Mentiríamos si dijéramos que la región sureña de Puglia o Apulia no se ha convertido en nuestro escondite favorito para este verano. 

De hecho, tradicionalmente este ha sido el lugar elegido por las familias italianas para pasar sus vacaciones. ¿El motivo? Se trata de un destino que todavía está a salvo del turismo de masas que satura a otras ciudades como Roma, Venecia y Florencia o la zona de la Costa Amalfitana. 

De punta a punta, Puglia posee todo lo que puedes desear: ciudades históricas, pueblos encantadores, playas y calas de ensueño, además de una exquisita gastronomía. Aunque esto último era esperable, al fin y al cabo, estamos en Italia. 

Bari, la capital de Puglia

Bañada por el mar Adriático y Jónico, la región de Puglia está compuesta por cerca de 700 pueblos agrupados en seis provincias: Foggia, Barletta-Andria-Trani, Bari, Brindisi, Lecce y Taranto. 

Bari, la capital de Puglia

De entre todas ellas, Bari fue la elegida para ser la capital de Puglia. A pesar de que el resto también poseía atributos para merecer tal título, esta ciudad portuaria lleva siendo un importante centro comercial y cultural desde la época romana. 

No solo para el sur, sino para toda Italia pues su puerto tiene una ubicación estratégica que conecta el país con Grecia, Turquía y otros destinos del Mediterráneo. Motivos de sobra por los que tu viaje por Puglia debe comenzar en Bari. 

¿Y qué localizaciones no puedes perderte? Si vas con el tiempo justo lo que debes ver sí o sí es el casco histórico, más conocido como Bari Vecchia; la Basílica de San Nicolás de Bari y la Catedral de San Sabino; el paseo marítimo de Lungomare; la plaza del Ferrarese y la de Mercantile; el teatro Petruzzelli y la Fortaleza de los Suevos del siglo XII. El resto lo descubrirás paseando por sus calles. Te darás cuenta de que Bari es una cara de Italia muy diferente al resto. 

Si se te abre el apetito por el camino, te recomendamos comer en el Restaurante El Pedro, mientras que para saciar un antojo a helado tradicional lo mejor es que vayas a Martinucci. 

Más allá de la capital: Alberobello, Polignano a Mare y Ostuni

Hablarte de Puglia y centrarnos solo en su capital sería un gran error. Por eso, a continuación, “vamos a recorrer” algunos de los pueblos de mayor legado histórico, cultural y arquitectónico, véase Alberobello: la ciudad de los 1500 trulli. Se trata de pequeñas construcciones de piedra cónicas y blancas que son únicas en el mundo, tanto que en 1996 la UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad.

Próximo a Alberobello, nos espera Polignano a Mare debes saber que aquí nació el autor de una canción que dice así “Volare oh oh… Cantare oh oh!”, ¿te suena, verdad? Pues en homenaje al cantante Domenico Modugno, la ciudad le ha dedicado una de sus principales calles así como una estatua. Más allá de este tributo, es casi de obligatoria visita su poético casco antiguo, el puente y la playa Lama Monachile, la terraza Santo Stefano y el Largo Ardito.

Continuando nuestro recorrido por la región de Puglia llegamos a Ostuni, más conocido como la Ciudad Blanca. Debe este apodo al tradicional acabado con cal de sus casas. Un paisaje que nos recuerda a los Pueblos Blancos de Andalucía. De aquí no te puedes ir sin visitar sus palacios, iglesias y museos, tampoco sin darte un baño en la playa Lido Morelli.

Lecce y la Costa de Salento

Y llegamos a la punta de la bota: la provincia de Lecce. El broche de oro. A su capital homónima la denominan la Florencia del sur barroca. No le falta de nada. Tiene hasta un teatro y un anfiteatro romano en su casco histórico. Solo por eso ya merece una visita, mejor si es guiada. 

Lecce, Puglia

Más allá de la arquitectura, Lecce es famosa por ser la Costa de Salento. Las mejores playas, calas y puertos están aquí. Te contamos nuestros favoritos.

En Porto Cesareo, te esperan Punta Prosciutto y Torre Lapillo, ambas de arena blanca y acariciadas por aguas tranquilas y cristalinas. En pleno Parque Natural de Nardò se esconde Porto Selvaggio, una playa poco concurrida y muy especial. En la ciudad de Otranto encontrarás otro paraíso terrenal conocido como Baia dei Turchi, mientras que en Salve sentirás que has viajado a las Maldivas cuando te bañes en su playa más famosa: Spiaggia di Pescoluse. Por aquí dejamos también una opción para quienes buscan un ambiente más animado: Torre dell’Orso en Melendugno. Y, terminamos, con la favorita de muchos: Grotta della Poesia. En especial, la Roca Vecchia: una formación rocosa que nos recuerda a los cenotes de México.

Taranto

Despedimos nuestro viaje por la región de Puglia en Taranto, a las orillas del mar Jónico y el Piccolo. La segunda ciudad más poblada del sur de Italia comparte, al igual que sus hermanas, claras influencias griegas, romanas, bizantinas y normandas. 

Su principal atractivo gira, nunca mejor dicho, alrededor de su casco antiguo ubicado en una pequeña isla, una bahía casi cerrada. Para poder llegar hasta él hay que cruzar el puente giratorio San Francesco di Paola el cual permite el paso a los barcos que llegan a la ciudad.

En el corazón de la isla está el Castillo aragonés: una fortaleza construida en 1492 por Fernando I de Aragón. Muy próximo a este encontrarás la Catedral de San Cataldo, el Palacio Stola, el Museo Arqueológico Nacional, el puerto deportivo Molo Sant’Eligio y el puente Porta Napoli.

Por supuesto, no podíamos decirle adiós al sur de Italia sin sumergirnos una vez más en sus cristalinas aguas turquesas. Imposible hacerlo sin antes visitar una isla solitaria y paradisíaca que mira hacia Taranto y Cerdeña: San Pietro.

Como si de una matrioska se tratase, nuestro escondite al sur de Italia aguarda aún más tesoros por descubrir. 

Devo López