Hace más de una década, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 8 de junio como el Día Mundial de los Océanos. ¿El objetivo? Recordarnos que la vida en la Tierra sería imposible sin ellos y, que por ese motivo, debemos hacer todo lo posible por preservarlos.
Por extensión, el Pacífico es el océano más grande y profundo: abarca cerca de 165,2 millones de km². Le siguen, el Atlántico, el Índico, el Antártico y el Ártico. En cada uno de ellos existe más vida marina de la que puedas imaginarte. De hecho, los científicos estiman que solo conocemos 1 de cada 10 especies.
Sin embargo, la falta de recursos, el cambio climático y la contaminación están propiciando que muchas desaparezcan sin que tan siquiera podemos llegar a catalogarlas. No es ningún secreto: los océanos se están muriendo.
Si quieres saber por qué son vitales para la vida y qué podemos hacer para evitar su deterioro, ¡sigue leyendo!
Los océanos son los pulmones de la Tierra
¿Sabías que los océanos son los pulmones de la Tierra? Sí, gracias a ellos, el CO2 que producimos es convertido en oxígeno, pues se encargan de absorber el primero para emitir el segundo.
Sin embargo, este proceso tiene un coste, especialmente cuando ese “alimento” se consume en exceso… Es aquí cuando entra el concepto de la “acidez”, cuanto más dióxido de carbono absorben los océanos, mayores son los niveles de acidez detectados.
Ésta, a su vez, repercute negativamente en algunas especies como los mariscos o los arrecifes de coral. Para todos ellos es fundamental que el nivel de acidificación de los océanos sea bajo y que las temperaturas del agua no superen los 26 grados.
¿Comprendes por qué es importante preservar su vida? Si ellos no transformaran el CO2 en oxígeno, la Tierra se volvería inhóspita, pues, por si fuera poco, las selvas tropicales también están desapareciendo.
Ayudan a estabilizar la temperatura del planeta
La siguiente función de los océanos está muy vinculada al punto anterior: estabilizan la temperatura del planeta. Teniendo en cuenta que la superficie de la Tierra está formada por un 70% de agua, es obvio que el papel del mismo sea significativo en el clima.
Y es que, los océanos evitan que tengamos climas extremos, pues ayudan a que el planeta no se enfríe ni caliente en exceso. Además, gracias a la evaporación del mismo, se producen las lluvias las cuales son fundamentales para la vida y sustento de todas las especies terrestres.
No obstante, el calentamiento global producido por la acción del ser humano está rompiendo ese equilibrio y, por consiguiente, la función reguladora de los océanos no es suficiente. Esto trae consigo múltiples consecuencias negativas.
Por un lado, la muerte de especies marinas sensibles a las temperaturas, como se puede ver en la Gran Barrera de Coral en Australia que ha sufrido un blanqueamiento masivo. Por otro, el deshielo y con él, la subida del nivel del mar, el aumento de las temperaturas y la pérdida de biodiversidad.
Nos alimentan
¿Sabías que actualmente consumimos más del doble de mariscos que hace 50 años? El aumento de la población también ha traído consigo una pesca a grandes escalas y un consumo descontrolado, pero, sobre todo, insostenible.
Capturar peces más grandes reduce la tasa de reproducción de los mismos y, por tanto, la supervivencia de dichas especies. De hecho, se estima que en 2050 será muy difícil conseguir atún.
Con la desaparición de los peces, el desequilibrio en los ecosistemas marinos se agrava… Y qué decir de las consecuencias para el sector pesquero. Todas estas cuestiones están recogidas en el manifiesto del Día Mundial de los Océanos.
Los océanos son el hábitat y refugio de muchas especies
Hasta el momento, la comunidad científica solo ha identificado cerca de 250 mil especies marinas. Sin embargo, queda un 80% por explorar, pues se estima que 9 de cada 10 aún no se han clasificado.
Especialmente las que habitan en los fondos oceánicos en los que la oscuridad es absoluta. La falta de inversión para la investigación de estos espacios, es uno de los principales motivos por los que apenas conocemos la inmensidad azul que nos rodea.
A todo esto se ha sumado un nuevo enemigo: el plástico. Cada día millones de toneladas acaban en los océanos causando la muerte por atragantamiento, asfixia e intoxicación de muchas especies como las ballenas o las tortugas.
Fuente de energía renovable
Con el desarrollo de las energías renovables, los océanos también se han convertido en una fuente de suministro energético. Es lo que se conoce como la energía maremotriz.
En Corea del Sur se encuentra la planta Shihwa, la mayor del mundo de este tipo gracias a la cual medio millón de personas obtienen electricidad. Por otra parte, en España podemos encontrar también varias centrales que producen energía maremotriz. La primera se abrió en Guipúzcoa en el año 2012, pero no es la única.
No obstante, sigue siendo insuficiente teniendo en cuenta el potencial de nuestro país.
¿Qué podemos hacer para evitar la degradación de los Océanos?
Las acciones que todos y todas podemos llevar a cabo para mejorar la situación actual en la que se encuentran los océanos son múltiples.
Es importante que nuestra contribución sea permanente y no sólo por el Día Mundial de los Océanos.
A continuación te dejamos una lista de tips a tener en cuenta:
- Organizar y acudir a la limpieza de playas y litorales costeros
- Reducir el consumo de pescados y mariscos
- Evitar la compra de plásticos de un solo uso
- Apoyar proyectos de investigación marina
- Concienciar a tu entorno
- Usar energías limpias
Juntos podemos hacer que el Día Mundial de los Océanos no sea necesario por los motivos que hoy lo son.
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Devo López