Hace ya algunos meses vi en un vídeo publicado en el perfil de Instagram de un medio de comunicación algo que me horrorizó y sorprendió a partes iguales. Se trataba de un vídeo en el que dos osos caían por un precipicio, el titular fue el siguiente “Tragedia en la montaña palentina”, y la información que daba la noticia era ésa, que dos osos cayeron por un precipicio durante una lucha, que tras la caída uno de ellos había muerto y que la osa y un osezno habían desaparecido. Ya. Eso era lo que El Mundo tenía que contarnos.
Uno de mis diarios de referencia. Aquel medio en el que tuve la suerte de cursar mis prácticas me ofrecía eso. Entre sus más de 1.500 comentarios un gran número de ellos se quejaba de lo innecesario del vídeo pero… el resto lo compartía convirtiéndolo en viral. Que conste que nombro al medio no como acusación directa, lo hago para eximir de responsabilidad al resto. Aunque en la era del ckickbait nadie se salva.
Con el paso de los días el resto de medios se hicieron eco. Nos contaban más. El porqué de aquella lucha, lo común de que sucediese, nos comentaban dónde estaban la osa y el osezno y nos informaban de que los servicios de ayuda y protección animal habían acudido a la cueva en la que se recuperaban para surtirlos de frutas y pienso. ¿Era el primer vídeo necesario? ¿Se buscaba con él el valor añadido de la primicia o tan solo que se hiciera viral?
Aunque ya peino muchas canas soy joven en aquello de dirigir un medio y ante esto reflexiono. Intento no juzgar y empatizar con todas las partes, menos con la de los osos, claro. Los medios usan materiales gráficos que hace años veíamos tan solo en los telediarios, materiales que en esos formatos se usaban no sin un antes “advertimos a los espectadores de la dureza de las imágenes que vamos a mostrar”. Aquellas imágenes iban acompañadas de una historia, de una reivindicación. Era imposible que se hicieran virales por aquel entonces por lo que su finalidad última era la de intentar ayudar removiendo conciencias para lograr algún cambio pero… ¿buscaba eso el primer vídeo en el que dos osos adultos caían hacía una posible muerte?
Y no, el medio no es el único responsable de la nueva era del clickbait, lo son también quienes lo compartieron y le dieron esos apetecibles likes y aún más aquellas empresas e instituciones que invierten en los medios basándose en la cantidad y no en la calidad.
¿Realmente queremos un periodismo de cantidad y no de calidad para el futuro de nuestra sociedad?
¡Hagánselo mirar!
Paola Bonilla