El titular escogido para este artículo podría alarmar a cualquiera. Lo cierto es que este acontecimiento fue noticia el 1 de diciembre de 1955. Ocurrió en Montgomery (Alabama, Estados Unidos). Rosa Parks, hija de esclavos africanos y nacida en la propia ciudad de Montgomery, salía de su trabajo como costurera de unos grandes almacenes para dirigirse a casa. Como de costumbre tomó asiento en la trasera del transporte público ya que, las cuatro primeras filas estaban reservada para los blancos. Hora punta y comenzó a llenarse. El chófer al ver a gente blanca de pie obligó a tres mujeres negras a ceder su asiento. Rosa Parks, que se encontraba entre las tres mencionadas, no se movió con la excusa de estar cansada. Ni siquiera, cuando el propio chófer amenazó con denunciarla. “¿Por qué todos ustedes están empujándonos por todos lados?», respondió. Finalmente, Parks fue detenida bajo el número 7053. Número que se ha convertido en un símbolo antisegregacionista.

El motivo de la mujer no fue estar cansada físicamente por regresar de su jornada laboral, tiene un significado más profundo que más tarde explicó en su novela: «mientras más obedecíamos, peor nos trataban. Aquel día estaba fatigada y cansada. Harta de ceder».

En aquella época su actitud rebelde animó a la protesta por la segregación racial que sufrían los negros. – Ojalá afirmar que desde entonces, el racismo se ha evaporado de nuestro entorno y no ha hecho falta mencionarlo para describir situaciones. Sin embargo, aún convive entre las calles como principal motivo de protesta. – Acto que incitó a un joven pastor y desconocido, en aquel momento, llamado Martin Luther King, que organizó una oleada de protestas contra la segregación en los autobuses públicos de Montgomery que duró 382 días. Una marcha que contó con 30 mil afroamericanos con paso firme al canto de: «Mis pies, cansados. Mi alma, ¡liberada!».

“Me gustaría ser recordada como alguien que quiso ser libre, así otras personas también podrán serlo.” – Rosa Parks

Aquella noche se subió al autobús (por la puerta trasera) una sencilla mujer de 42 años ayudante en la Asociación Nacional para el Avance del Pueblo de Color para permanecer en ese asiento con el fin de poner su pequeño grano de arena contra la segregación racial en EEUU.

Parks pasó la noche en el calabozo acusada de perturbar el orden público y violar una ley local. Pagó una multa de catorce dólares para poder salir al día siguiente. Su caso llegó a la Corte Suprema del país estadounidense, para finalmente, declarar que la segregación era una norma contraria a la Constitución estadounidense. Años después se abolió la discriminación en lugares públicos.

Rosa Parks murió en 2005 a causa de un infarto pero continuó luchando durante sus últimos años de vida por los derechos civiles en su país. Sirvió como ayudante del congresista John Conyer y fue la primera mujer enterrada en la Rotonda del Capitolio, en Washington.

Aquella mujer, que desde niña se preguntaba por qué era una costumbre ir caminando al colegio, logró inspirar sin moverse de su sitio a miles de activistas raciales como Malcolm X, quien aseguró haber escuchado su caso en sus años en prisión.

Ivory Samos