Entre las cumbres de La Gomera, a la sombra del Teide, se pueden escuchar los silbidos que han hecho conocida a la tercera isla más pequeña de las canarias. El bosque milenario del Garajonay, senderos entre roques y barrancos, playas solitarias y fuentes de agua hacen honor al eslogan con el que mucha gente descubrió la isla colombina, “Naturaleza y magia”. Aunque hoy dediquemos unas líneas a La Gomera, hay lugares que merece la pena dejar como los encontramos, para seguir disfrutando de la tranquilidad y la calma que los caracterizan.

Cómo llegar, dónde alojarse y modo de transporte

La Gomera se encuentra a tan solo 50 minutos de la isla de Tenerife en barco. Existen dos compañías que actualmente realizan 3 viajes diarios a la isla, así como dos aviones que aterrizan diariamente en el aeropuerto de La Gomera.

La isla cuenta con una infraestructura hotelera bastante desarrollada, sobre todo en la zona sur de la misma. Sin embargo, otra opción es alquilar casas rurales o “un AirBnB”, que se encuentran por toda la isla.

La mejor forma de moverse es con un coche de alquiler, ya que permite que podamos visitar la isla a nuestro aire. También existen 8 líneas de guaguas con las que podemos movernos desde San Sebastián a todos los pueblos de la isla.

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Garajonay: un bosque de cuento

Si algo caracteriza a La Gomera es, sin duda, el Garajonay. Este bosque que lleva en la isla millones de años se convirtió en Parque Nacional el año 1981, y en Patrimonio de La Humanidad de la Unesco en 1986. El bosque debe su nombre a la historia de los príncipes guanches Gara y Jonay, si quieres conocerla, anímate a visitar la isla y dejar que te la cuente uno de sus habitantes.

Quizá, el lugar más impresionante del bosque es El Cedro, un espacio que ya conocen los lectores de The Pocket Magazine. Entre el follaje y la vegetación extremadamente tupida, que muchas veces hacen que parezca de noche, se encuentra un riachuelo que desemboca en un salto de agua de más de 150 metros. En El Cedro cualquier persona se dará cuenta de porqué la magia está presente en la isla, ya que el paisaje parece sacado de un misterioso cuento de hadas, sobre todo los días en los que la niebla cubre el bosque.

El Roque de Agando, un pitón fonolítico a 1.200 metros sobre el nivel del mar, es otro de los lugares más fotografiados del parque. Forma el conjunto llamado Monumento Natural de los Roques junto al de Ojila, Carmona y la Zarcita. Entre estos gigantes el viajero se siente mucho más pequeño.

Si quieres conseguir fortuna y amor, deberás beber de los famosos chorros de Epina. Al agua que brota de los chorros se le ha llegado a atribuir propiedades curativas. Tras pasar el día en el bosque, saldrás totalmente nuevo del Garajonay.

Más allá del bosque

La Gomera no tiene como único atractivo el Parque Nacional, y ofrece muchas más actividades para el turista.

Una de las opciones más elegidas son las excursiones para el avistamiento de ballenas y delfines desde la localidad de Valle Gran Rey. Este pueblo, situado en el oeste de la isla, es una little Germany, ya que cuenta con un gran número de habitantes alemanes. Es el lugar con más actividad de la isla, y un lugar perfecto para pasear e ir a la playa.

Playa de Santiago es un pequeño pueblo pesquero enclavado en el sur de La Gomera que merece la pena visitar para darse un chapuzón y comer un buen pescado a orillas del Atlántico. Alajeró, con la montaña del Calvario vigilando continuamente, es otro lugar recomendable.

San Sebastián, capital de la isla, hace gala de una gran variedad de museos y monumentos históricos. En la Casa de La Aguada podemos conocer el paso de Colón por la isla y en la Torre del Conde, monumento militar que se conserva en perfecto estado, podemos disfrutar de mapas y documentos históricos originales.

En el norte, el spot que dejará la sangre de hielo a los turistas es el mirador de Abrante. Con un suelo de cristal a más de 900 metros de altura, no es apto para personas con vértigo. Desde el mirador podemos ver Agulo, comúnmente conocido como el bombón de La Gomera, uno de los pueblos más bellos de la isla y que merece la pena recorrer a pie por sus calles empedradas.

Muy cerca de aquí encontramos también el valle de Hermigua, uno de los barrancos más impresionantes de la isla, ya que esta recubierto por el verde que caracteriza al norte de la isla, mucho más húmedo que el sur.

Más al norte está la localidad con más historia de La Gomera, cuna del escritor Pedro García Cabrera, Vallehermoso fue el último pueblo republicano en caer durante la Guerra Civil. Todo ello bajo el gigante del Roque Cano.

En solo unos párrafos hemos conseguido visitar todos los municipios de la isla. Increíble, ¿no? Es que La Gomera se escribe sola.

Silbo Gomero: herencia cultural aborigen

Partamos de la idea de que la Gomera es la isla más montañosa de las canarias. Cuenta con un número bastante grande de barrancos que influyeron en la comunicación y el transporte dentro de la isla, sobre todo en el siglo pasado. Pues todas estas barreras no limitaron a los pastores de la isla a mantener un lenguaje silbado que provenía de los aborígenes guanches, y que hoy es Patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO desde 2009. Actualmente, se imparte en las escuelas una vez por semana y sirve para mantener viva esta vieja tradición que es el orgullo de la isla colombina.

En el plano cultural, La Gomera también destaca por sus fiestas, en las que juega un papel muy importante la música folclórica, como el Santo Domingo, bailado al son de las chácaras y los tambores.

Gastronomía a la altura de los paisajes

Aunque muy pequeña, La Gomera ha sido uno de los exportadores de productos isleños que más éxito ha tenido fuera de las islas.

No podemos viajar de vuelta a Tenerife sin haber probado al menos un buen almogrote. Esta pasta naranja hecha a base de queso muy curado, pimienta picona, ajo y tomate es un imprescindible en toda visita a la isla.

La miel de Palma, hecha a base del guarapo (savia de la palmera), es perfecta para coronar cualquier postre. Un pequeño secreto es que, con un buen queso gomero, tenemos una mezcla dulce-salado inmejorable.

El potaje de berros es otro de los platos estrella de la gastronomía gomera, sobre todo en casa de las abuelas y abuelos gomeros, siempre acompañado de cebolla “picona” y mojo verde.

El pescado fresco es también una exquisitez, sobre todo en el sur de la isla. De entrante, una ración de lapas, cómo no.

Todo esto tiene mejor sabor cuando se come en La Gomera, pero siempre podemos llevarnos un paquete de galletas típicas de la isla como dulce recuerdo para la familia.

Un recuerdo maravilloso

Tras la época que nos ha tocado vivir, no viene mal un lugar alejado de las masificaciones, y La Gomera se erige como uno de los destinos turísticos más tranquilos y naturales de las 8 islas canarias. Todo esto viene acompañado de una gente única que recibe a todo visitante con una sonrisa más grande que la isla. ¡Atrévete a descubrir la magia y la naturaleza salvaje de la isla colombina!

Jorge Vaquero