Entrevistamos a Mariola Marrero, CEO de USEGTUR Canarias, empresa especializada en seguridad privada, líderes en servicios de custodia de explosivos y pioneros como unidad de seguridad turística avanzada en Canarias.
Mariola, toda una vida dedicada a la seguridad y el transporte, ¿cómo la resumirías?
Es un honor poder decir que el desarrollo de mi trayectoria profesional está ligada a la empresa de transporte de explosivos de mayor antigüedad en Canarias. Su rica historia, que se entrelaza con la valentía y el espíritu emprendedor de generaciones pasadas, ha sido testigo de diversas etapas empresariales desde su fundación en 1937.
En cierto modo, cuando hablo de este legado siento que comparto una parte muy especial de mí, en lo personal y en lo profesional. Lo difícil no ha sido introducirnos en la actividad, sino mantenernos, y hacerlo bien. Mis mayores esfuerzos siempre han ido dirigidos hacia cuidar y consolidar este legado adaptándome a los tiempos, especialmente durante los desafíos que enfrentamos con la entrada en vigor de la primera ley española de seguridad privada reguladora del sector.
Se trata de una empresa familiar, nos remontamos a tus abuelos, cuéntanos, ¿por qué la seguridad?
Los inicios fueron modestos, de la mano de su fundador, José Tomás de San Isidro Marrero, mi abuelo, quien con su famoso burro hacía llegar todo tipo de mercancías desde la Plaza de la Candelaria a diferentes puntos de la capital tinerfeña, y era todo un símbolo de mérito y dedicación.
Cuando mi abuelo fallece, mi padre, Leandro Marrero, asume el liderazgo del negocio familiar. Él supo evolucionar a través del tiempo y se especializó exclusivamente en el transporte de mercancías peligrosas, concretamente explosivos, lo que compatibilizaba con su otro trabajo como policía local (unidad de atestados).
Con la aprobación de la ley de Seguridad Privada de 1992, las nuevas restricciones y regulaciones impuestas, como parte de un sector altamente sensible, pusieron a prueba su adaptabilidad y capacidad de innovación, se enfrentaba al desafío de cumplir con los requisitos legales de convertirse en una empresa de seguridad, autorizada por el Ministerio del Interior a través de la Dirección General de la Policía Nacional, sin ralentizar la eficiencia de sus operaciones ni comprometer la continuidad de la actividad.
Fue en ese momento cuando decidí, con 29 años, dejar el puesto que desempeñaba en ese entonces, para dedicarme en exclusiva a apoyar a mi padre en ese proceso de adecuar su negocio a la normativa, ya que contaba con formación universitaria en ciencias empresariales, en un contexto en el que empresas multinacionales pujaban fuertemente por hacerse con la actividad familiar.
Comentábamos que el de la seguridad es un sector muy enfocado a hombres, ¿ha sido difícil meterse en él?
La verdad es que para mí no hay sectores enfocados a hombres o enfocados a mujeres, sino tradicionalmente trabajados por hombres o por mujeres. Aun con eso, esta actividad la tengo integrada desde muy niña acompañando a mis padres. Tuve la suerte de tener una madre femenina y un padre feminista no diagnosticado.
Me crié entre uniformes, armas y explosivos. Los guardias civiles armados con armas largas formaban un cuadro impresionante desde los polvorines, que visitaba desde pequeña, hasta la llegada de la mercancía a su destino final. Más que meterme en el sector, el sector siempre ha formado parte de mí, y la primera inquietud tras homologar la empresa de mis padres fue obtener las habilitaciones necesarias y formarme profesionalmente en todo lo relativo a la Seguridad Privada.
Durante muchos años trabajé en la parte operativa, cuando comenzaron a ser habituales los transportes de explosivos en todo el archipiélago. Tengo la suerte de poder afirmar que he sido testigo, a través de nuestra empresa, de la creación de la mayor parte de infraestructuras públicas de Canarias, cuando no existía nada tal cual lo conocemos hoy: autopista del sur de Tenerife, túneles de Mogán, primera fase de la carretera de la Aldea, túneles para el Cierre del Anillo Insular de Tenerife, entre otras muchas grandes obras que dieron lugar a las infraestructuras más importantes de nuestras islas, tan necesarias para la vida cotidiana de los habitantes en el archipiélago.
Es cierto que los retos a los que me enfrentaba (y enfrento continuamente) son considerables, pero, tal y como apuntaba un profesor al que admiro mucho, que conocí en un alto seminario especializado en análisis de redes yihadistas, crimen organizado y mafias que cursé hace algunos años, “la dificultad no es por ser mujer, sino por la actividad a la que me dedico”.
“Tuve la suerte de tener una madre femenina y un padre feminista no diagnosticado”.
Eres CEO, directora general, administradora y jefa de seguridad de la empresa, de una empresa de seguridad, recordemos, tienes mucha responsabilidad encima, ¿cómo lo gestionas? ¿Qué tipo de líder consideras que eres?
Creo que para asumir este tipo de funciones hay que ocuparse de estar preparado, especialmente para cuando se den situaciones difíciles o de crisis. Como cualquier tipo de actividad, la nuestra, requiere de formación y actualización permanente, pero no sólo en lo concerniente a lo específico de la seguridad, sino también con todas aquellas materias y conocimientos que aporten al desarrollo empresarial, directivo y personal.
Esto implica adquirir un compromiso con uno mismo y con todos los que dedican sus esfuerzos y su tiempo a la empresa que dirijo, para ser capaces de ofrecer soluciones idóneas y adaptarnos a los tiempos. En mi caso conocía el negocio mucho antes de conducirlo y, además de la formación permanente, la experiencia también ha sido clave para tomar decisiones e ir construyendo día a día el relato de mi trayectoria profesional.
Sobre el liderazgo te diría que, teniendo en cuenta que la prevención y la respuesta adecuada ante incidentes juegan un papel esencial para todos los profesionales del ámbito de la seguridad, el tipo de liderazgo que procuro ejercer gira en torno al modelo de contingencias, que no sólo tiene en cuenta la capacidad de anticipación, planificación y reacción ante emergencias, para minimizar riesgos y proteger al personal y activos, sino también la capacidad de evaluar y adaptarse a otros factores, como el entorno de trabajo y las características del equipo, ajustando el enfoque para obtener mejores resultados en situaciones diversas.
He compartido varios entornos laborales con muy buenos referentes en diferentes etapas de mi carrera profesional. Grandes empresarios me revelaron la importancia de rodearme de buenos apoyos y el valor de la lealtad, que no depende de las circunstancias, sino de la permanencia de los principios.
Una empresa familiar como ésta te hace pensar obligatoriamente en el relevo generacional, ¿lo tiene?
La cuarta generación tiene la esencia de nuestra cultura empresarial en vena. Creo que ha tomado lo mejor de nuestro espíritu emprendedor, unido a una capacidad de trabajo incombustible y a un gran compromiso, sustentado en el respeto y agradecimiento hacia todos los esfuerzos necesarios para llegar hasta donde estamos.
A menudo observo cómo esos valores de nuestro legado están presentes en mi hija cada día como piedra angular de su labor, como también lo están en la mía, para cuidar lo que hemos logrado hasta hoy, y como principal fuente de motivación para seguir mejorando y creciendo continuamente.
Si tuviera que mencionar una fortaleza que veo en nuestro relevo generacional destacaría el sentido de la disciplina y la responsabilidad, así como el desarrollo de un enfoque innovador desde el profundo conocimiento del sector, ya que al aportar su propia visión, integra una comprensión amplia de los desafíos, adaptada a las necesidades actuales, tanto del entorno como de nuestras empresas. Considero que hay pocas personas en nuestra actividad con la capacitación y formación que tiene Sarai.
La seguridad está implícita en muchos aspectos de nuestra vida y abarca muchos sectores, a lo largo de tu trayectoria, ¿qué ha llamado más tu atención?
La seguridad es un aspecto base en la pirámide de las necesidades humanas que tiene una dimensión subjetiva, que se manifiesta a través de la percepción de cada persona, conocida como la seguridad sentida. Esta percepción cambia según los acontecimientos y termina condicionando la vida de las personas y cómo experimentan su entorno.
La revolución digital es, claramente, el cambio más significativo en nuestras vidas. Hoy, el mundo está digitalizado. Las redes han transformado nuestro comportamiento de tal manera que los acontecimientos negativos, que son muchos lamentablemente, influyen en casi todos, veinticuatro horas del día, en todos los rincones del planeta. Eso ha hecho que parezca que el mundo es más pequeño y por ende más inseguro. Ahora bien, como escribió Alan Watts “ si quieres secarte debes salir del agua”.
Sabemos que a raíz de tu formación en comunicación política y empresarial accediste a un seminario en Washington durante las elecciones del 2016. Después de lo que ha pasado en estas últimas elecciones en EEUU nos interesa mucho saber sobre tu experiencia allí. Cuéntanos algo de lo que viviste, ¿qué opinas del contexto político a nivel mundial?
Ésta fue una experiencia muy enriquecedora. El máster me facilitó el acceso al Seminario Especial de Estrategias de Campañas Electorales en The George Washington University. El momento más emocionante de una campaña electoral para mí, sin ninguna duda, es el recuento de votos, especialmente si tienes la oportunidad de encontrarte en la sede de la OEA ese mismo día y a tiempo real… un ambiente impresionante. La noche electoral en Estados Unidos ese año se prolongó mucho más de lo esperado. Se daba por vencedora de las elecciones a Hilary Clinton, y en cuestión de poco tiempo, D.Trump remontó. Fue un momento de desconcierto entre los asistentes, y los móviles comenzaron a sonar. ¿Que cuál era el motivo? Ese cambio de tornas repercutía drásticamente al otro lado de la frontera en la devaluación de la moneda de muchos países latinoamericanos.
Al día siguiente, uno de los asesores de Hilary que asistía como ponente al seminario no pudo desarrollar su exposición, porque la había preparado dando como vencedores a los demócratas. Se limitó a decir que no entendía lo que había sucedido con mucho desconcierto. Aprendí que la certidumbre nos puede llevar a proceder de manera incauta…
Sobre el contexto político a nivel mundial diría que lo que más me preocupa o me llama la atención tal vez sea la doble moral. Comentar sobre la doble moral podría hacerse interminable. Hacer la “Guerra en nombre de La Paz” se ha convertido en un juego de mesa al que solo unos pocos tienen acceso y cuyo lenguaje es el eufemismo. Un juego en el que algunos medios de comunicación se dejan utilizar como comodín de los contrincantes.
En 2017 se celebró el I Simposio de Seguridad Turística en Canarias, organizado por Ashotel y ACEP, de la que formas parte, ¿para cuándo un segundo encuentro?
El foro se dirigió a empresarios del sector turístico, así como a centros comerciales y de ocio. Tuvo como objetivo principal fortalecer el conocimiento sobre la detección y prevención de riesgos en los establecimientos hoteleros. En Ashotel y ACEP éramos conscientes de la importancia de la colaboración ciudadana y el reconocimiento del turismo como el motor económico principal de las islas.
El evento buscó abordar la creciente preocupación por la seguridad en la elección de destinos vacacionales. Los organizadores éramos conscientes de que, a pesar de que Canarias era considerada un destino seguro y valorado por sus visitantes, no se podía ignorar la inestabilidad que afectaba a otros destinos competidores a nivel internacional.
Por todo ello, se pretendió que el simposio sirviera como plataforma para compartir estrategias y mejores prácticas en la prevención de la delincuencia organizada. La colaboración entre el sector privado y los organismos públicos es esencial para garantizar la seguridad y, por ende, el atractivo turístico del archipiélago.
En contestación a tu pregunta, ya estamos trabajando para el segundo simposio durante el año 2025, recogiendo las inquietudes actuales de los empresarios dedicados al sector turístico.