¿Alguna vez te has preguntado dónde se inventó el helado? El origen del postre estrella del verano es tan variado como sus sabores, depende a quién le preguntes.
Lo que sí sabemos es que, en el último siglo, el helado ha pasado de ser un delicatessen reservado para la alta sociedad a un imprescindible en los congeladores de todo el mundo. De hecho su consumo sigue aumentando cada año.
¿Sabías que España es uno de los países europeos en los que se come más helado? Más de 6,5 litros por persona al año… Si quieres descubrir la historia de tu postre favorito, en el siguiente artículo te contamos dónde se inventó el helado y su evolución hasta el día de hoy. ¡Sigue leyendo!
En Italia no fue donde se inventó el helado
Si pensabas que el helado lo inventaron los italianos sentimos decirte que no es así. En Italia se transformó, perfeccionó y comercializó hasta ser lo que es hoy, pero no nació aquí…
En realidad, el helado se inventó en China hace 4000 años, es decir, en el 2000 a.C. Por aquel entonces, más bien era una bola de arroz con leche y especias la cual se enterraba en la nieve antes de consumirla para que estuviera bien fría.
Más adelante, en el 400 a.C. aparecieron nuevas recetas o variantes que comenzaron a acercarse a lo que hoy llamamos helado.
Por un lado, los persas elaboraban con agua de rosas y cabello de ángel un postre similar a un flan o pudín. Por otro, Alejandro Magno enviaba a sus esclavos a las montañas a por nieve para luego agregarle miel y néctar. Por último, el emperador Nerón le añadía zumo de frutas.
El sorbete y el polo
En la Edad Media, los árabes fusionaron la técnica de Nerón y Alejandro Magno para crear lo que ellos denominaron “sharbat”… Quizás te recuerde a lo que hoy conocemos como “sorbete”.
Con Marco Polo, las recetas secretas de hielo con leche elaboradas por el emperador chino Tang viajaron hasta la India, Persia, Grecia y, finalmente, Roma. De ahí que muchos historiadores afirmen que el “polo” se llama así en referencia al famoso navegante.
Entonces, ¿dónde se inventó el helado? Como puedes ver su origen es como él mismo: variado y para todo los gustos.
Cuando el helado llegó a Italia para comerse el mundo entero
Ahora que ya sabemos dónde se inventó el helado, quiénes fueron los artífices de la idea y cómo llegó hasta Europa, queremos contarte el papel que tuvieron el arquitecto, escenógrafo e ingeniero militar Bernardo Buontalenti y Francesco Procopio dei Coltelli considerado “el padre del helado”.
Cuando Buontalenti estaba al servicio de la familia Médici en Florencia, inventó lo que él llamó “el gelato” y que, sin duda, se asemeja mucho a lo que hoy comemos. Sin embargo, su receta y todas las anteriores tenían dos grandes hándicaps: no eran cremosos y resultaba muy difícil que conservaran su consistencia, sobre todo en verano.
Fue así como en 1686 Francesco Procopio dei Coltelli inventó la primera máquina de hacer helados. Era capaz de mezclar las frutas, el azúcar y el hielo de manera que quedara cremoso y delicioso. Cuando abrió el Café Procope en París generó un gran furor. De hecho, el propio rey Luis XIV acudió a su heladería para felicitarlo.
No obstante, tanto la receta como el proceso de elaboración que seguían los heladeros italianos fueron un secreto durante muchísimo tiempo. Nadie se atrevía a revelarlo.
A partir del siglo XIX llegan las copas de helado, los granizados y el café helado
Dos siglos después de la invención de la máquina de hacer helados por parte de Procopio, no había rincón de Europa en el que no se pudiera degustar de este delicioso postre.
En París, las copas de helado inundaron todas las terrazas, mientras que en Italia no había verano sin granizada. En Viena, por ejemplo, el helado de chocolate llegó para quedarse junto con el café helado, ¡aunque lo raro es que no aparecieran antes!
Con el siglo XX, el helado viajaría hasta Estados Unidos sentando las bases de la producción industrializada que conocemos hoy en día. En el país americano, la receta dejó de ser artesanal y las empresas fabricantes de helados comienzan a multiplicarse por todo el mundo.
Si nos vamos a España, al principio solo era posible comer helado en las ciudades de Madrid, Barcelona y Valencia. De hecho, en esta última se encuentra la primera heladería artesanal del país: La Ibense.
En la actualidad, la producción industrial sigue muy presente, aunque el resurgir de las heladerías artesanales y locales es cada vez mayor. Nosotros las preferimos, ¿y tú?
Ahora que ya sabes dónde se inventó el helado, ¿cuál dirías que es tu heladería favorita? ¿Y sabor? ¡Te leemos en comentarios!
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Devo López