De nuevo el síndrome de la hoja en blanco. El tiempo para imprenta se agota y yo sigo sin atreverme a enfrentarme a esta carta. Necesito tiempo y la mente clara, parece sencillo pero… el mundo va tan rápido… y yo no paro de sumar tareas pendientes en mi agenda. Pasan los días y resto 5 pero sumo 7. Una auténtica espiral sin sentido. 

Pero de repente “una patada en el culo”. Me despierto con el siguiente titular “¿Es esta la primera generación que no va a vivir más que sus padres?”. Pues sí, una patada en el culo. ¿Qué hemos hecho? ¿Qué estamos haciendo para que esto sea así?

Llevo unos meses priorizándome, haciendo cambios, creo que para mejor, cuidando mi alimentación, haciendo ejercicio, durmiendo, intentando descronificar mi estrés. Llegó ese punto tan importante en el que reconoces el problema. Y no era otro más que la propia inercia de la vida. La vida hoy va tan rápido que incluso parando seguimos sumando tareas a la lista de cosas por hacer. Las redes sociales nos exigen vivir y enseñarlo, y parar nunca fue un buen contenido. Quizá hasta ahora.

A quienes empiezan no me canso de decirles que si no nos priorizamos la principal herramienta de nuestros negocios falla, el mejor apoyo para nuestras familias se convierte en un lastre más, el mejor amigo de nuestros amigos se esfuma en medio del estrés y la pareja ideal de nuestras parejas… deja de ser ideal. 

En esta carta debería de haber hablado de este número 034 de The Pocket Magazine, de nuestro nuevo método de suscripción o del I The Pocket Afterwork que celebramos durante la Semana de la Moda de Madrid (por cierto, todo un éxito). Una semana frenética llena de magia y creatividad, una semana, que en realidad son dos, en la que salimos de un desfile y nos metemos en otro apenas sin tiempo para escribir lo que hemos visto en el anterior, apenas sin comer, con los dedos de los pies dormidos por llevar más de 10 horas con el zapato inadecuado pero… cómo lo disfrutamos, cómo nos gusta nuestro trabajo y qué peligroso puede llegar a ser ese mantra con el que firmo muchas de mis publicaciones en redes sociales, “i love my job”. Pero, a dónde nos lleva esta vorágine de siempre más y mejor. ¿Es cierto que vamos a más y a mejor? Parece ser que es cuestión de perspectiva y que hay quienes vivirán menos y peor cuando la tendencia hasta el momento ha sido siempre la opuesta. Y mi pregunta es… ¿estamos realmente avanzando?

Paola Bonilla