Casi por cultura popular hemos asociado el frío a malestar, resfriados y gripes, ¿pero y si pudiera ayudarte a mejorar tu salud? El método Wim Hof, desarrollado por el atleta holandés que le da nombre, parece tener las claves para conseguirlo.

Él es experto en deportes extremos, ha batido varios récords tales como sumergirse en agua helada durante casi dos horas o correr una maratón a menos 30º en el Círculo Polar Ártico. ¡Se nos eriza la piel solo de pensarlo!

Lejos de estar loco, Wim Hof afirma que con ejercicios de respiración y concentración en condiciones climáticas extremas podemos impulsar un cambio positivo en nuestro cuerpo y mente. 

Eso sí, requiere de mucha práctica, constancia y precaución para evitar contraindicaciones. 

Los pilares del método Wim Hof

método Wim Hof

Si tú también quieres mejorar tu rendimiento deportivo para escalar cimas de montañas nevadas en shorts o ser capaz de nadar casi 60 metros debajo del hielo para reducir así tus niveles de estrés, toma nota de los pilares del método Wim Hof.

  1. Como no podía ser de otro modo, el primer pilar del método Wim Hof es el frío. No es un secreto que ayuda a reducir la inflamación dolorosa, estimula la quema de grasa a través de la termogénesis de la grasa marrón y mejora la circulación.
  2. Si sufres de estrés crónico o ansiedad, seguro sabrás la importancia de practicar una respiración controlada y consciente. Para el método Wim Hof este ejercicio es crucial.
  3. La tercera y última es la concentración, la pieza base que sostiene las dos anteriores. Para soportar bajas temperaturas y mantener una respiración correcta se necesita de paciencia, determinación y control.

A priori parece sencillo, pero a medida que vas aumentando la intensidad se pone más complejo. Por eso, se recomienda no avanzar a pasos agigantados, sino ir poco a poco.

Tres rondas al día

Si practicas yoga, mindfulness o meditación, el primer paso del método Wim Hof no te resultará complicado. La técnica comienza con un ejercicio de respiración tumbado boca arriba, preferiblemente en ayunas y por la mañana. Aunque lo ideal es hacerlo tres veces al día. 

¿Y cómo es el ejercicio de respiración que propone Hof?

  • Hacer una inhalación profunda por la nariz.
  • Dejar escapar el aire por la boca de manera relajada 30 veces.
  • En la última respiración no se exhala todo el aire, sino que se mantiene una pequeña cantidad.
  • Se contiene todo el tiempo posible y por último se deja escapar.
  • Luego se hace otra respiración profunda y se esperan 15 segundos antes de exhalar.

Cuando hayamos conseguido dominar la técnica de la respiración y logrado que nuestro cuerpo se active, en la siguiente ronda invitaremos al frío.

método Wim Hof

El paso más duro: el frío

La exposición al frío debe hacerse de manera gradual. Por lo que, en caso de hacerlo en la ducha, primero hazlo con agua templada y, poco a poco, ponla fría. Ah y ve de pies a cabeza, esta última probablemente sea el punto más caliente de tu cuerpo junto con las axilas. 

Con el tiempo, podrás enfrentar inmersiones más intensas como darte un baño en un lago helado al más puro estilo finlandés o salir a correr con temperaturas que rozan valores negativos.

método Wim Hof

Las exposiciones que propone el método Wim Hof te ayudarán, no solo a mejorar tu sistema inmune, resistencia y tolerancia al estrés, sino también a conocerte más y ver cuáles son tus límites. 

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