ENTREVISTA.- Entrevistamos a Marisa Galarza.

Galaco, una empresa familiar que después de más de 50 años de historia sigue siendo referente entre las empresas canarias. ¿Qué significa para un archipiélago como el canario una empresa de distribución?

El archipiélago canario está muy fragmentado. Nosotros somos especialistas en entender lo que una marca quiere hacer en nuestro mercado y lo adaptamos  y  trasladamos de la forma más eficiente en nuestro territorio. Importamos, asesoramos comercial, logística y jurídicamente y distribuimos sus productos. Hacemos un traje a medida y les ofrecemos y sugerimos herramientas para que elijan cómo hacerlo. A nuestros clientes les ofrecemos un servicio que se pueda adaptar al máximo a sus necesidades. Contribuimos al desarrollo económico de Canarias en una gran medida. De hecho aunque considero importante y fundamental el apoyo a la industria canaria,  creo que la figura del importador es igual de valiosa y no siempre se ha visto así. Canarias históricamente por sus puertos francos gozó de una variedad inmensa de oferta de productos de todos los países, abogó por la diversidad y la libertad de elegir nuestra cesta de la compra. Todos aportamos crecimiento.

Por otro lado, adquirimos una política de compromiso social hace mucho tiempo, reconociendo la obligación moral de retornar a la sociedad una parte de lo que nos ha dado y abogar por un desarrollo sostenible. Para nosotros, la sostenibilidad significa adoptar un enfoque integral y desarrollar un modelo de negocio que genera valor, incorporando permanentemente políticas y prácticas empresariales socialmente responsables.

MARISA GALARZA (GRUPO GALACO, S.A.)
Edad: 50
Cargo en la empresa: Vicepresidencia
Años en la empresa: 26
Titulación: Licenciada en Comercio Internacional. Máster en Marketing

¿Qué significa el Grupo Galaco para su familia?

Para la familia, Galaco significa toda una vida dedicada a una pasión. Mi padre, una persona sin estudios y en una época difícil, en contra de las opiniones de sus amigos y familiares, abandona el camino fácil que significaba en ese entonces un trabajito seguro e  inicia con entusiasmo el
camino de emprender en soledad. Galaco es hoy en día un ejemplo para nuestros hijos. La idea y la certeza de que con esfuerzo y entusiasmo se pueden conseguir muchas metas en la vida.

Preparamos a la siguiente generación, estén orientados o no a desarrollar sus carreras profesionales en la empresa, contándoles con mucho cariño,  lo que hacemos, preparando de cara al futuro a aquellos que deseen continuar con el negocio y promoviendo por encima de todo, es casi una obsesión, la unión familiar.

¿Cuáles son los pros y los contras de una empresa familiar con tanta historia?

Pues la ventaja es que tenemos un camino muy largo recorrido, lleno de experiencia y conocimiento de nuestro mercado. Una empresa que ha ido creciendo y contribuyendo al impulso económico de nuestro archipiélago, con un saber acumulado de más de 50 años. La desventaja es que las organizaciones de un cierto tamaño se vuelven algo pesadas y más lentas
que las de nueva creación. Ya sabes lo que dicen los arquitectos, a veces es más fácil construir una casa nueva que remodelarla entera. Nuestro reto es transformarnos en una empresa ÁGIL con mayúsculas, no solo estar a la altura del mercado, si no ser pioneros e ir siempre dos pasos por delante. En eso centramos muchos esfuerzos.  Estamos al servicio de nuestros clientes y proveedores y tenemos que aportar el máximo valor para que nos elijan a nosotros como la mejor alternativa. La velocidad a la que se mueve el mundo es de vértigo. Antes, el pez grande se comía al pequeño, pero eso pasó a la historia. Ahora el más rápido se come al más lento.

¿Cuáles son las principales diferencias entre una empresa al uso y una familiar según su experiencia? ¿Es una empresa familiar un valor añadido?

Una empresa familiar tiene siempre una visión a muy largo plazo, no cabe la visión cortoplacista. Tiene vocación de continuidad en el tiempo y valora de manera singular el capital humano. A una empresa familiar le mueve otros valores mas allá de los económicos, nos mueve las cosas bien hechas, el sentido de orgullo y pertenencia, el compromiso con la sociedad en general y el respeto a los valores. Somos cercanos y creamos vínculos emocionales entre todos los actores que intervienen.

Alrededor de 260 empleados. Hablar de más de 200 empleados es hablar de más de 200 familias, ¿cuánto pesa la responsabilidad de una afirmación como ésa?

Desde luego es una gran responsabilidad, detrás de ese número hay personas con ilusiones, con sueños, con inseguridades  y con miedos como todos. Intentamos promover políticas de bienestar siempre, aunque es muy difícil contentar a todo el mundo, lo que para ti puede ser bueno, puede que a otro no se lo parezca. A pesar de nuestro tamaño, el GRUPO GALACO nunca no ha perdido su carácter familiar. El ambiente es cercano y afable. Hay mucho cariño entre los compañeros. Tenemos un equipo humano extraordinario a todos los niveles.
 
¿Cómo es un día de trabajo de Marisa Galarza?

Comparto el día a día con un equipo directivo con el que conecto y en el que confío plenamente. Trabajo codo a codo con mi hermana Laura con quien comparto la Vicepresidencia. Nos entendemos con tan solo mirarnos y eso me permite disfrutar plenamente de nuestra gestión, nos complementamos, nos entendemos y respetamos. Eso es clave en la empresa familiar, no lo concibo de otra forma, si no, para mí, esto no tendría sentido.

¿Tiene tiempo para sus gustos y aficiones?

Obviamente, ser empresaria significa pensar en la empresa donde quiera que estés, te llevas siempre contigo las ilusiones, las metas y los percances también. Desconectar es imposible y tampoco lo busco, es mi hábitat natural, pero también es cierto que hoy en día la tecnología nos ayuda a poder gestionarlo desde cualquier espacio. Improvisadas oficinas en un aeropuerto, tu casa, e incluso esperando a mi hijo a la salida del fútbol. No obstante cuando él entra en el coche la empresa queda en segundo plano. Esto antes era impensable. Intento guardar siempre espacios, para mis aficiones. Soy artista en mis ratos libres, aunque va por temporadas según el tiempo que tenga y las épocas de más o menos trabajo. Dedico tiempo a cuidarme para sentirme bien. Pasar tiempo con la familia y amigos. Eso sí que va a misa. ¡Ojalá el día tuviera unas cuantas horas más! Pero con organización todo es posible.

¿Qué opinas acerca de la conciliación laboral?

Creo que es posible hoy en día más que nunca, aunque en general España va con retraso. Siempre lo hemos tenido en cuenta. Si alguien tiene la necesidad de llevar a su hijo al colegio cada mañana, lo valoramos y flexibilizamos su horario. Nosotros dimos el salto hace tiempo, aunque hay ciertos departamentos en los que es más difícil su aplicación, sí que pudimos hacerlo en aquellos puestos de trabajo que no afectaba a la gestión, instaurando una jornada continua, que ayudó a muchos de nuestros compañeros a compatibilizar su vida personal con la profesional. De hecho es uno de los atractivos de nuestra oferta laboral. Nuestra meta es seguir apostando por flexibilizar los horarios al máximo. Demostramos así confianza en nuestra gente y creo que elevamos su grado de responsabilidad hacia la empresa. Hoy en día es más interesante la productividad y alcanzar los objetivos, que las horas que pasas sentado en una oficina. Mejor calidad que cantidad, siempre.

Suponemos que al mirar atrás lo hace con orgullo, ¿es así? ¿Y qué siente a la hora de afrontar el futuro?

Para mí, mirar hacia atrás es poner la mirada en mi padre y entender y preservar sus valores porque están en mi ADN y además creo fielmente en ellos. Le admiro y respeto profundamente.
Consiguió lo impensable, incluso para él. Afronto el futuro con muchísima ilusión. Mi naturaleza siempre ha sido optimista, no doy cabida a pensamientos negativos. Odio las excusas, me siento responsable de lo que hago o dejo de hacer, si acierto magnífico y si cometo errores apechugo, rectifico y para delante. El Grupo Galaco, a pesar de haberse movido en
épocas difíciles cuenta con un equipo profesional fantástico que combina, experiencia y madurez frente a la gente joven que viene pisando fuerte con ideas frescas y experiencia en otras empresas. Nos cuestionamos a diario cómo podemos hacer las cosas mejor.  Tenemos muchos proyectos de cara al año que viene y comparto la gestión de la empresa con mi adorada hermana Laura, con la que comparto visión. Entendemos el negocio de la misma forma y nos mueven las mismas ilusiones. Tenemos esa gran suerte.

¿Qué le pide a 2020?

Al 2020 le pido, que nos traiga un Gobierno que no ponga frenos a los empresarios, que sea capaz de apoyar el emprendimiento empresarial. Tomar la decisión de emprender no es nada fácil y si nos colocan continuamente piedrecitas en el camino, la desmotivación está asegurada.
Me encantaría de una vez por todas que la anacrónica educación que tenemos en España se revisara y renovara por completo, que consigamos que nuestros hijos crean en ellos mismos y en sus posibilidades. Que les enseñemos a emprender en todos los sentidos, en el aula, en sus vidas, en su toma de decisiones. Superemos el temor a colocarles alas en sus espaldas y dejemos que pierdan el miedo, para que ellos decidan que quieren hacer en la vida.

Paola Bonilla
Francisco Fernández (fotografía)