La entrevista con Valeria Castro me ha hecho reflexionar sobre lo que tengo, a quiénes tengo y cómo reacciono hacia ello/s. 

Me considero una persona agradecida y he de reconocer que soy bastante objetiva cuando me siento a analizar la realidad en la que me muevo. Me gusta mucho lo que hago, mi trabajo me apasiona, soy de esas personas con “familia reducida” pero de fuertes lazos, a grosso modo no me puedo quejar. Lo sé. Pero… la vorágine del día me lleva de la mano del síndrome del impostor y, a veces, me deja a recaudo del inconformismo que me caracteriza. ¡Menudo potaje! ¡Menudo potaje de emociones!

Lo cierto es que todo esto suele pasar desapercibido, hasta que cumples cierta edad y te vas dando de bruces con la realidad casi con cada paso que planeas dar. Los miedos, las inseguridades y las frustraciones son enemigos de todos en algún momento de nuestras vidas y, a algunos, nos acompañan durante más tiempo que a otros… 

El pasado mes de marzo celebrábamos nuestro I The Pocket Meets. Un encuentro promovido por The Pocket Magazine en el que hablamos, junto a profesionales del mundo de la psicología y algunas de nuestras colaboradoras, de salud mental. El encuentro lo habían determinado los datos de suicidios del INE en referencia a 2021. Preocupantes. Sobrecogedores. En el encuentro nos centramos en tres temas en concreto: la ansiedad, el estrés y la depresión.

carta de la directora TPM028

Y es que vivimos en un sinvivir. Vivimos con el reloj a modo de zanahoria cuales burros, con la frustración como compañera de juegos porque nadie nos ayudó a gestionar, marcar metas y objetivos desde la realidad individual. Vivimos en una carrera mixta. ¿Por qué mixta? Porque la vida se ha encargado de determinar su propia categoría… vivimos en algo así como una carrera de fondo con multitud de obstáculos. ¡Hala! ¡A correr!

Y ya me sé eso de “mal de muchos consuelo de tontos” pero… y si reflexionamos y nos preguntamos por qué se ha convertido ése en nuestro modus operandi. ¿Lo hemos elegido? ¿Fuimos conscientes? ¿Nos gusta?

A veces nuestro mayor miedo es el miedo al cambio, a él le acompañan muchos otros, no dar la talla, no sentirse capaz, sentir que eso que has logrado no te lo merecías… Los miedos, desde un punto de vista común (recuerden que tan solo hablo como persona que siente y reflexiona sobre ello y no como una profesional de la psicología, ya que no lo soy) pueden ser muchos y diversos pero no tienen porqué ser perennes. ¿Tenemos opción a cambio?

Supongo que sí, que todos la tenemos, solo que se trata de analizar y reflexionar sobre nosotros, nuestras vidas, nuestros trabajos para, a partir de ahí, saber qué es aquello que necesitamos cambiar. Así que PARA, REFLEXIONA, con suerte no habrá nada que cambiar pero… ¿y si llevas todo el camino con dolor al caminar y, simplemente, era una piedra en el zapato?

Paola Bonilla, directora de The Pocket Magazine