Casa Palerm es una pequeña casa de vacaciones situada en una zona rural del centro de Mallorca. A modo de pastilla compacta y alargada perpendicular a la fuerte pendiente de la parcela de manera que, todas las estancias gozan de vistas a la sierra de la Tramontana a norte.  

Transversalmente, la pastilla se perfora mediante un prisma imaginario obteniendo un gran hueco central, el salón-comedor. La huella del prisma queda reflejada en suelo y techo.

En el suelo, una lengua de hormigón crea terrazas a ambos lados del salón, ampliándolo y conectándolo con el paisaje. En el techo, una pérgola de cañizo atraviesa el hueco y sobresale por ambos lados. De esta manera las terrazas quedan protegidas del sol, y el cañizo filtra la luz creando un juego de luces y sombras típico de la arquitectura mediterránea. El salón-comedor puede ser interior o exterior gracias a unas ventanas correderas que pueden esconderse totalmente en la fachada.

Imagen cedida por OHLAB | Créditos: José Hevia.

En la terraza sur, la lengua de hormigón finaliza con un banco corrido de marés (piedra autóctona) desde el que se observa el paisaje enmarcado a través del gran hueco como si de una pantalla de cine se tratase ya que la proporción del hueco se asemeja a la del antiguo Cinemascope 2.66:1. Por el contrario. a norte, la terraza funciona como un podio (sobre el aljibe que recoge el agua de lluvia) para contemplar las vistas y la piscina que se encuentra en una plataforma paralela a la casa en un nivel más bajo.

Imagen cedida por OHLAB | Créditos: José Hevia.

Se optó por soluciones sencillas pero eficaces tanto en diseño como en términos de eficiencia energética.

El impacto del sol se atenúa mediante la pérgola de cañizo, las persianas mallorquinas y la plantación de árboles que aportan sombra en verano. La recogida del agua de lluvia es almacenada en el aljibe y reutilizada para el riego, el llenado de las cisternas y para compensar las pérdidas de agua de la piscina.

La estrecha crujía de la casa permite una mayor eficiencia energética. Al tener todas las estancias orientación norte-sur, se genera una ventilación cruzada fundamental para la renovación de aire y para termo-regular la vivienda. Las aperturas en ambos lados generan interiores muy luminosos que reducen notablemente el uso de luz.

Una estética propia de la arquitectura tradicional mallorquina. La aplicación del detalle constructivo típico y de elementos tradicionales, así como el uso de materiales naturales y locales como la madera, el enfoscado de mortero de cal rústico, la teja cerámica, la piedra de marés, el cañizo... contribuye a la integración con el entorno pero también al kilómetro 0.

Casa Palerm es un proyecto sencillo pero potente donde el huésped puede sumergirse en la vida mallorquina tanto en paisaje como en arquitectura, así como disfrutar de todas las comodidades de la vida cotidiana y de los espacios de ocio que hay en ella.

Imagen cedida por OHLAB | Créditos: José Hevia.

CRÉDITOS

  • OHLAB equipo: Paloma Hernaiz, Jaime Oliver con Rebeca Lavín, Silvia Morais, José Allona, Amalia Stavropoulou
  • Arquitecto técnico: Jorge Ramón 
  • Constructor: Joaquín García Rubio
  • Estructura: Lorenzo Croce
  • Paisajismo: Salvador Cañís
  • Cocina y trabajos de cañizo: diseño OHLAB, Creacuina
  • Mobiliario: La pecera
  • Fotos: José Hevia

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