El pasado 24 de noviembre, el diccionario Collins eligió las siglas “NFT” como palabra del año. Una distinción más que merecida, ya que, sin duda, desde finales del 2020 no ha dejado de estar en boca de todos.

Si bien, antes de dejarnos llevar por las modas y el consumo impulsivo por algo, a priori, exclusivo, es importante conocer la letra pequeña de este novedoso negocio antes de invertir. Especialmente para evitar decepciones y problemas legales.

En el siguiente artículo repasaremos las 5 cuestiones que debes de saber antes de invertir en NFT.

¿Qué es un NFT? La respuesta a la pregunta más formulada

Comprender qué es un NFT sin tener conocimientos previos sobre el funcionamiento del metaverso o las criptomonedas, es, cuando menos, complejo. No obstante, vamos a intentar ofrecerte una de las definiciones más sencillas.

En pocas palabras, un NFT es un activo digital único, transferible y con la capacidad de demostrar su originalidad. No hay dos iguales y la propiedad de la pieza original se acredita a través del sistema blockchain. Bajo esta línea, el potencial de los NFTs es muy amplio, como su peligrosidad.

Cuando adquirimos un NFT o un ‘tokens’ no fungibles obtenemos un certificado que avala que somos dueño del original o cuánto nos ha costado, entre otros metadatos.

El valor de un NFT es proporcional a su nivel de exclusividad

Lo que ha hecho al negocio de los NFT crecer como la espuma es la percepción de que se trata de algo exclusivo, que en realidad lo es, pero no de la misma forma que lo había sido hasta ahora.

Por ejemplo, cuando compramos una edición limitada de X producto por una gran suma de dinero lo hacemos porque, en teoría, ese objeto no va a volver a salir nunca más. Es una inversión a futuro que atrae a muchos coleccionistas e inversores y justifica su elevado precio.

Similar sucede con los NFT, su valor es proporcional al nivel de exclusividad. El caso es que tenga sentido gastarte una gran suma de dinero por tener un certificado que diga que eres dueño de un archivo digital y no tangible. Lo que nos lleva al siguiente punto.

Un NFT no te da los derechos de autor

¡Cuidado! Porque NFT no es lo mismo a derechos de autor.

Cuando compras un NFT no recibes nada físico, ni una copia, ni los derechos de la obra, únicamente un certificado o “token” que te permite demostrar y alardear que la obra original es tuya.

No obstante, con ese token podrás hacer poco o nada a nivel práctico, solo presumir, especular sobre su valor y revenderlo a un precio mayor, si lo consigues. Pero, por ejemplo, no podrás modificarlo ni utilizarlo con fines lucrativos propios.

Y es que, efectivamente, la autoría y los derechos de autor derivados no cambian, siguen siendo del creador original. A no ser que expresamente el autor te dé los derechos junto con el certificado de compra del NFT.

Este punto es el que ha generado varios conflictos y desencuentros entre muchos artistas y compradores.

Solo existe en el metaverso: no es tangible

Cuando compramos un NFT, éste solo existe en el metaverso, es decir, en Internet, no es tangible. No es un cuadro pintado por Goya que puedes exhibir en el salón de tu casa o un vestido Gucci edición limitada que puedes llevar puesto por la calle.

Esto quizás es lo siguiente que más choca, ya que puedes tener muchísimos bienes en el mundo digital, pero en el real no tener absolutamente nada. Algo que genera una sensación de vacío y dispara la necesidad de consumir.

Y eso, los desarrolladores de los NFT lo saben muy bien.

La moneda de cambio es Ethereum

Como no podía ser de otra forma, el mercado de los NFTs se mueve a través de las criptomonedas, pero no de cualquiera, sino de ETH, la moneda de la red blockchain Ethereum. De hecho, la mayoría de los NFTs se encuentran en su plataforma.

Entonces, ¿no puedo comprar NFT con euros o dólares? No, primero deberás dirigirte a una plataforma de intercambio de criptomonedas. Eso sí, ahora mismo 1 ETH equivale a 2.460,79 €.

De nuevo, exclusividad y especulación. No está concebido para un público de masas con poco presupuesto, sino para personas con un alto poder adquisitivo y ganas de gastar o invertir en algo, aparentemente, “seguro” y “confiable”.

Cualquier activo digital puede ser vendido como un NTF, incluso este texto

Si bien el arte o los videojuegos son las esferas donde los NTFs han conseguido mayores ingresos, lo cierto es que cualquier activo digital puede ser vendido como tal, inclusive este texto.

La autoría y los derechos seguirán siendo míos, pero si tú, lector, deseas ser el dueño del archivo original, con este método es posible.

Veremos en qué acaba todo esto o si todavía estamos solo ante el comienzo de algo aún mayor, pues, no cabe duda, de que los NTFs seguirán siendo temas de conversación en 2022.  Así que, ¡ojito! Que no te pillen desprevenido.

Devo López