Para quien no sabe de dónde viene el acrónimo RSC o RSE, ¿qué es o qué significa la Responsabilidad Social Corporativa?

Significa RESPONSABILIDAD con las actividades que generes como empresa dentro de tu entorno. En sí el acrónimo en Grupo CIO rápidamente lo cambiamos a RC para no limitar el significado de esta área, nueva en aquel momento, donde la S de social restaba visibilidad a lo medioambiental y lo económico. Lo que significa es que la empresa hace visible su preocupación por su plantilla aplicando las mejores condiciones a su alcance, por reducir la huella que deja en el medioambiente, por conocer y tomar partido en las necesidades de los sectores más desfavorecidos de su comunidad.

En resumen RC es el ADN de una empresa que generando negocio y empleo, parte de un conjunto de principios, donde la conciencia y la acción van de la mano en cuanto a mantener una empleabilidad beneficiosa para ambas partes, donde el medioambiente sea considerado un grupo de interés más y donde la comunidad local/internacional sea considerada un compañero más de viaje, alguien a quien mimar, nunca ignorar.

¿Cómo llegó a tu vida? ¿Te buscó o la buscaste?

Foto: Francisco Fernández

Me encanta la pregunta porque al buscarme a mí y no al contrario, me siento muy afortunada y a la vez halagada. Es como si se hubiera hecho la magia… Parece que es un área que está hecha a mi medida, me lo suelen decir los que me conocen bien ¡y los que no también! Siempre me ha gustado mucho viajar y he vivido en varios países, la antropología me fascina desde siempre, y creo que para cambiar el rumbo de las cosas, tenemos que centrarnos en el ser humano. El cambio tiene que venir desde dentro de nosotros mismos. Crear conciencia e interés en los demás es lo primero. Yo me lo creo, no solo creo en los milagros sino en trabajar duro por ideales que a priori pueden parecer inalcanzables. Tengo mucha fe pero también mucha certeza de los errores que la humanidad ha estado cometiendo. Creo que mi entusiasmo ha sido parte de lo que me ha hecho llegar hasta aquí. Fue en 2011 cuando el presidente de CIO me propuso liderar el área de RC que querían poner en marcha. Llevaba 12 años trabajando en el grupo, en áreas de marketing/merchandising y retail. Mi inclinación hacia la ecología, hacia la preocupación ambiental y la empatía con las personas desfavorecidas me viene de antaño, ya a los 25 años me fui a hacer voluntariado en Calcuta en los hospitales de la Madre Teresa y cuando tuve mi único hijo en 1998, me volví una completa creyente de la comida orgánica, la nutrición consciente y mi interés por crear un mundo mejor de dentro hacia fuera creció año tras año.

¿Alguno de tus primeros trabajos al respecto?

Hubo dos trabajos que me hicieron crecer como directora de este viaje solidario para el grupo. Junto a uno de nuestros mejores chefs en el hotel Bahía del Duque organizamos un taller gastronómico en la Tasca el Callejón (uno de nuestros negocios de entonces) en beneficio de las personas usuarias de Trisómicos21, los chicos y chicas con Síndrome de Down cocinaban y servían sus platos a los comensales durante dos jornadas y parte de los beneficios iban para la Asociación. Se repitió durante años debido al éxito del evento y sobre todo a la empatía con Down Tenerife.

“Raquetas Solidarias” fue un torneo benéfico de tenis que celebramos en el hotel BD desde el comienzo de esta área, un fin de semana dedicado al deporte, al ocio y a la buena compañía. La sinergia que se creaba entre el staff del hotel, los participantes al torneo y la asociación beneficiada, creó auténtica adicción entre los que tuvimos la suerte de vivir esa experiencia que se repitió durante 4 años.

¿Dentro de tu trayectoria aquél en el que más te haya gustado trabajar?

Tenemos un proyecto en marcha desde hace 22 años, apadrinamos a 40 niños de distintos países, el cliente paga 1€ voluntario de su factura final y con ese euro hemos mantenido el trabajo junto a Ayuda en Acción quien lo pone en práctica. Cuarenta empleados del hotel escriben cada año a los niños. El cliente es el verdadero padrino y es informado a través de unas pantallas en las 3 recepciones donde enseñamos fotos, cartas y noticias de las comunidades.

Visitar esas comunidades y a los niños fue algo que desde que empecé a trabajar en RCCIO quise hacer. Mi inquietud por viajar y hacer voluntariado me llevó a planearlo como algo personal y desde mis vacaciones; me acompañó mi pareja.

Fueron dos años, dos viajes, India y Perú. Quiero repetir en Etiopía, lo tengo pendiente. Ayuda en Acción me abrió el camino desde el principio, hicimos voluntariado y convivimos con las comunidades y los niños. No tengo palabras para describir lo bello que es llegar a zonas aisladas donde nunca habían  recibido visitas de los proyectos de los que se benefician. Las bienvenidas, el agradecimiento, las visitas a escuelas, reservorios, poblados, adentrarnos en sus hogares, recibir y convivir.

Foto: Francisco Fernández

Comprobar la gran labor que hace la ONG por desarrollar la economía local, hacerlos autosuficientes con sus recursos naturales, mejorar la salubridad y la educación; participamos de lleno en todas las actividades e intercambiamos vivencias irrepetibles.

Traer todo aquello en fotos y documentación para que todos los que hacemos posible el proyecto “¿Qué se puede hacer con 1€?” es lo más gratificante aparte de la experiencia en sí.

¿Qué significa para ti como persona y como profesional la RSC?

Creo que he explicado anteriormente lo que siento personal y profesionalmente, si grupo CIO tiene una RC que ha salido adelante con criterio y estructura, debe ser porque la sentimos desde dentro hacia fuera. Empezando por mí que soy la responsable de que crezca y perdure, la que año tras año debo dotar de ilusión y de acción a todas las empresas del grupo; sintiendo profundamente la necesidad de mejorar la condiciones de vida de las personas de este planeta y hacer que éste no nos quiera fuera de él, me es fácil transmitir mi entusiasmo.

Siento que somos los responsables y los únicos que podemos salvar cualquier rumbo por muy tarde que parezca ser.

La RSC o RC llega hace muchos años para empezar a crear conciencia, luego se convierte en un reto para los más rezagados y ahora ya es una obligación no una opción; implantar esa Agenda 2030… que antes era 2020… y que estamos todos a uno y uno para todos… ese es el objetivo global, que esta área se convierta para todas las empresas y particulares en un ADN, en que sin ella no podemos proyectar todas las mejoras que necesitamos para embarcarnos en “salvarnos” para poder seguir en este planeta.

Remarco la importancia de cualquier empresa ya que todas cuentan con actividad y personas que pueden marcar la diferencia.

¿Crees que está debidamente implantada en las empresas españolas?, ¿y en las Canarias?

Todavía no la veo debidamente implantada, es más creo que somos un país y una comunidad que tiene que darse prisa por sentir la RC como una actitud y no como un departamento. Lo primero es la implicación de una Administración Pública consciente, que valore la implicación de empresarios y particulares, que nos dote de vías, recursos e imponga legislaciones decisivas que a su vez estén avaladas por las ayudas que hagan que todos podamos avanzar y el medioambiente y las desigualdades reciban el foco que necesitan.

Canarias es un territorio que debería de presumir de su sostenibilidad, medioambientalmente me refiero, la industria de energías de fuentes renovables está por desarrollarse en todas las islas. Podríamos ser un ejemplo en Europa de autoabastecimiento sostenible y no hemos crecido en esta materia como debíamos haberlo hecho a estas alturas. Dependemos de nuestro clima para seguir siendo atractivos como destino turístico y el descuido medioambiental puede hacer que eso cambie.

Las empresas han de implantar y enseñar más sobre RC pero repito que es la Administración la que debe liderar e inspirar ese compromiso.

¿Pros y contras?

Son muchos más pros que contras, los contras son más las dificultades de poner en práctica las acciones medioambientales que queremos implantar muchos empresarios y nos vemos ralentizados por costes, burocracia y gestión administrativa en general. La sostenibilidad social y económica están de la mano directa del empresario y a los hechos me remito, una empresa puede ser permeable con las necesidades de su casa y de su entorno para crear un ambiente de prosperidad y eso se nota positivamente en la cultura de la empresa, lo notan los clientes, los grupos de interés, la cuenta de resultados. Trabajar la RC y convertirla en un sello de identidad genera orgullo de pertenencia, alegría y compromiso, beneficios de un ambiente laboral y un propósito empresarial que impulsa el rumbo del negocio y su liderazgo.

La sostenibilidad medioambiental tiene contras presupuestarios, no es lo mismo crear una empresa hoy que hace 20 años, tienes que remodelar, cambiar, rehacer y eso tiene un coste. Por eso debemos ayudarnos todos con subvenciones y recursos.

La reciente pandemia del Covid-19 marcará una referencia importante en el tiempo, ¿cambiarán las acciones de RSC? ¿Cuál es la próxima en la que estás trabajando?

Lo primero que hicimos durante la pandemia es que Fuentealta donara litros de agua a los más necesitados; comedores sociales, asociaciones etc, en total se donaron 44.531 litros. Además un 10% de la venta a domicilio del agua la estamos donando a Cáritas.

El hotel ha contratado toda su energía procedente de fuentes renovables a partir del pasado 1 de junio.

En realidad en nuestra casa, todo lo que pretendemos durante y después del Covid-19 es poder continuar nuestro trabajo por conseguir un modelo más sostenible. El cambio está ahora en ser pacientes para poder realizar las actividades que teníamos planificadas para este año que involucraban la participación de personas, voluntariado, talleres, limpiezas de playa…etc.

Cuando el área vuelva a estar al 100% lo primero será identificar las necesidades sociales locales que el Covid-19 ha dejado e intentar adaptar nuestra ayuda en todo lo posible a ellas.

¿Qué espera personal y profesionalmente del futuro más cercano?

Los 17 ODS y la Agenda 2030 nos impulsan a todos a trabajar duro y elevarnos hacia esa senda sostenible. Es un deber ahora mismo. Eso me llena de esperanza pero sabemos que hay que aunar fuerzas, no podemos despistarnos ni un poquito.

Espero que este bache del Covid-19 haya servido para que sintamos todos que no somos imprescindibles, que la naturaleza no nos necesita. Para mí es curioso ver cómo a los niños y a los animales los ha dejado al margen, cómo los que somos más responsables de que mares y atmósfera estén como están seamos los más castigados. Al margen de que el drama vivido en tantas familias no merezca esta responsabilidad, solo espero que salgamos más humildes de todo esto, más pequeños y que esa pequeñez nos haga realmente más grandes que antes, porque creyendo que somos los dueños del mundo hemos cometido grandes errores.

Personalmente, solo quiero seguir creciendo y poder compartir el mismo sentimiento con cada vez más personas y empresas.

Paola Bonilla