La segunda jornada de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid ha sido un auténtico despliegue de creatividad y diversidad estilística. Desde la elegancia arquitectónica de Isabel Sanchís hasta la esencia urbana y natural de Ynésuelves, los diseñadores han marcado el ritmo de una pasarela llena de movimiento, texturas y una fuerte identidad propia.
SIMORRA: La sofisticación del volumen
Simorra ha apostado por el dramatismo de las maxi prendas que rozan el suelo y dejan una estela de movimiento a su paso. La colección ha combinado camisas boho con volantes, capas de lana y tejidos desflecados que aportan un aire desenfadado pero muy calculado. El juego de texturas ha sido clave: terciopelo, punto y flecos han construido un universo sensorial en tonos azul navy y granate, reflejando una elegancia contemporánea.





ISABEL SANCHIS: La femme fatale reinterpretada
La diseñadora valenciana ha llevado a la pasarela una oda a los años setenta, con estampados caleidoscópicos y una paleta dominada por el mostaza y el burgundy. Destacan las bombers atrevidas, cinturones con grandes hebillas y chaquetillas con corpiño, evocando una feminidad poderosa. El tie-dye ha aparecido de manera sofisticada en tonos tierra y blanco y negro, mientras que los vestidos han mostrado una construcción casi arquitectónica, con peplums del siglo XVIII reinventados. El gran final ha llegado con un vestido blanco de escote asimétrico en la espalda y un godet iluminado por plumas engarzadas a mano, un auténtico milagro de la moda.








HANNIBAL LAGUNA: La poesía de las flores
Bajo el nombre “Petalscape”, Hannibal Laguna ha desplegado una colección inspirada en la naturaleza. Comenzando con vestidos largos asimétricos y encajes en tono vainilla, ha evolucionado hacia una gama cromática que evoca el ciclo de una flor: rojo, verde y marrón, hasta llegar a los tonos rosa con pedrería.







Entre los diseños más memorables, un top transparente con flores aplicadas, así como faldas de organza combinadas con bustiers de pedrería. La colección ha finalizado con un vestido en tonos marrón oscuro, evocando el rocío de la mañana en la naturaleza.

YNÉSUELVES: Urbanidad en clave romántica
La diseñadora ha presentado la colección más versátil y en contacto con la naturaleza de la jornada. Inspirada en el mundo ecuestre y campestre, ha trabajado con tejidos como el ante, la gasa y el algodón sostenible. Entre sus propuestas más llamativas, destacan los trajes chaqueta, sudaderas acolchadas y vestidos de encaje en capas. Ha habido espacio también para el dénim de lujo, con jeans decorados con apliques joya y telas pintadas de forma artesanal. Su bolso mariposa ha sido uno de los grandes accesorios de la colección, símbolo de un espíritu libre y sofisticado.






CUSTO: El nacimiento del “boho disco”
Con “Mirage”, Custo ha creado una colección que parece recorrer todas las décadas que han marcado su estilo. Ha fusionado camisas boho, maxi chaquetas y faldas de gasa con elementos inesperados: brillos, lames, hombreras y estampaciones en jerseys masculinos. Existe el boho disco y ha sido Custo quien lo ha inventado.









En su paleta cromática, el azul en todas sus tonalidades ha sido el gran protagonista, acompañado por un aire zíngaro que ha impregnado faldas y crop tops. Vestidos baby doll con grandes escotes han aportado el punto más sensual a esta vibrante colección.

PABLO ERROZ: Moda para todo el año
Con “The Hotel”, Pablo Erroz ha demostrado que lo cotidiano también puede ser excepcional. Su desfile ha sido una representación de la diversidad de estilos que conviven en el lobby de un hotel. Apostando por la sostenibilidad, ha presentado una colección única para todo 2025, diseñada para las cuatro estaciones. Desde chaquetas doble faz hasta vestidos lenceros con aplicaciones de cristal, cada pieza ha destilado elegancia funcional. Destacan especialmente sus camisas florales llenas de luz y los dos piezas masculinos en raso suave, un giro sofisticado a la moda urbana.





MALNE: El lujo bohemio
Bajo el nombre “Bohemian”, Malne ha abrazado el espíritu setentero que ha dominado esta jornada. Su colección ha mezclado brillos, lames y rasos, aplicados tanto a faldas largas como a vestidos de estructura más corta y arquitectónica. Los flecos han estado presentes en chaquetas y faldas, complementados con unas botas de pelo que han sido el toque inesperado pero perfecto para completar los looks. Una propuesta que encapsula la esencia de la mujer contemporánea: sofisticada, versátil y con un toque irreverente.





Esta segunda jornada de la MBFWM ha sido un reflejo de la moda en su máxima expresión: un viaje por diferentes estéticas, desde la bohemia hasta la estructura arquitectónica, pasando por el romanticismo natural y el brillo del disco. Diseñadores que han sabido interpretar el presente, respetando la tradición, pero sin miedo a innovar.
Rita Martín