Si hay una banda emergente en el panorama nacional que sabe lo que es entrar pisando fuerte y por la puerta grande, esa es sin duda Alcalá Norte. No ha pasado ni un año de su álbum debut y han conseguido estar en boca de todos, crítica y público unidos en la opinión unánime de que estos madrileños de Ciudad Lineal han llegado para quedarse.
En abril de 2024 lanzan su disco homónimo con un sonido propio que bebe de las raíces del postpunk, con tintes de heavy metal y hasta un puntito el pop naïve de los noventa. A esto le han añadido un mensaje claro y una intención bien definida: no es solo un conjunto de once canciones, sino un manifiesto. Porque, como ellos mismos se definen, más que una banda, son un movimiento.
Jóvenes, con fuerza y muchas cosas aún por decir, vienen cargados de personalidad e intención. Con todos ustedes, los chicos del momento (y auguro que de los próximos años): Alcalá Norte.
¿Cómo se digiere tanta atención en un periodo tan corto? Han conseguido estar enboca de todos en un tiempo récord.
Hemos pegado un acelerón importante este último año. Nuestro disco quedó debuti, eso está claro, así que hemos concentrado nuestras energías en mejorar el directo. Esta primavera es para trabajar aún más duro y salir de nuestra gira de festivales con un directo consagrado.
Bunbury, Mikel Erentxun e incluso Rosalía han coincidido en recomendar este primer álbum como uno de sus favoritos del año pasado. ¿Cuál creen que es punto clave que ha conseguido cautivar a los grandes, tan dispares entre ellos en tiempos y estilos?
Ojalá pudiera decírtelo, para así copiarlo y propiciar el mismo consenso con nuestro segundo álbum. Hemos logrado hacer convivir lo raruno de nuestra imagen y nuestras letras con un buen puñado de melodías pegadizas. En nosotros resuenan nuestras influencias y, para quien ha escuchado las bandas de las que bebemos, esto ha sido un regalo.
¿Cuándo nace esa necesidad de unirse para crear este “movimiento con un manifiesto claro”?
Esa movida del manifiesto y el movimiento lo escribió ChatGPT en un día en que yo andaba sin tiempo ni ideas. Teníamos que sacar la nota de prensa y recurrí a esa herramienta para honrar mi compromiso de entrega a tiempo. El caso es que la necesidad se dio a posteriori. Al principio Alcalá Norte era contingente en nuestra vida. En 2022 estuvimos a punto de disolvernos pero algo nos empujó a hacer otra intentona.

¿De quién fue la idea de dar tanto la turra en Twitter (o X, como se llama ahora)? Porque ha funcionado de maravilla, mis dieces.
Fue idea del Admin, nuestro bajista. Internet es su hábitat y nos prometió una campaña de promoción eficaz desde Twitter. Sabíamos que él había hecho algo así antes con viejos proyectos suyos, así que confiamos en él. Por miedo al escándalo, le pedimos que dejase claro que todo lo que posteaba lo hacía como bajista de Alcalá Norte y no en nombre de todos nosotros. En cualquier caso, cuando pise algún fregado serio nos caerán a todos los golpes.
¿Qué podemos esperar de Alcalá Norte para los próximos años?
Dos discos más. Seguro.
Definitivamente, son un ejemplo de que apuntar alto y soñar a lo grande, funciona. Teniendo esto en cuenta, ¿hay algún artista o grupo en concreto con quien les gustaría trabajar? ¿O lugar en el que quisieran actuar?
Nos gustaría tocar en las Ventas, que marca la frontera entre nuestro barrio y Madrid. A mí, Rivas, me encantaría honrar el archivo y obra de Joaquín Díaz.
Quizás para el año pasado el lanzamiento del disco fue un poco justo para engancharse a los carteles de los festivales de verano, pero lograron asentar una buena base de cara a este año, colgando una buena cantidad de sold out en el último trimestre del 2024 y siguiendo la misma estela para estas primeras semanas del año. ¿Cómo se presenta la agenda para este 2025?
Eso es. El año pasado llegamos muy justitos a la temporada de festivales. Tocar en Tomavistas, BBK y Primavera Sound fue un regalo inesperado. Eso nos sirvió para visitar un par de escenarios más en Galicia. El resto de compromisos fueron de tipo Kalimotxo Fest, como dice Barbosa, a trescientos euros por concierto.
Nuestros managers siempre supieron que 2025 era el año de recoger lo sembrado por el álbum. Nos han preparado una agenda de unos treinta festivales desde abril hasta octubre. Después, a finales de año, visitaremos alguna sala que se nos haya resistido en nuestra primera gira. Con ello cerraremos el ciclo del primer álbum.
Canciones como “La Vida Cañón” o “La Calle Elfo” tomaron el protagonismo del disco, llegando incluso a agotar la primera edición en formato vinilo. Pero, ¿hay alguna que a ustedes les gustaría destacar más, ya sea por la letra o el sonido?
No creo que haya ninguna canción que haya pasado desapercibida. Quizás, mirando las reproducciones en plataformas, uno podría pensar que Westminster merece más cariño. Sin embargo, llegado el concierto, Westminster es siempre el mejor de los momentos.
En una industria cada vez más feroz y en la que se “premia” la cantidad por encima de la calidad, lo pegadizo y formato trend sobre lo auténtico y (si me preguntan) necesario, ¿cómo se logra destacar con un estilo tan marcado?
La mejor estrategia para una banda es sacar discos buenos. Colecciones de canciones buenas, que puedas atar a un momento, a una gira; que cuenten una historia. Eso te permite vender entradas de tus conciertos y ser deseado por los festivales, que pagarán gustosos tu caché. Eso de ir sacando un tema al mes, por no desaparecer nunca de las listas de novedades, quizás sea válido para otro tipo de artistas. Eso sí, ojalá caigamos en algún trend de TikTok.
Para cerrar, me gustaría hacerlo con perspectiva, pasada y futura. ¿Qué le dirían a los chicos post pandemia y sus “Maquetas Tempranas”?¿Y qué no quisieran que olvidarán esos mismos jóvenes dentro de unos años?
Que no te engañen, chaval. Lo del postpunk está guapo, pero no necesitas ir de oscurito.
Si dentro de ti tienes luz, déjala salir afuera.
Lo que no debemos olvidar: que no merecemos nada. Que lo habitual es no conmover a nadie. La música hay que hacerla para que nos guste a nosotros. Si a los demás también les mola, entonces se habrá obrado el milagro, pero en ningún caso será una consecuencia natural.
Alba Martín