El flamenco común o ‘Phoenicopterus roseus’ es una de las especies más exóticas del mundo. Quizá sea debido a su llamativo color rosado, su altura o su alargado cuello y patas. Sea como fuere es un ave que impresiona, hipnotiza y enamora.
Si bien existen hasta seis especies diferentes en el mundo, el flamenco común es el más habitual en España. Los encontrarás en humedales someros, salinos o salobres del arco atlántico andaluz, el litoral mediterráneo (incluidas las Baleares) y lagunas interiores de Andalucía y de Castilla-La Mancha.
Se desconoce la población total que hay en nuestro país, pues “es muy variable en función de las condiciones ecológicas. En años óptimos se estima entre 14.000 y 38.000 parejas reproductoras. La población invernante se acerca a los 50.000 individuos”, nos explica Carlos Dávila, responsable de la oficina técnica de SEO Birdlife.
Desde luego es un número considerable, aunque esto podría cambiar. Pero antes de ahondar en su futuro, nos gustaría que conocieras algunas de las características más curiosas de los flamencos, así como los espacios naturales en los que puedes avistarlos en España.
5 Curiosidades sobre el flamenco
¿Alguna vez te has preguntado por qué los flamencos son rosados? Lo cierto es que no es su “color natural”, una sustancia pigmentante llamada “carotenoide” es la responsable. Cuando los flamencos digieren algunos tipos de algas, los camarones de salmuera y otros pequeños invertebrados, sus cuerpos metabolizan el carotenoide y lo convierten en un colorante que se termina depositando en sus plumas y piel. Curioso, ¿verdad?
El flamenco común es el más numeroso, grande y extendido. Es posible encontrar ejemplares de esta especie en África, Europa y Asia, especialmente, en zonas costeras y en lagos salados. Lo podemos distinguir del resto porque se caracteriza por tener tanto las plumas como el pico de color rosa pálido. Además, puede llegar a medir hasta un metro y medio de altura.
Más allá del ‘Phoenicopterus roseus’, debes saber que existen otras 5 especies de flamencos con sus correspondientes 5 apellidos. Hablamos del flamenco ‘ruber’, el ‘chilensis’, el ‘minor’, el ‘andinus’ y el ‘jamesi’. Se diferencian por su tamaño, plumaje y color del pico, así como por los lugares en los que habitan.
De todos ellos, el Phoenicopterus ruber es el más colorido, pues es de un rosa intenso casi rojizo muy particular y llamativo. Lo encontrarás en el Caribe, el norte de Sudamérica y la península de Yucatán. También te fascinará el ‘andinus’ con sus patas y pico amarillo y la punta negra.
Otra característica que tienen los flamencos es que son seres sociables. No les gusta la soledad y suelen establecer lazos para toda la vida. Unas alianzas que se crean en la época de apareamiento a través de una danza compuesta por nueve movimientos básicos. Además, “producen un aceite en las glándulas próximas a la cola que luego se untan para tener una mayor pigmentación en las plumas”, según un estudio realizado en la Estación Biológica de Doñana. De este modo, los flamencos muestran sus dotes y capacidades reproductivas.
3 Parques Naturales en los que puedes ver flamencos en España
La ubicación estratégica de España hace que nuestro país sea un enclave muy especial para los flamencos.
Parque Regional de Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar (Murcia)
Con una extensión de 856 hectáreas y seis kilómetros de costa mediterránea, este parque es un humedal de gran importancia en la región de Murcia. Se trata de un paraje único porque, en poco espacio, es posible descubrir formaciones naturales tan variadas como salinas, dunas, playas, juncales o pinares. ¡Todo un paraiso para nuestros amigos los Phoenicopterus!
Aquí, se reproducen, crean sus nidos y descansan numerosas especies de aves, entre ellas los flamencos que suelen concentrarse allí a finales del mes de julio.
Parque Nacional de Doñana
Entre las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz se extiende el Parque Nacional de Doñana, uno de los humedales más importantes del mundo. A día de hoy, más de 230 aves habitan en este lugar, siendo el flamenco una de las más abundantes.
Es un espacio natural extraordinario pero tremendamente frágil a la actividad humana así como al calentamiento global. De ahí que, en la actualidad, muchas aves, entre ellas, los flamencos, hayan empezado a buscar otros humedales en los que establecerse a causa de la sequía.
Reserva Natural de la Laguna de Fuente de Piedra (Málaga)
Al norte de Málaga, en la famosa comarca de Antequera, se encuentra la mayor colonia reproductora de flamencos de nuestro país. Declarado sitio Ramsar, Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Reserva Natural, la Laguna de Fuente de Piedra tiene un valor ecológico incalculable.
Además, con 1.400 hectáreas de extensión, es la laguna más grande de Andalucía. Por lo que, aparte del flamenco común, también podremos encontrar garzas reales, cigüeñas y aves rapaces en periodos invernales o de paso migratorio.
¿Es el futuro de los flamencos en España de color rosa?
Si bien el flamenco común no es una especie amenazada en España, su futuro no parece de color de rosa.
En palabras de Carlos Dávila: “En los últimos años la presencia de flamencos ha sido escasa o nula durante la reproducción. En 2004 hubo 13.000 parejas reproductoras de flamencos en Doñana mientras que en 2017 fueron poco más de 600 y ninguna pareja ha vuelto a criar desde entonces”.
¿Y en qué otros puntos de España podríamos verlos si las cosas no mejoran? El responsable de SEO Birdlife señala “los humedales costeros con influencia marina (deltas, estuarios, marismas mareales) mantienen su inundación (Delta del Ebro, Marismas del Odiel, por ejemplo)”.
Por lo tanto, no es que vayan a desaparecer, pero sí que es posible que no habiten en los mismos lugares como ya estamos empezando a ver. De ahí, la importancia de proteger, conservar y preservar sus hábitats a fin de que podamos seguir albergando una las especies más exóticas del mundo, el flamenco.
Devo López