Si en el anterior número nos calzábamos las zapatillas para recorrer Madrid en busca de los churros de San Ginés, en este habrá que ponerse las botas de trekking para trasladarnos a la isla de La Gomera. Concretamente al parque nacional del Garajonay, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1986, que esconde uno de los lugares con más magia de las Islas Canarias: El Cedro.

El Caserío del Cedro, perteneciente al municipio de Hermigua, ha cambiado mucho con el pasó de los años, al igual que su población. Antiguamente sus habitantes vivían de los recursos que el “monte” ofrecía, hoy en día la estampa es muy distinta. La isla cambió la agricultura por el turismo, y ahora lo más común es encontrar senderistas de todas las nacionalidades por el camino, sobre todo alemanes y noruegos, lo que no quita que El Cedro siga ofreciendo esa sensación de aislamiento que solo se encuentra en las islas menores del archipiélago canario.

Ahora sí, es hora de adentrase en un bosque que lleva siendo parte de La gomera millones de años. Lo primero que sorprende al turista es la gran cantidad de árboles por metro cuadrado que encontramos en El Cedro. La frondosidad del bosque es la que produce la característica “lluvia horizontal”, los árboles actúan como esponjas recogiendo el agua que transportan las nubes, casi siempre presentes por la llegada de los vientos alisios a la vertiente norte de la isla. Hay quién prefiere los días soleados, pero son los días de niebla los que crean un ambiente único, mágico. A la alta humedad del lugar se le añade que el sendero transcurre pegado a un riachuelo de aguas cristalinas que lleva años fluyendo por el corazón del bosque, y que termina en el salto de agua más grande de Canarias, con 135 metros de altura. Desde el mirador del Chorro las vistas son inigualables, con el agua cayendo al fondo del barranco en dirección al valle de Hermigua, que se muestra inmenso a los ojos del visitante.

Pero el Cedro no solo es paisaje, sino historia de la isla. Las Mimbreras es un claro ejemplo de ello. Su nombre se debe a que este tramo del riachuelo era el lugar escogido por los artesanos gomeros para lavar el mimbre y darle flexibilidad, mimbre con el que se creaban cestas para transportar los recursos primarios que se recogían en las cosechas.

Otra actividad principal en el bosque era la fabricación de carbón. En sus extensos llanos los antiguos pobladores de la isla quemaban la madera a fuego lento dando como resultado carbón vegetal. Aún se pueden encontrar algunos restos en el suelo que hoy cubre la vegetación.

Un lugar emblemático de El Cedro es la ermita de Lourdes, fundada por una mujer de origen inglés en 1935 y que durante años acogió las fiestas más importantes de la isla. A finales de agosto, con el sonido de las chácaras y los tambores de fondo, se sigue celebrando una procesión que mantiene vivas las tradiciones de la isla colombina. La ermita es un buen lugar para parar a descansar  y hacer un picnic para reponer las fuerzas que hemos gastado durante el camino. Además, aquí encontraremos una fuente de agua muy fría para rellenar la cantimplora. ¡Perfecto!

A cada paso del camino, nos encontraremos con una flora única en el mundo. El viñatigo, las hayas, los brezos y los helechos son los verdaderos pobladores de El Cedro. A 1300 metros de altura, en la vertiente noroeste de la isla, éste es el lugar perfecto para los amantes de la vegetación. Con sus retorcidas formas y lleno de musgo, dejando caer sus hojas en otoño para formar un manto que sirve como tapete para cada paso del senderista.

Para aprender todo lo necesario sobre el lugar hay que visitar el aula de la naturaleza que se encuentra muy cerca del caserío. Supone un apoyo para la educación ambiental del visitante, además de un acercamiento al entorno natural.

El Cedro no ofrece únicamente una ruta para caminar, el visitante puede crear su propio itinerario. Una de las rutas más famosas es la que comienza en El Contadero, lugar que se encuentra al borde de la carretera GM-2, en pleno centro del Garajonay, y que baja por el barranco de El Cedro hasta el salto del agua, continuando hacia Hermigua, con una longitud total de 16,57 kilómetros. Para los menos aventureros, se recomienda la que va hasta la ermita de Lourdes, saliendo del Caserío del Cedro, y con una longitud de 3,37 kilómetros

Sin duda, Canarias guarda algunos de los paisajes más imponentes de la geografía española. El Cedro es un claro ejemplo de ello, un verdadero escondite de árboles y caminos, y una de las muchas razones por las que la Gomera es denominada la “Isla Mágica”.

El Caserío del Cedro, La Gomera

Datos de interés

  • A día de hoy existen cuatro Parques Nacionales en las Islas Canarias: Timanfaya, El Teide, La Caldera de Taburiente y El Garajonay.
  • El Garajonay es el Parque Nacional más “joven” de las islas, ya que recibió esta distinción en 1984.
  • El Cedro cuenta con casi 250 especies endémicas de fauna y flora.
  • El Garajonay recibe una media de 850.000 visitantes al año, siendo el quinto Parque Nacional con más visitas de España.
  • En El Cedro encontramos únicamente dos opciones de alojamiento, la Casa Rural los Patos y el Camping Las Vistas.
  • Una de las visitantes más destacadas del parque es la Primera Ministra alemana Angela Merkel, que lleva muchos años disfrutando de la tranquilidad de la isla colombina.
Jorge Vaquero