¿Crees en la energía vital o en cómo ésta nos influye? ¿Te gustaría aplicar la técnica del Feng Shui en casa? Sin duda, este artículo es para ti.
Encontrar el equilibrio de la energía vital mediante la distribución, organización y orientación de los espacios es la clave sobre la que versa esta ancestral técnica oriental. Como te podrás imaginar, los factores a tener en cuenta son bastante amplios. Por lo que en esta ocasión abordaremos los más importantes: los cinco elementos del Feng Shui.
Si quieres saber más sobre el Feng Shui en casa, ¡sigue leyendo!
¿Qué es el Feng Shui?
El Feng Shui es una filosofía que surge hace más de 3.500 años en China. Su nombre se traduce literalmente como “viento y agua” y proviene de un poema antiguo que explica la conexión que hay entre la vida humana y el medio ambiente.
Se podría decir que esta técnica estudia los cambios del clima, los astros y la naturaleza, con la finalidad de comprender cómo afecta a la energía vital o «chi» de las personas.
Desde la época de la China Imperial, el Feng Shui se convirtió en una técnica de uso exclusivo de la alta sociedad, para los palacios o tumbas. Sin embargo, cuando comenzó la República, esta filosofía quedó prohibida.
Debido a esto, los mayores centros de divulgación sobre esta técnica actualmente no se encuentran en China, sino en Hong Kong, Taiwán y Malasia.
Asimismo, desde finales del siglo XX se ha extendido por todo el mundo.
¿Para qué sirve el Feng Shui en casa?
El Feng Shui se considera una pseudociencia, porque los beneficios que se obtienen no poseen ninguna base científica ni demostración empírica, hasta el momento.
La técnica del Feng Shui busca conseguir el equilibrio de la energía vital de la persona mediante la decoración, la distribución y la orientación de los espacios en los que pasa la mayor parte del día, es decir, en el hogar, lugar de trabajo u ocio.
Las personas que se guían por esta filosofía creen que el correcto flujo de energía influye en la salud y bienestar de las personas. Y que no solo nuestras acciones y pensamientos repercuten en nosotros sino, también, en el espacio que nos rodea, así como los objetos y personas que estén allí.
Esto último, se cree que es así porque proyectamos en él nuestras experiencias vividas o recuerdos, es decir, le damos un significado personal. Por lo que esta influencia es recíproca, si nosotros influimos en él, él también lo hará en nosotros.
Los cinco elementos
Para disfrutar de los beneficios del Feng Shui en casa hay que equilibrar la energía mediante los cinco elementos: madera, tierra, agua, metal y fuego.
La madera hace referencia a la energía cálida de la primavera, funciona igual que un árbol. La energía asciende, como del tronco a las ramas. Por ello, una casa de madera normalmente parece acogedora y nos dan ganas de quedarnos.
Un poco de madera nos da calidez, pero puede que un exceso de ella nos ahogue. Por ejemplo, el suelo, las puertas o las estructuras vistas de madera combinados con tonos verdes o azules puede ser una buena opción para el hogar.
Por su parte, la tierra nos transmite estabilidad. La energía estable que hay en el centro de la tierra. ¿Cómo podemos trasladar esta sensación al hogar? Con muros de ladrillos o de piedra, suelo rústico, cuadros de paisajes con desiertos o campos, tonos tierra con amarillo u ocre, entre otros.
Cuantos más elementos de tierra tengamos en casa, mayor será la sensación de paz y tranquilidad. En épocas de cambios, cuando necesites estabilidad aumenta estos objetos.
El agua representa la energía del invierno: proporciona movimiento y da un estímulo. Sin embargo, en exceso da inestabilidad y agobio. En objetos serían cristales, espejos, fuentes, o incluso formas redondeadas o desiguales. En cuanto a los colores, estos deben ser oscuros como el negro o el azul marino.
Si buscas inspiración, fíjate en los patios árabes o en los jardines japoneses. Ambos mezclan el agua con la piedra natural (tierra), lo que crea la combinación perfecta entre la movilidad y la quietud: el Yin y el Yang.
En lo que se refiere al metal, evoca al otoño y provoca que miremos hacia un punto, es decir, que fijemos la atención en algo. Aunque cuando se abusa de él, el metal nos puede volver fríos o llegar a sentir que nos observan. Es un elemento peculiar, pues su ausencia es muy notable y su exceso todavía más.
¿Cómo incluir este elemento en casa? Sencillo: cristales naturales, minerales, cuadros de olas o nubes, superficies irregulares y tonos blanco polar.
Cuando necesites concentración, liderazgo o disciplina, aumenta este elemento.
El fuego transmite el verano y su energía, fuerza y comunicación. Se encarga de aumentar y estimular la energía hacia arriba. Nos hará estar animados y tener ganas de vivir.
Concuerda con la luz natural, cuadros de paisajes con luz o animales, elementos decorativos de lana o con formas triangulares y, por supuesto, los tonos rojizos. Ubicaremos el elemento de fuego en las zonas de mayor actividad de la casa. Siempre separado de las de descanso.
Cuando necesites trabajar la expresividad aumenta los objetos de fuego.
Feng Shui en el dormitorio
A la hora de adecuar tu dormitorio, según la técnica del Feng Shui, debes tener en cuenta algunos aspectos. En primer lugar, la cama debe estar colocada lejos de la entrada y nunca alineado por ella.
Normalmente, en un dormitorio con Feng Shui, el cabezal de la cama debe estar apoyado en una pared sólida. ¿El significado? Estar “sostenido” por paredes y no por ventanas. Nunca querrás estar de espaldas a una ventana. Esto se puede aplicar también al despacho, en el que el escritorio es el centro de atención.
El desorden no tiene hueco en esta filosofía. De lo contrario, entorpeceremos el movimiento de la energía positiva, así como el pensamiento y la productividad de los convivientes. ¿Cómo evitar el «desorden visual»? Gracias a los muebles con «almacenamiento oculto». Ideales para la cocina y el vestidor.
Otro de los trucos que pueden ayudarte a generar una sensación de divisón entre las habitaciones son las alfombras pequeñas. A través de ellas creas una «pausa» en una entrada a otra localización disminuyendo el flujo de energía.
¡Un último consejo! Para que el «chi» fluya es muy importante eliminar objetos grandes de los pasillos, así como muebles que obstruyan la entrada a las habitaciones y bloqueen la energía en el hogar.
Si después de leer este artículo sobre el Feng Shui en casa te han entrado ganas de hacer una reforma, te recomendamos leer los consejos que la arquitecta Marta del Castillo nos dio en el último número de The Pocket Magazine.
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Paula Rodríguez