En el siglo XVII, el actual Parque Nacional Forestal de Saihanba era un frondoso bosque con una gran biodiversidad. Sin embargo, durante trescientos años estuvo sometido a una intensa deforestación y fue el escenario de varias guerras que lo convirtieron en un desierto.

A finales de la dinastía de Qing (1644 a 1911), Saihanba ya había perdido cualquier vestigio de vida y eso, con el tiempo, ha tenido grandes consecuencias en el clima del norte de China. 

Las tormentas de arena se producían con más frecuencia afectando incluso a la capital de Beijing. Es por ese motivo que en 1962, la administración competente tomó cartas en el asunto y, a día de hoy, Saihanba, es el bosque artificial más grande del mundo. ¿Quieres saber cómo lo consiguieron? 

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Saihanba, una montaña hermosa y alta

Saihanba es una palabra que deriva de Mongolia y China y significa “montaña hermosa y alta”. Una denominación que describe lo que hace 400 años llegó a ser esta región china. 

En la actualidad, después de mucho trabajo, es un claro ejemplo de la importancia que tiene cuidar las masas forestales y de cómo es posible pasar de una tierra estéril a un bosque exuberante.

No fue sencillo ni mucho menos rápido ya que, el proyecto impulsado por las autoridades chinas, comenzó hace 50 años con la creación de la Granja Forestal Mecánica de Saihanba. En ese momento se enviaron 369 silvicultores a la zona para plantar una gran variedad de árboles entre los que se encuentran el alerce, la picea, el pino y el abedul.

El bosque artificial más grande del mundo

Con una extensión de 9 333 kilómetros cuadrados, Saihanba ostenta el título como el bosque artificial más grande del mundo. Una distinción que ha llevado a miles de personas hasta el norte de la ciudad de Chengde, provincia de Hebei, para conocerlo.

Para que nos hagamos una idea, gracias al proyecto de reforestación, se ha pasado de tener una masa forestal del 11,4% al 82%. Lo que se traduce en que, gracias a Saihanba, ahora se purifican 137 millones de metros cúbicos de agua, se captan 747 mil toneladas de CO2 y se liberan 545 mil toneladas de oxígeno.

Pero las contribuciones del Parque Nacional Forestal de Saihanba van mucho más allá, pues se ha convertido en una reserva genética de especies vegetales y animales. Según fuentes oficiales, ahora hay “ 261 especies de vertebrados terrestres salvajes, 32 especies de peces, 660 especies de insectos, 179 especies de macrohongos y 625 especies de plantas. Entre ellas, hay 47 especies de animales protegidos de importancia nacional y 9 especies de plantas protegidas”.

Un milagro verde que ya ha inspirado otros proyectos dentro y fuera del país.

Con C de China, Cambio Climático y CO2

No es ningún secreto: China es el primer emisor de CO2 del mundo y uno de los países que más sanciones y críticas ha recibido por este mismo motivo. 

Sin embargo, parece que el gobierno ha comenzado a tomar medidas con el objetivo de posicionarse como un ejemplo de sostenibilidad. “Nuestro objetivo es alcanzar un pico de emisiones de CO2 antes de 2030 y lograr la neutralidad de carbono antes de 2060”, señaló el presidente de China, Xi Jinping, en una asamblea de la ONU.

Según un informe emitido por la Universidad de Chicago entre 2013 y 2020, China redujo un 40% sus emisiones, veremos si la tendencia se mantiene. 

¿Y tú, conocías el caso del bosque de Saihanba? ¿En qué zona de España llevarías a cabo esta reforestación? Te leemos en comentarios.

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