¿Quién dijo que para tener hijos era necesaria una relación amorosa? Con la aplicación de citas Lullamate, tú decides si quieres ser «Lulla» o «Mate». La revolución de las familias ha venido para quedarse, los modelos -como las personas- cambian.

En The Pocket Magazine hemos tenido la oportunidad de charlar con la CEO de Lullamate, la ingeniera Esther Peñalver, para saber más sobre este proyecto que acaba de nacer.

¿Qué es Lullamate y quiénes se encuentran detrás de este gran proyecto?

Lullamate es una aplicación móvil para conocer a personas con las que tener un hijo. En definitiva, es el lugar donde se dan encuentro todas aquellas personas que quieren ser padres y madres, y ésa es la única premisa con la que se registran nuestros usuarios.

Entendemos que el uso de apps para conocer gente es algo muy extendido y normalizado. Las hay de diversos tipos, tratando de adaptarse a las demandas de los usuarios.

Puede ser una imagen de texto que dice "Encontrar una persona compatible que tenga en sus planes tener hijos Encontrar una pareja compatible que tenga en sus planes tener hijos"

Sin embargo, no se había priorizado, hasta el momento, la intención de tener hijos, con independencia del modelo familiar buscado, y es ésa precisamente la propuesta de valor de nuestro proyecto: formar una familia. ¿Cómo? Como tú quieras.

Nuestro objetivo es ayudar a cumplir el deseo de ser padre o madre, ya sea en el marco de una relación de pareja o sin tener un vínculo romántico de por medio. Ahora, todas aquellas personas con este deseo ya saben dónde buscar a su ‘compañero de canción de cuna’ (Lullamate en inglés).

Detrás de Lullamate hay 4 emprendedores murcianos, de distintas generaciones, situaciones familiares, estados civiles y bagajes, pero todos convencidos de que se está produciendo un cambio de paradigma y una necesidad real pendiente de resolver, a la que la tecnología no puede dar la espalda.

¿Por qué “Lullamate”?

Porque cada vez veíamos, de manera más habitual, que hay personas que renuncian a tener hijos, no por decisión propia, sino empujados por las circunstancias que les rodeaban. Renuncias que, en muchos casos, podían evitarse si aceptamos que las familias tienen multitud de formas.

«Es un hecho que cada vez retrasamos más la edad para tener un hijo»

Hicimos un trabajo intensivo de campo para entender la problemática. Es un hecho que cada vez retrasamos más la edad para tener un hijo. Un porcentaje significativo de mujeres entre 35 y 39 años no han abordado todavía el proyecto de maternidad por no tener la pareja adecuada. Otro tanto, por encima de los 45 años, no han tenido hijos por la misma razón y aseguran haber querido tenerlos. Y, prácticamente, 1 de cada 2 hombres gays reconocen querer tener hijos y encontrar grandes barreras para ello.

Nuestro proyecto responde a la evolución social en tiempos de una sociedad digital, donde la tecnología se utiliza, una vez más, para mediar, para solventar. Somos esa alternativa que muchas personas, incluso sin saberlo, estaban buscando.

Esther Peñalver, CEO de Lullamate.

En mi caso particular, en el momento en el que me planteé ser madre, con treinta y tantos, no tenía pareja. Las aplicaciones de citas me frustraban más que ayudaban, en primer lugar, porque el objetivo que persiguen es muy diverso y requería de un trabajo de ‘filtrado’ que desgastaba bastante.

Por otro lado, esa búsqueda de pareja, siempre condicionada con intenciones de tener un hijo, hacía que me planteara cuestiones más trascendentales. No siempre coincide de quién te enamoras con los planes de vida de ambos. Esta cuestión tambaleó mis creencias, e hizo que me planteara si era posible disociar ambos proyectos, el sentimental y el maternal, y desarrollarlos de manera paralela.

Haciendo una simple observación del entorno, fui consciente de que el modelo de familia ya no se restringía al tradicionalmente extendido (matrimonio heterosexual con hijos), y creía firmemente que había muchas otras fórmulas perfectamente válidas. Un único modelo de familia no puede responder a la pluralidad de la sociedad en la que vivimos.

Lullamate nació de una necesidad personal pero, ¿qué te inspiró a dar el paso de convertirlo en una startup? Desde luego no es un camino rápido ni sencillo.

Cuando comencé a compartir la idea encontré refuerzos muy positivos en mi entorno, pese a que la primera reacción siempre generaba sorpresas e incluso dudas.

Sin embargo, solo hacían falta unos minutos de conversación y debate para que se unieran los puntos de la evidencia.

Al margen de confirmar con mi entorno que existía una necesidad, comprobé que otros países ya habían abordado esta cuestión ofreciendo soluciones desde la tecnología, por lo que entendimos que había una oportunidad empresarial con la que podíamos ayudar a muchas personas.

Lullamate está dirigido a perfiles muy diferentes, pero que suelen encontrarse. Por un lado, personas que quieren una pareja con la que tener un hijo, por otro, las que solo quieren un hijo y, por último, las que por su condición sexual se ven limitados. ¿Lo concebisteis así desde el primer momento o la idea ha ido evolucionando a medida que fuisteis detectando las necesidades de otras personas?

La idea central siempre se basó en el deseo de paternidad o maternidad no cumplido. Y, desde ese enfoque, se dibujaban diferentes perfiles a los que dirigirnos, aunque con casuísticas muy variadas. Entendimos, desde el principio, que los usuarios mayoritarios podrían ser aquellos que buscaran una pareja, una relación sentimental, que también tuviera en su plan de vida tener hijos.

Sin embargo, también quisimos dar respuesta a la pluralidad de la que hablaba antes, y que Lullamate fuera lo suficientemente flexible como para cubrir otras demandas. Entre ellas, las de aquellas personas, independientemente de su condición sexual o situación sentimental, que se plantearan, de manera madura y pragmática, compartir la crianza de un hijo desde un vínculo afectivo diferente, sin una relación romántica de por medio.

Tenemos en nuestro entorno a muchos amigos gays, solteros o en pareja, que nos hacen ver lo complicado que es para ellos poder tener un hijo. También hombres y mujeres heteros, solteros en la treintena, que no quieren abordar la maternidad o paternidad en solitario, pero tampoco pretenden condicionarla a encontrar una pareja sentimental. Para estos colectivos, la coparentalidad es una alternativa muy interesante.

“Tener un hijo es fácil, con quien, no tanto”, ¡cuánta razón! ¿Por qué cuesta tanto encontrar a una persona con la que tener un hijo? ¿Es el miedo al compromiso? ¿O el hecho de que, hasta Lullamate, no se había hablado de la posibilidad de ser padres/madres sin compromiso?

Creo que, por nuestro bagaje cultural y social, es fácil asociar la idea de tener hijos a la necesidad de tener una relación sentimental e, inevitablemente, al compromiso.

Sin embargo, ese deseo de tener hijos es una cuestión absolutamente vital.  Cuando lo decides libremente y tu situación facilita que puedas acometer este proyecto, no se percibe la frustración. Pero cuando, desafortunadamente, no te acompañan tus circunstancias y escapan a tu control, se produce un gran dolor.

«Las personas a las que conoces también tienen el mismo objetivo que tú, tener hijos».

De ahí la importancia de poder ayudar con algo que ya es tan habitual como son las apps de citas, aliviando frustraciones y acortando tiempos, sabiendo que las personas a las que conoces también tienen el mismo objetivo que tú, tener hijos.

¿Cuáles son los pasos que tiene que seguir una persona que nos esté leyendo para formar parte de Lullamate? ¿Basta con descargarse la App?

Puede ser una imagen de una o varias personas y texto que dice "#Lullainfo Be Mate: busco una persona compatible para coparentar √口"
Créditos: Lullamate

Lullamate ya está disponible para su descarga en las Stores para Android e iOS. Una vez descargada, el usuario tendrá que difinirse.

Por un lado, será ‘Lulla’ si busca una relación romántica con una persona que tenga también en sus planes tener un hijo, por otro, será ‘Mate’ si lo que busca es una persona para coparentar o, lo que es lo mismo, compartir la crianza de su hijo.

En segundo lugar, responderá a preguntas imprescindibles que ayudarán al algoritmo a hacer bien su trabajo y, de esta manera, conectar con personas compatibles en estilo de vida, valores, educación, creencias y otras cuestiones imprescindibles con las que conversar y conocerse.

Habéis publicado recientemente la Guía Family Revolution, ¿qué podemos aprender en ella?

Al igual que ha cambiado la forma de tener pareja a través de las apps de citas, también está cambiando la forma de tener hijos.

En esta guía hemos pretendido mostrar de cerca lo diversa que es la manera de convertirse en madre y padre a día de hoy. Todo gracias a multitud de cambios culturales y sociales que han ocurrido los últimos años (reproducción asistida, parejas de hecho, matrimonio gay, coparentalidad, etc.)

La guía es gratuita y se puede descargar desde nuestra web.

¿Podrías hablarnos un poco más sobre la coparentalidad? ¿Para quiénes está pensado? ¿Qué debemos de tener en cuenta a la hora de elegir la copaternidad? ¿Es lo mismo que la custodia compartida?

Probablemente es un término que aún no nos resulta muy familiar. Sin embargo, es algo que vienen haciendo desde hace décadas todas las parejas divorciadas o separadas que han tenido hijos en común.

Se trata de compartir la crianza de los hijos, sin que medie una relación romántica entre los progenitores, acordando los derechos y responsabilidades como padres y madres, y compartiendo recursos, valores y amor.

Lo has dicho bien, es lo mismo que una custodia compartida que, por cierto, en España practican el 46% de los padres divorciados con hijos menores.

En Lullamate, de momento, no asesoramos en este sentido (está previsto hacerlo en una segunda fase). No obstante, sí que abogamos por la madurez y el sentido común a la hora de llevar a cabo la coparentalidad.

En primera instancia, dedicando un tiempo de calidad para conocerse en profundidad, como dos buenos amigos. Por otro lado, en los casos que conocemos, se han establecido las bases de un convenio regulador de la crianza con ayuda de un abogado. Una cuestión que también consideramos fundamental.

En vuestras redes sociales habéis compartido varios #Lullatestimonios, ¿cómo está siendo la acogida del proyecto?

La acogida está siendo increíble teniendo en cuenta que lanzamos oficialmente hace menos de un mes. Las descargas no paran de incrementarse de manera muy significativa semana tras semana. Además, ya tenemos presencia en más de 10 países, tanto en Europa como en América Latina y nuestros usuarios tienen tiempos de interacción muy relevantes.

Tenemos amigos que estaban deseando que saliera la aplicación para registrarse y su feedback está siendo, sin duda, lo más valioso. Nos comentan que están hablando con gente que tiene las ideas claras y gran sensatez, ¡y ya están empezando a conocerse fuera de la app!

¿Nacerá un #lullabebé en 2023?

¡Sería nuestro mayor éxito! Nuestro único propósito, como decía anteriormente, es ayudar a que la gente cumpla su desea de maternidad y paternidad. Redibujar los límites para que todos tengamos oportunidades de acometer este proyecto tan vital.

Nos encanta definir a Lullamate con las palabras ESPERANZA, que no es otra cosa que la confianza de que puedes conseguir algo deseado, y FUTURO, porque como decía Victor Hugo: «el futuro, para los valientes, es una oportunidad».

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Devo López