¿Sabías que Burgos fue la capital de España desde 1 de abril hasta el 18 de octubre de 1939? Durante la Guerra Civil, la ciudad fue el epicentro de coordinación de las fuerzas sublevadas. Un ejemplo histórico reciente de las muchas anécdotas que esta provincia de Castilla y León, fundada en el medievo, nos tiene preparado.
Si en un artículo anterior, te hablábamos mil y una maravillas sobre los rincones y espacios naturales de Burgos, ¡prepárate para descubrir sus pueblos! En la mayoría, el tiempo parece haberse detenido décadas atrás o como si allí la vida se midiera de otra forma. ¡Nos encanta!
Y si, como a nosotros, a ti también te mueve la curiosidad de seguir conociendo un poquito más y mejor las maravillas de España, ¡quédate porque empezamos ya! Guarda este artículo en favoritos porque estás a punto de descubrir los 5 pueblos más bonitos de Burgos.
Aranda del Duero
Comenzamos nuestra ruta rural al sur de la ciudad de Burgos, aquí se encuentra Aranda del Duero, una de sus localidades más famosas. A medio camino entre Valladolid y Soria, este pintoresco municipio alberga poco más de treinta mil habitantes.
Si tuviéramos que describir Aranda del Duero con tres palabras serían: vino, historia y lechazo asado. Si la has visitado, seguro entenderás por qué… y es que caminar por esta bellísima localidad es hacerlo por antiguas bodegas donde todavía se produce uno de los mejores vinos tintos del país. ¡Ni más ni menos que 7 kilómetros de bodegas subterráneas construidos en la Edad Media!
Y si todavía te preguntas qué ver en Aranda del Duero no te preocupes porque aquí te dejamos una lista con las casonas antiguas, palacios e iglesias medievales y monumentos históricos imprescindibles:
● La Iglesia de Santa María
● La Playa Mayor y la Plaza del Trigo
● La Iglesia de San Juan
● El Palacio de los Berdugo, del siglo XV
● El Humilladero del siglo XVI
● El Santuario de la Virgen de las Viñas
● El Puente de las Tenerías sobre el río Bañuelos
¡Acompaña tu ruta degustando una copa de vino tinto con un lechazo, el plato más tradicional de Aranda del Duero!
Covarrubias
A poco más de 60 kilómetros de Aranda del Duero y en dirección hacia Burgos capital nos encontraremos con nuestro siguiente destino: Covarrubias. De nuevo, uno de los pueblos más pintorescos de España construido a las orillas del río Arlanza.
En la milenaria villa de Covarrubias… ¡hasta las papeleras son bonitas! Sí, sí, no exageramos… Todo gracias a la labor y el ingenio de los alfareros locales que recrearon en ellas pequeñas casitas con la arquitectura típica de la ribera del Arlanza.
Entrando por su Puerta Real -actual oficina de Turismo- Covarrubias nos recibe con cariño y mucha historia. ¿Sabías que la casa más antigua data del siglo XV? ¡Y está en venta! La encontrarás por el nombre de Doña Sancha.
Asimismo, a pocos minutos de la Plaza del Obispo Peña, están construidas la mayoría de las casas tradicionales de Covarrubias. ¡Las reconocerás a primera vista! Tampoco podemos olvidarnos de la iglesia de Santo Tomás, el torreón de Fernán González (s. X), La Colegiata de San Cosme y San Damián con un órgano que data del siglo XVII -aún funciona- y de degustar el vino local.
Dato de interés: si quieres llevarte algún recuerdo, ¡visita a sus alfareros locales!
Frías
Pasando Burgos y dirigiéndonos más al norte de la ciudad, nos encontraremos con un pueblo cuyo nombre ya dice mucho: Frías. Además de ser la localidad más pequeña de la comarca, también es una de las más encantadoras. ¡Será por toda la belleza y riqueza que alberga en tan poco territorio!
Imagínate si es encantadora que en su punto más alto se construyó el imponente castillo medieval de los duques de Frías. ¡Vaya suerte tienen sus poco más de 270 habitantes! Pues si bien, no encontramos destacados edificios o monumentos, la magia de Frías reside en su naturaleza, paisajes e historia.
Situada sobre un peñasco aislado en el valle de la Tobalina, se podría decir que Frías era uno de los lugares más seguros de España. Por un lado, un acantilado donde un grupo de casas colgadas desafían la gravedad, por el otro, una enorme muralla defensiva. ¡Infranqueable!
Puentedey
A medio camino de Santander, se encuentra Puentedey, muy cerquita del Monumento Natural de Ojo Guareña. En pocas palabras, esta pequeña localidad podría ser definida como naturaleza y vida. Basta con visitar el Puente Natural de Puentedey para que el viaje haya merecido la pena.
Una comarca rica en cuevas y formaciones rocosas que escapan a la razón y el talento humano. En concreto, este famoso puente tiene sus orígenes en una cavidad kárstica que la erosión del río Nela dejó al desnudo.
Asimismo, muy cerca de aquí nos toparemos en épocas primaverales o con lluvias, la cascada de la Mea. ¡Impresionante!
Orbaneja del Castillo
Y por último, ¡la joya de la corona! Un pueblo rodeado por una cascada y bajo la atenta mirada del imponente cañón del río Ebro: Orbaneja del Castillo.
Con 25 metros de altura, la cascada que recorre esta pintoresca localidad de Burgos captará tu atención incluso antes de bajarte del coche. Un bellísimo ejemplo de cómo la naturaleza siempre encuentra su camino y por qué el ser humano debe aprender a respetarlo.
Si seguimos el recorrido del agua, nos encontraremos un conjunto de pozas con aguas cristalinas de azul turquesa en las que…¡está prohibido bañarse! Así que conserva tus ganas de sucumbir bajo afluente que, a pocos metros, se une al caudal del río Ebro.
A vista de pájaro, las casas de estilo montañés parece que lleven ahí toda la vida. Tampoco pasan desapercibidas las denominadas Cuevas del Agua, ¿sabías que la Cueva del Azar alberga pinturas rupestres del Neolítico? Además, si te apetece hacer senderismo – y no es para menos – desde este punto parte la Senda de los Chozos.
Llegados a este punto solo nos queda decir que en Orbaneja del Castillo… la vida fluye.
¿Alguna vez has visitado Burgos y sus encantadores pueblos? ¿Es posible que te mueras de ganas de hacerlo ahora mismo? ¡Nosotros desde luego que sí! Si te ha gustado este artículo, ¿nos regalas un “me gusta”? ¡Hasta la próxima!
Devo López