablen, que le acompañen en momentos importantes. Sabe lo que quiere y sabe cómo quiere sentirse en ese evento especial: serena, deslumbrante, fiel a sí misma.
¿Qué importancia tienen los tejidos, los volúmenes o el color en tu narrativa como diseñadora?
Son fundamentales. El tejido es lo que da vida a la prenda, lo que define cómo se mueve, cómo se siente al llevarla. Los volúmenes los trabajo con mucho respeto: deben favorecer y no dominar. Y el color lo utilizo como una emoción: los neutros son mi base, pero siempre hay un matiz inesperado, un tono que sugiere algo más.
Por último, ¿qué sueñas construir dentro de la firma en los próximos años?
Me encantaría que WHITE se consolidara como un referente de lujo accesible en España y fuera de ella. Que las mujeres reconozcan en nuestras colecciones un estilo de vida, una manera de ser. Y sobre todo, seguir emocionándome con cada nueva colección. Para mí, eso es lo más valioso: seguir creando desde la verdad y el entusiasmo.
Convertir WHITE en un referente para las mujeres que buscan piezas únicas para momentos únicos. Quiero que se nos reconozca por ese equilibrio tan especial entre lujo, diseño y cercanía. Y seguir creciendo creativamente, manteniendo la exigencia, la ilusión y el respeto por cada prenda que sale de nuestro equipo.
Paola Bonilla


























